Carlos Santa María •  Opinión •  28/10/2016

Histeria antirrusa: los fundamentos lógicos de esta enfermedad

La histeria de Occidente sobre Alepo surgió por una razón, solo porque los terroristas están en una situación difícil. Esa es la única razón.

«Toda esta histeria de Occidente en torno a Alepo surgió por una razón. Y no se debe al hecho de que Alepo ahora está rodeada. Ha estado rodeada por los terroristas durante varios años y no hemos escuchado ni una sola pregunta de los periodistas occidentales sobre lo que estaba sucediendo allí. Comenzaron a hablar de Alepo solo porque los terroristas están en una situación difícil. Esa es la única razón».    

Bashar al-Assad

Ha sido un gran detonante las revelaciones de la ex agente secreta de Gran Bretaña conocida como M15, Annie Machon, quien advirtió que los votantes estadounidenses deben temer el hackeo de su propio Gobierno en el proceso electoral y no de Rusia. La funcionaria del Servicio de Seguridad Interna del Reino Unido confirmó la posibilidad de que los ciberataques proviniesen de las propias oficinas del gobierno, de entidades localizadas en el propio país o expertos profesionales, explicando que los altos presupuestos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), permiten financiar de modo suficiente el “trabajo” en el sector cibernético y la guerra electrónica para realizar dicha actividad ilegal.

La sentencia es definitiva: “Uno de los puntos sobre los cuales los estadounidenses deben estar alertas son los mismos ordenadores de votación (…) Pueden ser pirateados a distancia por lo que al momento de votar por un partido su voto se transmuta inmediatamente en un voto para el otro partido”. (1) Es decir, se confirma que Barack Obama, ferviente partidario de la aspirante presidencial Hillary Clinton, está utilizando el aparato estatal en toda su dimensión para favorecer los intereses de Wall Street.

El descubrimiento de estas relaciones antiéticas y otros hechos de indudable trascendencia ha incrementado una enfermedad nerviosa en el gobierno estadounidense, caracterizada por la expresión física y verbal a través de gestos grandilocuentes que se denomina histeria, manifestada en alteraciones emocionales o excitación provocados por situaciones tensionantes como la frustración, la imposibilidad de aceptar limitaciones, desesperación ante el descubrimiento de un engaño causado o fundamentalmente por la incapacidad de razonar lógicamente ante la adversidad. Entre sus características sociales se encuentra llorar, gemir, enojarse, amenazar, razonar incoherentemente, desviar la atención, gritar, descomponerse en forma de reacciones exageradas y, usualmente, no ante sus contradictores sino en lugares donde se sienten con algún poder frente a sus interlocutores. 

En ese sentido, se entiende que la campaña Clinton, apoyada por Washington y los Medios controlados, haya desarrollado una intensa campaña contra Moscú, acusando de intervenir en el proceso eleccionario de USA., lo que la define claramente  como una enfermedad ya que cumple todos los requisitos que la componen e, incluso, su extralimitación la acerca peligrosamente a problemáticas sociopatológicas pues sus manifestaciones se acercan a límites anormales de razonabilidad.

La constatación fehaciente se ha dado con la amenaza del vicepresidente de USA, Joe Biden, manifestando que el presidente Vladimir Putin tendrá una respuesta sin precedentes en una operación encubierta que lanzarán ante los supuestos hackeos al Partido Demócrata.

Al respecto, Edward Snowden ha destacado tres razones infantiles: una, se conoce que toda operación encubierta es denominada así porque mantiene un nivel de reserva tal que sólo un círculo secreto conoce de dicho plan. En este caso, Biden dice públicamente que hará dicha operación lo cual es un síntoma demasiado preocupante al desconocer lo que significa dicho concepto. Dos, sin precedentes significa que prácticamente no se ha visto en ningún lugar, aunque este funcionario dice que se verá plenamente cuando ocurra, es decir, además de alertar configura un nivel bastante difícil de medir; tres, que el Estado ruso ha infiltrado los sistemas de seguridad del Partido Demócrata, sin aportar ninguna prueba, contraseña, documento, etc., expresa la confusión entre una teoría conspirativa producto de la imaginación con una solvente realidad comprobada.

Las razones reales de esta enfermedad son dos básicamente: una, el temor que produjo a las élites el ascenso de un candidato que no pertenece ni está sujeto a sus órdenes, que no les debe favores políticos ni está acostumbrado a ello (lo que si Clinton garantiza), y dos, la necesidad de aumentar un presupuesto militar para mantener la ocupación en innumerables países, sus bases instaladas como fuerzas de ocupación y el desarrollo del mercado armado el cual es una fuente de riqueza y sostenibilidad para EE.UU.

Sin embargo, la histeria se ha incrementado pues existe una gran probabilidad que oficiales de la Coalición hayan fallecido por los bombardeos en Alepo y que, producto del sitio, no puedan extraer a otros, tal como lo sostiene la periodista rusa Irina Álksnis en su cuenta de Facebook, pues Occidente busca salvar a sus ‘comandos’ y consejeros militares cercados en la urbe. Ello explicaría las desesperadas declaraciones de funcionarios de la ONU “alertando” de la crisis humanitaria y la necesidad de suspender los bombardeos…como único medio de fortalecer a las bandas terroristas y “moderados decapitadores”.

Ahora que se conoce que probablemente el jefe de la banda terrorista Daesh, Ibrahim al-Samarrai (alias Abu Bakr al-Bagdadi), ha muerto recientemente a consecuencia de graves lesiones en un ataque contra éste  en la frontera entre Irak y Siria, la exasperación y el pesimismo de la Coalición debe ser inmensa al perder un aliado fundamental y seguramente intentando ocultarla para evitar la alta desmoralización de dicho grupo. Tal como se había ratificado en esta columna, el líder del Estado Islámico habría fallecido hace un año atrás o habría sido herido de gravedad por las fuerzas iraquíes en la batalla de liberación de Al-Anbar. Si se une al ataque cobarde de Bélgica a civiles en Alepo cuando dos cazas F-16 de la aviación belga integrados en la llamada coalición anti-Daesh liderada por EE.UU. realizaron este martes un bombardeo aéreo contra la aldea siria de Hassajek, el apoyo al terrorismo es inocultable. Es gravísima la manipulación occidental de los Medios sin informar que en las partes de Alepo bajo el control del Gobierno sirio permanecen 1,4 millones de habitantes que sufren atentados y ataques con morteros por parte de los yihadistas radicados en la parte este, dinamitando los corredores humanitarios creados para tal fin y fusilando a las personas que intentan huir.

La histeria alcanza ribetes impresionantes cuando el Canciller Lavrov ha advertido que atacarán a los terroristas de Daesh que huyan hacia Mosul desde Siria, confirmando el primer ministro iraquí, Haidar al-Abadi que la Coalición dirigida por Washington es responsable del posible escape de los integrantes de esta organización terrorista hacia las fronteras sirias.

La conclusión final es que, aprovechando las décadas en que se ha inoculado la animadversión contra el pueblo iraní, ruso, chino, entre otros, a través de una propaganda mediática descomunal utilizando la prensa, radio, cine, televisión, redes, la histeria puede dar frutos descompuestos. Lo que no se puede confirmar es que dicha publicidad engañosa siempre persistirá pues el avance de la transparencia y la objetividad en un mundo alternativo, paulatinamente es apreciado por un planeta que conoce de las limitaciones graves que ejercen élites ligadas a la domesticación humana. La historia parece corroborar que Mosul y luego Al-Raqa serán símbolos de las soberanías posibles.

Fuente: http://www.hispantv.com/noticias/opinion/312016/tensiones-rusia-occidente-siria-apoyo-putin-al-asad


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