documentonews.gr •  Konstantinos Chalkiadakis •  Internacional •  13/02/2020

El Salvador: La verdad sobre la invasión del ejército en el Parlamento – Diputada Cristina Cornejo explica a Documentonews.gr

"Fue un golpe legislativo fallido. Estos hechos pasarán a la historia como un episodio oscuro de nuestra democracia moderna", dijo la diputada salvadoreña Cristina Cornejo, en una entrevista con documentonews.gr, traducida del griego para Tercera Información de España.

El Salvador: La verdad sobre la invasión del ejército en el Parlamento – Diputada Cristina Cornejo explica a Documentonews.gr

Golpe parlamentario silencioso. Las imágenes le dieron la vuelta al mundo. Comandos militares blindados de la Fuerza Armanda de El Salvador, con armas de guerra, entraron al «Templo de la Democracia», la Asamblea Legislativa.

¿Cuál era el propósito? Manipular el poder legislativo para aprobar un préstamo solicitado por el Presidente Nayib Bukele. Esta fue una presión sin precedentes sobre los parlamentarios para que dieran su consentimiento y enciendieran la «luz verde» de un préstamo destinado a equipar al ejército y la policía, tal como revela en esta entrevista la diputada salvadoreña de izquierda.

Cristina Cornejo pertenece a la nueva generación de políticos de El Salvador, el más pequeño país de América Central. Pertenece al Frente de Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido que durante doce años dirigió la revolución contra el régimen de dictaduras militares. Hoy, es uno de los partidos políticos más grandes del país y está representado en el parlamento por 23 diputados de un total de 87, y es el segundo partido detrás de los 37 escaños que tiene ARENA.

Konstantinos Chalkiadakis (KC): ¿Qué pasó realmente el domingo 9 de febrero en el parlamento?

Cristina Cornejo: El Presidente de El Salvador Nayib Bukele se tomó el Palacio Legislativo por la fuerza, haciendo uso de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional Civil. Nayib Bukele, antes de cumplir su primer año de Presidente, militarizó el Congreso Nacional.

Había convocado, de forma ilegal, a una sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa para obligarnos a votar por un préstamo que él quería, por un monto de 109 millones de dólares americanos con el Banco Centroamericano de Desarrollo Económico (BCIE).

Fue una forma de chantaje ya que, incluso, movilizó a simpatizantes de su partido político recién formado y obligó a empleados públicos a asistir, ese mismo día, a una protesta afuera del parlamento salvadoreño para acompañarlo. Él había llamado unos días antes a una “insurrección” y amenazó con disolver la actual Asamblea Legislativa si no se hacía lo que él quería.

El ejército nacional entró por la fuerza al Salón Azul del Congreso para permitir el ingreso del Presidente Bukele. La seguridad del Órgano Legislativo fue sustituida por la fuerza. Nunca, en 28 años desde la firma de los Acuerdos de Paz, había sido militarizada la Asamblea Legislativa.

Se registraron agresiones contra periodistas afuera del Palacio Legislativo y, también, diputadas sufrimos acosos e intimidaciones en nuestras viviendas por parte de elementos de seguridad del Gobierno para obligarnos a asistir a la convocatoria del presidente.

De 84 diputados, sólo 11 asistieron y el resto no fuimos. Un día antes, con 64 votos aprobamos en la Asamblea Legislativa declarar “no procedente” la convocatoria hecha por el Presidente. Incluso, la Corte Suprema de Justicia ha admitido una demanda de inconstitucionalidad contra dicha convocatoria.

KC: ¿Fue un tipo de golpe de estado? Las escenas dejaron al mundo sin palabras. Estas escenas recuerdan tiempos que El Salvador preferiría olvidar. ¿Cómo llegó la situación a este punto? ¿Quién pidió al ejército y la policía que ingresen al Parlamento?

Si, fue un Golpe de Estado Legislativo fallido. El Presidente estaba buscando romper con el orden constitucional de forma autoritaria y militarista. Estos hechos quedarán en la historia como un episodio oscuro de nuestra democracia moderna.

El Salvador vivió 12 años de guerra civil, de 1980 a 1992, y tuvo un periodo de dictaduras militares más largo de América Latina, 50 años, de 1931 a 1979. En el pasado hubo miles de muertos y desaparecidos, se realizaron las más sangrientas masacres por parte del Estado Salvador. Es una época que vivimos y preferimos no repetir.

Nayib Bukele ganó las elecciones presidenciales con una gran popularidad construida en redes sociales. Ha usado las plataformas digitales para atacar y desacreditar a sus opositores, además, usa la fe para manipular a la población.

Al Presidente Bukele no le interesa el diálogo, tampoco respetar el principio de separación de los poderes del Estado. Él es un mandatario poco democrático y autoritario. Esto quedó demostrado el domingo.

Las Fuerzas Armadas son apolíticas y deben respetar la Constitución. El Presidente es también el Comandante General de las Fuerzas Armadas, por lo tanto, él dio la orden al ejército y policía para entrar de forma ilegal al parlamento.

KC: ¿Qué tipo de préstamo fue ese? ¿Por qué te opones? ¿Cómo podría explicarse que más de 50,000 personas protestaban fuera del Parlamento? ¿Eso significa que la mayoría de la gente está de acuerdo con la decisión del presidente?

Muy Buena pregunta. El Presidente Bukele dijo que fueron 50,000 personas a la protesta, pero los medios de comunicación registraron menos de 5,000 personas, sólo se llenaron dos cuadras frente al congreso, no fue una movilización masiva. Nayib miente.

Por otro lado, el Presidente Bukele ganó con aproximadamente 53% de votos válidos, 1,434,856 millones de una población de más de 7 millones y un padrón electoral de más de 5 millones. Fue más votado el expresidente Sánchez Cerén con 1,495,815 millones.

En las encuestas, desde los primeros meses de su gestión, el Presidente Bukele ha experimentando una constante reducción de su popularidad. Por lo tanto, no estoy segura de que ahora tenga la mayoría con él.

Ahora bien, El Banco Centroamericano (BCIE) aprobó en octubre del año pasado 109 millones de dólares americanos para el plan de seguridad del gobierno de Bukele. Sin embargo, la Asamblea Legislativa debe realizar dos aprobaciones antes del desembolso de los fondos.

No nos oponemos al combate contra la inseguridad, de hecho, la Asamblea Legislativa le aprobó al Presidente un incremento en seguridad y defensa, en 11,2% y 18,5% respectivamente, en el Presupuesto General de la Nación de este año 2020, con respecto al del año pasado.

Ahora, el Presidente pide la aprobación de un nuevo préstamo, sin embargo, cuando se discutió en la Comisión de Hacienda y Especial del Presupuesto de la Asamblea Legislativa, nos encontramos con muchas irregularidad.

Por ejemplo, no conocemos oficialmente el plan de seguridad del gobierno, no se justifican bien los fondos solicitados. Hay una parte destinada para la compra de helicópteros, buque y equipo de cámaras de videovigilancia.

En este punto, hay un conflicto de intereses, porque se supo que una compañía mexicana de seguridad acusada de corrupción le regaló un viaje en jet privado al Viceministro de Seguridad Osiris Luna, él se negó a dar la información de quién le había pagado ese viaje, incluso cuando fue obligado a publicarla por el Instituto de Acceso a la Información Pública.

No nos oponemos a la seguridad, pero si pedimos garantías de transparencia para aprobar este préstamo.

KC: ¿Cuál es su opinión sobre la actitud del presidente Bukele? ¿Un joven político de centro derecha que promueve un perfil unificador? ¿Crees que puede hacer que las cosas sucedan para los salvadoreños?

Nayib Bukele es un político que manipula a las masas con la fe y las redes sociales. Antes de las elecciones se vendió como una persona de izquierda, sin embargo, es un presidente de derecha obediente a la política del gobierno de Trump, de Estados Unidos.

En menos de un año eliminó más de 18 programas sociales de beneficio para la gente, realizó despidos masivos, incrementó su presupuesto en publicidad y protege a funcionarios corruptos.

Incontables asesinatos están ocurriendo en el país y San Salvador ha recibido el título de «capital mundial del crimen». Por lo tanto, parece razonable que se necesite más equipo de policía y ejército. ¿No es así?

El problema de la violencia e inseguridad de El Salvador tiene sus causas estructurales en la pobreza y la desigualdad. Esto se agravó en dos décadas de gobiernos neoliberales. Las respuestas a este problema deben ser integrales, no sólo la represión, sino también la prevención y generación de oportunidades.

Los índices de homicidios vienen con una tendencia a la baja desde el gobierno anterior. Aún así, la criminalidad es un flagelo que sufre la población salvadoreña todavía. Estamos conscientes de ello.

El Gobierno tiene recursos, el congreso le aprobó el incremento al presupuesto de seguridad y defensa. Es hora que el gobierno trabaje con un verdadero plan.

KC: Parece que los problemas del crimen y la pobreza también son los más grandes para los ciudadanos salvadoreños. ¿Qué podría resolver estos problemas?

Es necesario incrementar la inversión pública social, es decir, crear e implementar programas sociales en áreas de educación, salud y empleo. Además, es urgente combatir la evasión de impuestos que hacen las grandes empresas salvadoreñas.

Otro tema importante es la transparencia, la anticorrupción y la formación técnica y profesional de nuestra juventud.

KC: ¿Podría hacer un comentario sobre la posición de las mujeres en la vida política y social?

Las mujeres salvadoreñas hemos luchado por una mayor participación en la toma decisiones nacionales. Como diputada he impulsado y apoyado varias leyes para promover la igualdad y equidad de género.

Todavía persisten la discriminación y violencia contra las mujeres, la desigualdad en el salario con respecto a los hombres, la criminalización y violencia obstétrica, los feminicidios se han incrementado. Aprobamos reformas electorales para garantizar la participación no menor del 30% de mujeres para la elección en cargos públicos.

Estamos trabajando por la “paridad” de género. Hay muchos retos pero estamos trabajando por lograrlos. El machismo es muy fuerte en la sociedad salvadoreña.

KC: Muchos salvadoreños están migrando. Mientras tanto, al menos 140 ciudadanos de El Salvador han sido asesinados desde 2013, cuando Estados Unidos comenzó su política de deportación. ¿Crees que la política de Trump está en la dirección correcta, incluida la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México?

No apoyo el muro de Trump ni su política antiinmigrante. Son más de 1.6 millones de salvadoreños que viven en Estados Unidos, la mayoría no cuentan con documentos. Además, diariamente miles de salvadoreños arriesgan sus vidas al intentar llegar a Estados Unidos de forma irregular.

Pedimos que se respeten los derechos humanos de las personas migrantes y que se busque una solución real y permanente para la regularización del estatus de nuestros compatriotas.


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