André Abeledo Fernández •  Opinión •  28/05/2020

La pandemia no para ni a los incendios, ni a los pirómanos en Galicia. Galicia arde en Mayo.

Galicia arde en Mayo, como siempre indefensa a manos de pirómanos y especuladores del cemento y el eucalipto.
 
Desde el gobierno de la Xunta de Galicia se pretende dar a entender que los incendios son algo inevitable, un fenómeno de la naturaleza, pero no es cierto, Galicia arde porque un gobierno irresponsable ha decidido recortar en medios y hacer leyes a medida de especuladores sin escrúpulos.
 
Dirá el señor Feijoo que Galicia arde porque el suelo está muy seco, alguien debería decirle a esta lumbrera que esto suele pasar siempre cuando hace calor, o llega el verano. Y que todo el mundo sabe que el cambio climático es una realidad.
 
Y Feijoo dice semejantes tonterías sin ponerse colorado, al más puro estilo George W. Bush que en sus tiempos como inefable presidente de Estados Unidos defendió públicamente que el mejor modo de evitar incendios era cortar los árboles.
 
La Xunta de Galicia apuesta en el caso de los brigadistas, como en el caso del servicio de bomberos, por privatizar salvajemente estos servicios básicos para la ciudadanía, entregando la concesión a empresas privadas y desviando fondos que deberían ser investidos en obra pública.
 
Este modelo de espolio y mercadeo con lo público conlleva entre otras cosas una descoordinación evidente y una operatividad ineficiente, lo lógico sería que este servicio formase parte de un cuerpo único y coordinado a nivel autonómico.
 
Una ley de suelo irresponsable y temeraria, unida a privatización salvaje de los servicios contra incendios, sumada a la descoordinación, al drástico recorte de plantilla de las brigadas contra incendios, a la falta de medios, al trabajo en precario, son la suma de factores que nos da el resultado de una Galicia en llamas, que arde por sus cuatro costados, no es la sequía la causa de este drama señor Feijoo, es usted y su mal gobierno.

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