Volker Türk •  Opinión •  30/03/2017

Declaración de Volker Türk, Alto Comisionado Adjunto de ACNUR para la Protección, sobre el nuevo naufragio en el Mediterráneo

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, se siente profundamente consternada ante la noticia de un nuevo naufragio en el Mediterráneo, que puede haberse saldado con hasta 146 personas muertas o desaparecidas.

Un equipo de ACNUR entrevistó esta mañana en la isla italiana de Lampedusa al único superviviente de una embarcación que se cree se hundió en el Mediterráneo con 147 pasajeros a bordo, incluyendo a cinco niños y varias mujeres embarazadas. El superviviente, de 16 años, reveló que la embarcación había partido dos días atrás desde Sabratah, en Libia, y comenzó a hacer aguas tras unas pocas horas de navegación. Él logró salvar la vida agarrándose a un tanque de combustible, hasta que fue rescatado por un barco español que participa en la Operación Sofía.

Ésta última tragedia sirve como un claro recordatorio de la vital importancia de contar con un sólido mecanismo de búsqueda y rescate.

Salvar vidas en el mar debe continuar como prioridad fundamental para todos, y ACNUR elogia la acción de la Guardia Costera Italiana en coordinación con Frontex, la Agencia Europea para la Guardia de Fronteras y Costas.

Las ONG también juegan un papel crucial en el salvamento de vidas en el mar, proveyendo de capacidad de rescate adicional, muy necesaria. En 2016, el 26% de todas las operaciones de rescate en el Mediterráneo fueron realizadas por ONG, lo que supone más del doble que el año anterior.   

Las operaciones de rescate son hoy más necesarias que nunca, debido al reciente incremento de llegadas marítimas a Italia – unas 23.085 personas en 2017- y a la menor calidad de las embarcaciones empleadas por los traficantes, incluyendo endebles barcas hinchables que a menudo no soportan todo el viaje

Según un informe de la Guardia Costera Italiana, la mayor probabilidad de que se produzca un naufragio y hundimiento se ve favorecida por la falta de teléfonos satelitales en las embarcaciones, el elevado número de salidas nocturnas desde Libia con malas condiciones en la mar y el uso de botes neumáticos con un número cada vez mayor de pasajeros.

Al adoptar la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes el 19 de septiembre de 2016, los Estados miembros de Naciones Unidas alabaron los esfuerzos que se habían hecho para rescatar a personas en peligro en el mar y se comprometieron a intensificar la cooperación internacional para reforzar los mecanismos de búsqueda y salvamento.


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