Arthur González •  Opinión •  07/01/2017

Muere misteriosamente un detenido por la policía de Tampa

Estados Unidos auto proclamado como paladines de los derechos humanos del mundo, no puede explicar cómo el 29.12.2016 murió un hombre al que la policía de Tampa detuvo cuando completamente desnudo saltaba y golpeada los autos en una de las avenidas de esa ciudad floridana.

Si el hecho hubiese ocurrido en alguna de las provincias de Cuba, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Observatorio de los Derechos Humanos de Madrid, la Organización Human Rights y hasta el Parlamento Europeo, hubiesen formado una algarabía extraordinaria, pero el suceso fue en Estados Unidos y por tanto se convierte en una noticia más, sin ninguna repercusión internacional.

 

De acuerdo con un cable publicado por la agencia de noticias española EFE, Stephen Hegarty, vocero de la policía de Tampa, explicó que Nathan Hamilton de 39 años, se resistió al arresto y prosiguió con su comportamiento errático y violento dentro del auto patrullero, donde comenzó a “sentirse mal” y murió horas después en el Hospital San José, a donde fue trasladado.

En su relato, la policía afirmó que “el detenido dañó al menos un automóvil y otros quedaron manchados con su sangre como resultado de los golpes que daba con su cabeza”.

represion-policia-usaPero lo que no dicen es que si para reducirlo al orden, los agentes policiales lo golpearon como acostumbran a hacer con casi todos los que se resisten a ser arrestados, y de ahí la causa real de su muerte al llegar al hospital.

Ahora la justificación es que “se comportaba como si una droga le estuviera cambiando la mente”, bajo el pretexto de que se han presentado varios casos de “Flakka”, una nueva droga mezclada con sales de baño que produce episodios de paranoia, ansiedad, psicosis y alucinaciones.

Si estaba bajo los efectos de una droga o no, no es motivo para que llegara tan golpeado y casi muerto al centro hospitalario.

Cuando la policía cubana detiene a uno de los asalariados de Miami, las agencias de prensa al servicio de la guerra psicológica contra Cuba, fabrican de inmediato filmes de terror con acusaciones falsas que nunca pueden ser demostradas, como sucedió al ser arrestado días atrás, el seudo artista Danilo Maldonado, el cual puede verse, en videos en YouTube, inhalando cocaína.

La detención de Maldonado fue considerada por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos , como una violación de los derechos humanos y hasta el Departamento de Estado hizo declaraciones en su apoyo; sin embargo, sus desórdenes públicos nunca se le asocian al efecto de las drogas que consume, sino a que es un “disidente”.

¿Por qué ahora Kimberley Motley, abogada estadounidense especialista en Derechos Humanos, que viajó a la Habana para “defender” a Maldonado, no investiga a profundidad las causas de la muerte del ciudadano Nathan Hamilton y cuál fue el trato que recibió de la policía yanqui para ser reducido por la fuerza y conducido en un auto patrullero?

De acuerdo con las declaraciones del vocero de la policía de Tampa, en el sur de Florida, especialmente en Fort Lauderdale (Broward), se han presentado varios casos de “Flakka”, una nueva droga mezclada con sales de baño que produce episodios de paranoia, ansiedad, psicosis y alucinaciones.

El caso del ciudadano Hamilton es uno más en la amplia lista de personas muertas por el maltrato de los policías de Estados Unidos, quienes lo mismo golpean salvajemente, rocían gases lacrimógenos, que matan a tiros a los detenidos.

Para esas víctimas de abusos y excesos de violencia policial no hay reclamos de justicia, ni condenas por parte de las decenas de organizaciones de Derechos Humanos que atacan a la Revolución cubana, siguiendo orientaciones del Gobierno de Estados Unidos con el fin de distorsionar la realidad de la Isla.

Pero como expresara José Martí:

“…La verdad continua incólume su marcha por la tierra”

Fuente: https://heraldocubano.wordpress.com/


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