FeSP •  Actualidad •  31/10/2016

España no protegió a nuestros periodistas en Turquía

Un informe de RSF reseña como los periodistas Beatriz Yubero, Natalia Sancha y Lluís Miquel Hurtado fueron desasistidos y dejados indefensos. Un informe elaborado y difundido por Reporteros Sin Fronteras (RSF) insta al Gobierno en funciones a implicarse activamente en la protección y defensa de los periodistas españoles en Turquía.

España no protegió a nuestros periodistas en Turquía

 

Dicho informe señala que “las periodistas Beatriz Yubero y Natalia Sancha (estuvieron) en situación de indefensión y desamparo, tras ser detenidas y deportadas por el régimen de Erdogan. Mientras que Lluís Miquel Hurtado, víctima de intimidaciones del Gobierno turco, denuncia la pasividad de la Diplomacia española ante las presiones que sufren los reporteros.

El informe recoge la condiciones de la detención y el tratamiento vejatorio que sufrieron nuestros colegas que en los casos de Beatriz Yubero y Natalia Sancha es lacerante. Lluís Miquel Hurtado dice que “España, desde hace mucho tiempo, tiene poder comercial, pero no diplomático, y las embajadas se han transformado en delegaciones comerciales. El caso turco es un ejemplo claro: se lavan las manos y escurren el bulto”, afirma con contundencia.

Tras detallar las circunstancias vividas por los tres, la presidenta de RSF España, Malén Aznárez, sostiene que “La pasividad de la Diplomacia española parece ser una constante en las quejas de los periodistas que cubren un país tan peligroso para la libertad de información, como es en estos momentos Turquía.

La mayoría de los periodistas españoles que cubren la actualidad turca, como sus compañeros que se juegan la vida en zonas en conflicto, son colaboradores, freelance a los que se impone un doble abandono y desamparo: el de las autoridades españolas y el de unos medios que solo están obligados por el compromiso ético que decidan adquirir con cada caso; unos medios que no siempre están a la altura de la protección y defensa que merecen sus colaboradores. Es urgente que el Ministerio de Asuntos Exteriores se implique de forma activa en la defensa y protección de todos ellos”.

 


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