Francisco González Tejera
¿Nos mean pero debemos decir que llueve?
¿Si te mataron a tu familia los sicarios fascistas del régimen de Franco encima debemos pedir disculpas antes de que nos acusen de “delito de odio” si decimos lo que pensamos?
Con Pablo Hasel ¡Abajo el régimen!
Estoy con Pablo Hasel, tiene todo mi apoyo, considero que tiene razón en todo lo que dice, me identifico con cada una de sus últimas declaraciones, donde afirma que “medio país piensa lo mismo” y que escritoras “nada sospechosas de ir contra el estado” lo han relatado en sus libros, como Pilar Urbano o Ana Romero.
El circo de Clavijo
Fernando Clavijo, presidente de la zona del estado español con mayor índice de pobreza y exclusión social, un 35% de la población, con las cifras más altas de desempleo, un 22%, con cientos de miles de familias sin ningún tipo de ingresos, con las tasas de hambre infantil y suicidios por motivos económicos más altas de esta España de pandereta y corrupción, declara desde Bruselas que “debe acabarse ya el circo de Catalunya”.
La puerta abierta y el sueño
Se ven solos ante la debacle después de tantos años de dolor, Lola vio morir a su padre Juan y a su madre Frasquita, después de veinte años de cuidados día y noche, más tarde las muertes de sus hermanos uno a uno, Juan, Manolo, José, Javier.
La mirada de Gerda
En los últimos instantes Gerda Pohorylle pensó en los mejores planos, en la regulación de su objetivo para obtener la foto final, la que removiera conciencias, la que tal vez contribuyera a transformar las estructuras más injustas.
Delito de odio
Delito de odio es no llegar a fin de mes, que nos gobiernen corruptos, que desahucien a familias enteras y a niños a punta de pistola policial, las 356.000 personas enfermas dependientes asesinadas en sólo dos años por la retirada de las ayudas a la dependencia.
Españolismo de cruces gamadas
La crecida ultraderechista en el estado español generada por la aplicación de las políticas represivas del régimen en Catalunya se hace más que evidente, todo tipo de grupos nazi-falangistas actúan a sus anchas con absoluta impunidad en cada ciudad, en cada pueblo o barrio, sin que desde las instancias jurídicas y policiales se haga casi absolutamente nada.