Prensa Latina •  Internacional •  16/05/2018

Recuerdan palestinos inicio del éxodo forzado de sus tierras

El pueblo palestino recuerda hoy el 70 aniversario del inicio del éxodo forzoso de sus tierras a causa de la ocupación por Israel con una huelga general y luto por los 60 civiles muertos, la víspera, por soldados israelíes.

Recuerdan palestinos inicio del éxodo forzado de sus tierras

La fecha, nada alegre de por sí, se vio ensombrecida más aún cuando este lunes los efectivos israelíes dispararon indiscriminadamente contra palestinos que se aproximaron a la valla fronteriza de Gaza, en marcha contra el traslado por Estados Unidos de su embajada ante Israel, desde Tel Aviv a Jerusalén.

Como consecuencia de la represión de las protestas 61 palestinos fueron asesinados a tiros por los soldados sionistas, entre ellos, siete niños.

Además, dos mil 771 manifestantes resultaron heridos, de ellos, mil 359 por impactos de balas de combate. En los hospitales de la Franja languidecen en estos momentos 130 de los lesionados reportados en estado muy crítico.

Ésta constituye la ocasión en que las acciones ofensivas israelíes causan más muertos desde 2014, cuando en el verano de ese año los efectivos de Tel Aviv atacaron la Franja con un saldo de dos mil 500 muertos en 40 días, entre ellos, una abrumadora mayoría de civiles, incluidos mujeres y niños.

En total, desde que el pasado 30 de marzo comenzaran las manifestaciones de la Marcha por el Retorno todos los viernes en Gaza, el ejército israelí ha matado a 97 civiles palestinos, incluidos 12 niños, hiriendo a 12 mil 271 personas, de ellas, tres mil 598 con munición de combate, según contabiliza la organización Unrwa-España.

Durante esas protestas la población de Gaza reclamaba su derecho al retorno a sus tierras ancestrales, de donde fueron sistemáticamente expulsados a partir del periodo 1947-1949, durante la creación del Estado de Israel, hecho conocido como Nakba (catastrofe).

Pero esas acciones de despojo, realmente un acto de limpieza étnica, no fueron resultado de una situación coyuntural, sino que sus raíces se hunden en los marcos teóricos del sionismo político moderno.

Ya en 1895, el padre de esa corriente de pensamiento, Theodor Herzl, escribió que para crear un Estado israelí en la Palestina bajo mandato británico se debería acometer ‘la expropiación y la eliminación de los pobres (palestinos) de manera discreta y circunspecta’.

Años después, en 1937, David Ben-Gurion (posteriormente primer ministro de Israel, en 1948) declaró su apoyo al desplazamiento forzoso de la población palestina, principalmente los campesinos, pues no veía ‘nada inmoral en ello’.

Al crearse por mandato de Naciones Unidas el Estado de Israel, éste inicialmente se erigió en el 55 por ciento de las tierras del mandato británico en Palestina, con Jerusalén, convirtiéndose en una ciudad bajo tutela internacional.

De inmediato los líderes sionistas pusieron en marcha el largamente planeado ‘proceso de transferencia’ de la población palestina autóctona. Y, como era de esperarse, no se hizo por las buenas.

Como consecuencia, entre 250 mil y 350 mil palestinos fueron expulsados de sus hogares por los paramilitares sionistas entre 1947 y la declaración de independencia de Israel, el 15 de mayo de 1948.

Para fines del año subsiguiente esa cifra ascendería a entre 750 mil y un millón de personas.

Hoy día, el número de refugiados y desplazados palestinos, incluyendo supervivientes de la Nakba y sus descendientes, asciende a unos 12 millones de personas.

Si durante casi dos mil años el pueblo de Israel vagó por todo el mundo, ahora, de manera deliberada y desde una posición de fuerza, condena al exilio a buena parte del pueblo palestino, al cual le niega el derecho al retorno.

En ese contexto, como señalara Saeb Erekat, miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, mientras el pueblo palestino continúa soportando 70 años de Nakba en curso, limpieza étnica y exilio, así como más de 50 años de ocupación israelí, Washington ha decidido celebrarlo mudando su embajada a Jerusalén.

Al comentar el paso dado por Estados Unidos, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, resaltó que ‘lo que vimos en Jerusalén no fue la apertura de una embajada, sino la de un asentamiento estadounidense’.

‘Si antes teníamos en nuestra Patria colonias israelíes ilegales levantados con ayuda estadounidense, hoy tenemos una colonia estadounidense en Jerusalén oriental erigida en contra de nuestra voluntad’, enfatizó.

Entre otras consecuencias, la acción estadounidense, según los palestinos, descalifica automáticamente a Washington como posible mediador de un eventual proceso de paz, que a la luz de la intransigencia israelí, cada día se hace más difícil de llevar a buen término con la creación de un Estado palestino en las fronteras de 1967.

oda/mv


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