Omar Pérez Salomón •  02/08/2017

Si se restablece el capitalismo en Cuba

Por estos días la televisión cubana transmitió el filme Ciudad en rojo, de la realizadora Rebeca Chávez, inspirado en la novela Bertillón 166, de José Soler Puig, que aborda la vida en Santiago de Cuba durante la lucha clandestina contra la dictadura batistiana.

Impacta sobremanera la conducta inhumana de los miembros de la policía del régimen de Fulgencio Batista y el valor de jóvenes que luchan por cambiar las calamidades generadas por el capitalismo. Me llamó la atención una manifestación de madres que recorriendo las calles de esa ciudad portaban carteles que decían: “Cese el asesinato de nuestros hijos”; “Que se vayan los asesinos”.

En la actualidad, mientras la mayoría de los cubanos trabajan en perfeccionar y mejorar nuestro modelo económico y social para hacerlo cada vez más justo y que de respuesta a las necesidades materiales y espirituales del pueblo, una minoría se reúnen en Washington para analizar las vías que posibiliten restablecer el capitalismo en Cuba.

La respuesta a la interrogante expuesta en el título de este texto la podemos resumir en los siguientes datos, que reflejan la situación que existía en Cuba antes de 1959.

-El cuadro era desolador: asesinatos, cabezas rotas, brazos fracturados, camisas manchadas de sangre. La jauría batistiana trataba de ocultar su cobardía con crueldad. Las cárceles y estaciones de policía utilizaban nuevos y más refinados instrumentos de torturas. 

-En el juego de la charada, la bolita y la lotería se empleaban unos 100 millones de pesos, uno de los per cápita más altos del mundo. Se conocía que desde el Palacio presidencial se enviaban recaudadores que pasaban por las oficinas de los casinos y recogían grandes sumas de dinero.

-Durante sus casi siete años de tiránico mandato, el régimen de Batista llegó a manipular más de tres mil millones de pesos obtenidos por la vía de las recaudaciones y las emisiones de valores públicos.

-Fulgencio Batista disponía de una tupida telaraña de testaferros, intermediarios, cómplices, socios y abogados, para enmascarar sus intereses en unas 70 empresas.

-El gobierno norteamericano nunca disimuló su respaldo al régimen de Batista. Se abroqueló en un oportuno neutralismo cuantas veces se invocaba la constante violación de los derechos humanos por el dictador y su pandilla, y realizó importantes entregas de armas a la dictadura.

-Unas 700 000 personas estaban desempleadas y subempleadas: de ellas el 45% correspondía al área rural.

-Cuatrocientos mil obreros industriales y braceros tenían sus retiros desfalcados.

-El 23,6% de la población mayor de 10 años era analfabeta. El 45% de los niños de 6 a 14 años no asistía a las escuelas. Paradójicamente, había más de diez mil maestros desempleados.

-La mortalidad infantil superaba los sesenta fallecidos por cada mil nacidos vivos.

-La esperanza de vida al nacer apenas llegaba a los 58 años.

La capital del país, con el 22% de la población, disponía del 65% de los médicos y 62% de las camas hospitalarias.

-No existía un sistema de asistencia social.

-Doscientas mil familias campesinas que no tenían una vara de tierra donde sembrar unas viandas para sus hambrientos hijos.

-El 14% de los obreros agrícolas del país padecía o había padecido de tuberculosis, el 13% había pasado la tifoidea y el 36% se confesaba parasitado.

-El noventa por ciento de los niños del campo estaba devorado por parásitos que se les filtraban desde la tierra por las uñas de los pies descalzos.

-El ochenta y cinco por ciento de los pequeños agricultores cubanos  pagaban renta y vivían bajo la perenne amenaza de despojo de sus parcelas.batista-1

-Más de la mitad de las mejores tierras de producción cultivadas estaban en manos extranjeras.

-Solamente había entonces un hospital rural con apenas 10 camas y sin médico alguno.

-El hospital de dementes de Cuba tenía entonces 2 000 camas, para más de 6 500 pacientes, la mayoría sin identidad personal, desnudos, con insuficiente o ningún tratamiento.

-El treinta por ciento de los campesinos no sabían firmar, y el noventa y nueve por ciento no sabían Historia de Cuba.

El pueblo cubano de seguro nunca permitirá regresar al pasado de oprobio, terror, miseria y explotación que genera el capitalismo. Aunque la mayoría de la población cubana actual no vivió estas calamidades, no podemos olvidar la historia, nuestros muertos y la gloria que se ha vivido.

Fuente: Culturayresistencia