Eduardo Andrade Bone •  Opinión •  24/01/2024

Daniel Noboa: la nueva marioneta del Imperio

Con el cuento de la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la delincuencia organizada transnacional, EE.UU. busca ganar apoyo en América Latina, buscando controlar de forma encubierta administraciones gubernamentales como la de Perú y ahora Ecuador.

El primer mandatario, Daniel Noboa, se ha reunido recientemente con el senador Christopher Dodd, enviado especial para las Américas del presidente Biden, y la generala Laura Richardson, comandante del Comando Sur, junto a la canciller Gabriela Sommerfeld y los ministros del eje de seguridad para la región. 

Los halcones de la casa blanca han decidido transformar en su centro de operaciones a países como Ecuador y Perú, para cuando sea necesario, implementar un nuevo “plan Cóndor 2.0”, además de reducir la influencia que vienen adquiriendo China y Rusia en América Latina. También desde el Ecuador pueden operar con mayor eficacia para buscar la desestabilización del gobierno venezolano y el fracaso de la gestión gubernamental de Petro en Colombia, que son los objetivos principales del Departamento de Estado para asuntos latinoamericanos.

El académico Richard Salazar, expreso que el “Ecuador es un punto central en este momento, política y geopolíticamente por el abandono que ha habido en las últimas décadas de América Latina por parte de Estados Unidos”.

El mandatario ecuatoriano haciéndose eco de las directrices y ordenes de Washington,  ha calificado a USA como su «socio estratégico» y ha destacado que esta visita es «una manifestación potente del presunto respaldo internacional que ha recibido el Ecuador» ante la decisión del gobierno de Noboa de «combatir de manera frontal el terrorismo, el narcotráfico, así como la delincuencia organizada transnacional en todas sus manifestaciones, y devolver la paz a la ciudadanía», en donde la generala Laura Richardson, juega un papel vital en su trabajo para la región.

Otro de los objetivos de la generala Laura Richardson, es permitir que la CIA y la DEA, puedan tener una amplia autonomía para poder operar y tener bajo control a los grupos políticos progresistas, vía infiltración. Y en el caso de la DEA, que esta pueda tener manga ancha en el presunto control del tráfico de estupefaciente. 

Se suele decir que la droga incautada es destruida para evitar que se vuelva a comercializar. La destrucción de la droga se realiza de diversas maneras, como la incineración, el enterramiento o la disolución. Sin embargo, en Dallas, Texas, la Agencia para el Control de Drogas, DEA, por sus siglas en inglés, tiene un búnker de máxima seguridad y cuya ubicación exacta es secreta. Adentro guardan miles de millones de dólares en toneladas de drogas que fueron decomisadas en casos de investigaciones de narcotráfico, las cuales no se explican porque no son incineradas y porque permanecen en un bunker secreto y para qué.

La reciente visita de personeros de la Casa Blanca y el Departamento de Estado norteamericano también ha tenido por objeto intensificar el intercambio comercial, de manera de afectar especialmente a China en su relación con Ecuador, como una manera directa de influir en la dinamización de la economía y la generación de empleo, que no logro el gobierno derechista de Lasso, que tuvo que dejar el cargo por incapacidad para gobernar. 

En el encuentro se abordó la cuestión migratoria para «propender hacia una migración segura, ordenada y regular, así como encontrar soluciones pragmáticas y mutuamente convenidas a los problemas y la difícil situación que viven los ciudadanos ecuatorianos en el país del “sueño americano» y que comienza a vivir su propia decadencia a escala global y que ante su desesperación, busca controlar directamente gobiernos como Ecuador, Perú y Argentina, para implementar su política intervencionista y de terror.

Los medios de prensa del Ecuador, que en su mayor parte se encuentran bajo el control de la oligarquía nacional, señalan que la visita de Dodd y Richardson fue calificada como «el resultado de una política exterior proactiva y pragmática» del Gobierno de Ecuador, que ahora recibe el espaldarazo del gobierno de Biden», para manejar a su antojo la nueva marioneta del Imperio en la región.

 La canciller del Ecuador, Gabriela Sommerfeld, afirmó que “Ecuador cuenta con todo el marco legal para fortalecer y recibir las instrucciones y presunta cooperación estadounidense y de otros países en materia de seguridad”, pero no profundizo en qué consistirá dicha cooperación, expresa la prensa del Ecuador.

Tampoco quedo claro, si abría un mayor acceso al mercado estadounidense para los productos ecuatorianos y servicios, así como la atracción de inversiones y financiamiento, apuntando a la generación de empleo. Recordemos que, bajo el gobierno derechista de Lasso, creció el desempleo y en realidad a los Estados Unidos, solo le preocupa el problema de la seguridad de sus intereses geopolíticos en la región y no resolver el problema de los sin trabajo.

De allí que eso, de ayudar a controlar la delincuencia, el narcotráfico y otros flagelos creados por la economía capitalista, no es más que un “volador de luces”, que solo busca el control de los países de la región con el objeto de fortalecer su política hegemónica en América Latina. Solo cabe agregar que “satanás” ya llego al Perú, Ecuador y se apronta para llegar a la Argentina.


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