El paso del ‘yo’ al ‘nosotros’

No es un salto cualitativo, es simplemente un giro, el célebre giro pragmático de Rorty -> dejar a un lado las representaciones y atender a la solidaridad. Pero no se trata de una moralidad, sino de una manera adecuada de hablar de los criterios de uso del fenómeno, si es que lo es, de la verdad; o de lo que decimos acerca de la verdad, porque cuando hablamos de la verdad, en verdad, nos comportamos verdaderamente, no disertamos para filósofos.

        No se trata del ‘realismo interno’ de Putnam (Realism with a human face, 1990 ) que se basa en la intersubjetividad debida a un mutuo entendimiento respecto a lo que se dice, sino de una comunidad de comunicación ante la cual, dice Habermas en El giro pragmático de Richard Rorty 2000 ) cada agente justifica sus opiniones, y en esta interpretación empírica ‘conocimiento’ queda equiparado a ‘racional’ –ambos términos se mencionan, no se usan- dejándose llevar por una aceptación asumible entre comunidades.

        El conocimiento humano deja de ser un fenómeno privado y se convierte en público, de tal manera que el ‘yo’ de cada uno nada dice si no es en función de los demás ‘yoes’ entre los cuales él se encuentra y es por ello uno más del ‘nosotros’. Sólo de esta manera puede una opinión ser aceptada y ser, a la vez, operativa. De hecho basta atender al lado conversacional de nuestras vidas para comprobar cómo la comunicación avanza siempre y cuando el yo de cada uno disminuye. O de otra manera: no hay conversación posible al margen del conocimiento como solidaridad.