Redacción •  Negocios y Ocio •  23/04/2017

Los españoles compran cada vez más lencería erótica

Fuera vergüenza. Eso es lo que parecen haber dicho los españoles en los últimos años en lo que respecta a la compra de lencería erótica. Este sector fue durante muchos años un tabú y su comercialización no se expandió en nuestro país hasta bien entrados los años ochenta. Sin embargo, nuestra mentalidad ha cambiado en las últimas décadas y actualmente destinamos una parte importante de nuestro dinero a este tipo de prendas.

Los españoles compran cada vez más lencería erótica

Una de las claves, según apunta El Mundo, ha sido la aparición de páginas web que comercializan lencería erótica. Adquirir este tipo de productos sin que un dependiente nos vea la cara parece ser algo a lo que los españoles damos especial importancia, por ello una parte importante de las compras en este sector se realizan de forma online. La web nos permite comparar precios y observar con detenimiento todos los productos a la venta, y este enlace es un ejemplo ya que podemos ver los precios en tienda de lencería sexy para mujer.

Así pues, cada español dedica alrededor de 14 euros al mes a comprar lencería picante, pero lo más destacable es que no solo son las mujeres las que solicitan este tipo de productos. Cada vez más hombres acuden a tiendas físicas u online con la intención de regalar a su pareja algo sugerente y sensual que sirva para revitalizar el deseo entre ambos. Del mismo modo, existen tiendas de lencería solo para hombres que también ofrecen un amplio catálogo de productos como tangas, bóxers o disfraces. Las costumbres de los consumidores van cambiando y las diversas empresas captan esos nuevos hábitos y se adaptan a ellos.

Se trata, sin duda, de un mercado al alza en el que el sexo femenino todavía lidera el porcentaje de compras. Según publicó ABC hace unos años, tres de cada cuatro mujeres han adquirido alguna vez este tipo de productos. Si dejamos a un lado a las personas mayores, quizá las más prudentes a la hora de lanzarse a este mercado, podemos deducir que casi el total de las mujeres de nuestro país ha comprado alguna vez lencería fina con el fin de sorprender a su pareja.

Cabe aclarar, no obstante, que cada vez más gente se hace con este tipo de prendas a pesar de estar solteros. Los consumidores valoran el hecho de sentirse atractivos y adoptan una actitud sensual y sugerente, gracias a la lencería erótica. Estos artículos no solo mejoran estéticamente al que los lleva sino que aumenta la confianza y el grado de aceptación del propio cuerpo. Además, son muchos los previsores que quieren llevar siempre ropa interior bonita y sexy para complacer a una posible pareja sexual espontánea que surja de la nada en una noche de fiesta.

Por último, es reseñable que las tallas grandes como la XL o la XXL sean de las más demandadas en el mercado. Paradójicamente, aquella gente que no cumple con los cánones de belleza impuestos por el tiránico imperio de lo estético son los que más se preocupan por resultas atractivos para sus parejas.