Al-Hakam Morilla Rodríguez •  Opinión •  25/01/2017

La importancia de NO llamarse Íñigo

«La mejor forma de mantener prisionero a alguien es hacerle creer que no está preso». Fiódor Dostoyevski

Nacionalismo de Estado extremo, orden social basado en la obediencia a Roma, desprecio por la democracia y las libertades personales… ¿les suena? No, no se trata del pseudoconstitucionalismo español y sus patéticos cantores de pena, carnavalescos herederos del tardofranquismo, sino de la pesadilla hitleriana impuesta por el genocida monseñor Jozef Tiso, jesuita presidente de Eslovaquia condenado a la horca tras su deposición forzosa y proceso en 1947. Con la soga terminaban los terribles crímenes del que llegaría a aseverar: ‘El catolicismo y el nazismo tienen mucho en común: trabajan mano a mano para reformar el mundo’.

Antaño los partidos de verdadera oposición, desde la I República, en sus estatutos, con mecanismos de control, con posiciones laicas por escrito sin fisuras enarboladas con orgullo, incluso articulados en todo tipo de admirables células masónicas para una pugna democrática no tramposa, intentaban evitar por todos los medios que la caduca e hipócrita garduña inquisitorial se rehiciese en su pérfida mendacidad, en su enmascarada rapacidad sin límites, dedicándose a hacer de alienígenas por departamentos universitarios, rotativos, órganos judiciales, parlamentos, partidos, etc. No ya la independencia de un partido político, peligraba la soberanía del propio Estado, las libertades ciudadanas, si se consentían infiltraciones de submarinos frailunos o monjiles camuflados de ‘seglar’. Por eso un nombre como el de Errejón, Íñigo, cacofónico por la mala rima como Logroño, siempre nos hace sospechar de andar no en en la órbita de aquel fraile mozárabe así denominado, sino en la de los capitanes araña de toda fortuna, o de inmuebles de viudas sin hijos, que fraguó Íñigo de Loyola (ved en internet: Monita Secreta, Instrucciones reservadas), el cual mudó a Ignacio al crear su Orden Negra (no, por desgracia no se trató de Juego de Tronos: véase el texto clásico indispensable, prescrito el ‘copyright’ y gratis en internet, ¡Pobres jesuitas!, de Fernando Garrido Tortosa).

Vamos a dejar las cosas claras a algunos arrogantes politicastros del pesebre, y a sus estómagos agradecidos tertulianos. ¿De qué ‘democracia’ habláis si jamás hemos conocido, ni aspiráis a ello, una Asamblea Destituyente, con carácter previo a la Costituyente? ¡Si pasamos de unas Cortes constituidas clericalfranquistas a otras constituyentes como por ensalmo para necios! ¿Os referís tal vez a un nuevo ‘puedo prometer y prometo’ mientras los cuadros del podemismo, burguesía media ilustrada o interinos, se transforman en sueldofijos a cambio de entonar loas al líder supremo -o peor aún, a los cabecillas de facciones-, y repetir como papagayos el guión? ¿Más redenciones españolistas desde despachitos en Madrid a las colonias de la periferia?

¿Un ‘programa’ como el de ‘Cáritas’ -o Carotas- en plan beneficiencia o sopaboba conventual para consolar a los depauperizados por no tener todavía un ESTADO DEMOCRÁTICO Y REPRESENTATIVO -sí, ‘selebros’, eso que no existe sólo en el partido-, ni LIBERTADES COLECTIVAS ASEGURADAS, SEPARACION REAL DE PODERES, NI EMPODERAMIENTO DE LOS DE ABAJO, con la capacidad de exigirle cuentas a los cargos electos y destituirlos si nos mienten o estafan? ¿Queréis acaso reflotar la pirámide excluyente del PCE&IU o la hedionda dictadura zombi de la Pp$OEC’s, y alejaros aún más de la ciudadanía? ¡Cuánto tiempo más seguiréis permitiendo a ‘lobbies’ eclesiásticos, expoliadores en la sombra, arruinar al Estado y matar -sí, asesinar- a seres humanos en la calle de frío y malnutrición, haciéndonos emigrar; e incluso fumigando a enfermos en listas de espera, etc, por no exigirles con la máxima vehemencia renunciar a su oscura rapiña brutal, de siglos, con piel de ovejita ?

‘Hay que envolver el mundo en papel de periódico’, afirmaba animando a más propaganda, a muchas cortinas de humo, el sumo sacerdote franquista y pinochetista de la Reacción, Escrivá (antes Escriba, pues ocultaba sus orígenes sefardíes). Con la vieja táctica de los media del capital, hacer de un escupitajo un mar y de un océano de inmundicia propio una salivilla, pretenden restarle credibilidad o legitimidad a la entusiasta hinchada del iglesismo. Tal vez les erosione algo, pero no creo que contengan lo que se avecina, aquello del Gatopardo: dejemos que el mundo cambie para que todo siga igual. El mismo sanedrín jesuítico de siempre, vacilando de gran currículum, como Fraga. El de Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE y la UGT, hoy no hubiese valido nada. No hubiese pasado, como mucho de alcalde. ¡Un simple tipógrafo, con las manos manchadas de tinta, por favor, adónde iríamos a parar…!, dirán los del ‘coach’, la boutique y el coche oficial, no sólo en el socialgeriátrico de la Pp$OEC’s y de las JONS.

Los soberanistas en Navarra-Euskadi y Catalunya perciben esta nueva irrupción maquillada del mismo nacionalismo español, solapado, como lesiva para sus intereses. Con suma cautela, en las apariciones de los divos mediáticos de Podemos por allí, se han mostrado exquisitos con la sensibilidad nacional de esos dos Pueblos. Para ellos la agenda identitaria, para nosotros la ideológica. Por Andalucía, muy al contrario, ya no se molestan ni en disimular el parafascismo: ¿los veis programar actos en Málaga, Granada y Almería por el ochenta a aniversario del seis al ocho de febrero, por la masacre de civiles en la escabechina de ancianos, mujeres y niños de la Carretera de la Muerte, equivalente a tres Guernicas? Ah, es verdad, que como eso le ocurrió a los moromierdas del ‘sur’ no encontrará ni a un pintor -no hace falta ser el desnaturalizado y afrancesado Picasso-, que lo pinte…

Sin embargo, la piedra de toque para evidenciar la impostura, a la hora de postularse unos nuevos redentores de la federalizada ‘patria plurinacional’ (o para detectar cierto ‘anarquismo’ de salón), no es otra que analizar sus prioridades a la hora de elegir sus adversarios, más allá de abstraciones para consumo de pardillos. Se entendería que en su exhorto de moralina regeneradora a las masas, deberían posicionarse frente a los máximos depredadores de la sotana y sus conmilitones de las ‘escuela de empresariales’ jesuíticas u opusinas, servidores de un Estado extranjero romano, enmascarados de progre o liberal para implosionar todo tipo de organizaciones civiles… Nada, por ahí no hay nada que rascar de ‘los amigos del pueblo’.

Al menos ‘los salvadores de la gente’ se centrarán en su lucha por la Justicia desarrollando actividades, con prevalencia máxima, en la Autonomía del estado más poblada y empobrecida, con el farolillo rojo más tercermundista de Europa según todos los índices socioeconómicos, con Andalucía. Pues no, tampoco, al parecer a muchos ‘revolucionarios’ de vodevil debe inspirarles más el lechazo por Valladolid regado con buen caldo, flirtear con la ‘embotoxnada’ Lomana, o hasta presentarse a comer ¡a la mansión con capilla del beato Bono, en compañía del hermanito del obispo ZP!

Bakunin fue el primero, que se sepa, en acuñar el término de ‘nueva clase’ -¡la casta!, ahora jamás mencionada- para referirse a quienes iban a dominar el conocimiento del control técnico. En una serie de análisis y predicciones, que quizá puedan considerarse entre los más destacados en las ciencias sociales, según Chomsky, Bakunin afirmaba que esa ‘nueva clase’ procuraría convertir su acceso al saber en poder sobre la vida social y económica. Y ella querría crear ‘el reino de la inteligencia científica, el más aristocrático, despótico, arrogante y desdeñoso de todos los regímenes. Habrá una nueva clase, una nueva jerarquía de científicos auténticos y falsos, y el mundo será dividido entre una minoría dominante en nombre del saber y una inmensa mayoría ignorante. ¡Qué buen servicio para la masa de ignorantes!’.

Si bien nadie duda de su lealtad al socialismo, Bakunin no resguardó al movimiento socialista del ímpetu de su crítica: ‘Confiar la organización y gobierno de la sociedad a sabios socialistas -afirma- sería el peor de los regímenes despóticos’. Los dirigentes del partido comunista, pensaba, se esforzarán por ‘libertar a su modo. Centralizarán las riendas del poder en manos sólidas, porque el pueblo ignorante exige una tutela muy enérgica; fundarán un solo banco de Estado concentrando en sus manos toda la producción comercial, industrial, agrícola y hasta científica, y repartirán la masa del pueblo en dos ejércitos: uno industrial y otro agrícola, bajo el comando directo de los ingenieros del Estado que formarán la nueva casta (¡sic!) privilegiada político-científica’. ‘En realidad sería para el proletariado un régimen militar’ bajo el control de una burocracia roja. (…) ‘esa minoría sabia que pretende expresar la voluntad del pueblo” gobernará “la ficción de esa pretendida representación del pueblo” que servirá para ocultar “el hecho real de la administración de las masas populares por un puñado insignificante de privilegiados elegidos o no (…)’.

 

Como en el capitalismo liberal, esta clase se desenvuelve con el incremento de la centralización estatal mientras el ‘pueblo soberano’ será sometido ‘a la minoría intelectual que lo gobierna, que pretende representarlo y que infaliblemente le explota’. ‘Al pueblo -escribía también Bakunin-, no le irá mejor en absoluto si el palo que le pega lleva el nombre del palo del pueblo’. En este sistema de gobierno evolutivo – Estado socialista o Estado capitalista – ‘los astutos y los cultos’, alcanzarían privilegios mientras ‘la masa uniformizada de los trabajadores y trabajadoras se despertaría, se dormiría, trabajaría y viviría al compás del tambor’.

No tiene desperdicio aquel viejo sabio ruso, citado por Chomsky, recordado con admiración en el análisis de este último en ‘Los intelectuales y el Estado’. Un clero laico o ‘legitimadores de consenso’ los llamaba Isaiah Berlin. ¡Qué asombrosa predicción del usurero terror al que nos han conducido los fariseos y ruines tecnócratas opusinos y qué seria advertencia a los navegantes de Podemos, para no caer en la misma mezquindad de ciertos contumaces hipócritas de PCE&Izquierda Unida -mirad al opulento camarada Valderas, jubilado con más de 200.000€ anuales- que por competir con las garduñas neoinquisitoriales no se han quitado el viejo disfraz de comisarios políticos de la clandestinidad durante la Guerra Fría, mimetizándose entre ellos!

Aunque algo hemos adelantado, la mayoría de las madres aun telelobotomizadas y llevando a sus hijos de catequesis -el colmo del ‘feminismo’ vaticanista, pues en Roma no se permite la ciudadanía a las mujeres y sus sectas las someten al varón-, por lo menos salvo en los feudos de la rancia burguesía de Euskadi, al menos no le dan a sus hijos el nombre de ‘Íñigo’, o el más cruel… ‘Íñiga’.

* Al-Hakam Morilla Rodríguez, Coordinador de Liberación Andaluza: @lascultura


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