Pani Guzmán •  Opinión •  01/03/2017

Hablar. Escuchar. Mandar obedeciendo

Hablar. Escuchar. Mandar obedeciendo

El Ayuntamiento de Peligros ha firmado este 17 de febrero la Declaración de Conil por la Democracia Participativa en la gestión municipal, convirtiendo a Peligros en uno de los 30 municipios andaluces que pasan a formar parte de dicho acuerdo, entre los que se encuentran Cádiz, Córdoba, Dos Hermanas, Marbella y Puerto de Santa María, entre otros. Un acuerdo de intenciones para la creación de una red andaluza de democracia y presupuestos participativos.

Se trata de una apuesta compartida por la democracia participativa que conlleva la conformación de espacios de encuentro entre los actores que la promueven: gobiernos locales, universidades, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanía, y un compromiso para garantizar mecanismos de comunicación para avanzar una agenda andaluza de apoyo mutuo, promoción y visibilidad de la innovación democrática.

Y como muestra un botón. El Pleno del Ayuntamiento de Peligros aprobó el jueves pasado el Presupuesto Municipal de 2017, los quintos Presupuestos Participativos del municipio. Las cuentas contemplan un aumento de las inversiones de más del 50% con respecto al ejercicio anterior, y consignación presupuestaria para las diez propuestas más votadas por el pueblo en noviembre pasado (con 1.384 votos emitidos). El equipo de gobierno ha incluido además presupuesto para algunas de las propuestas que salieron de las asambleas de barrio, y de colectivos, como la puesta en marcha de un servicio de autobús que conectará los barrios de Peligros, propuesta por la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Peligros (proyecto que podría estar en marcha en el último trimestre de este año).

Este otoño pasado, por quinto año consecutivo, cualquier vecina y vecino de Peligros tuvo la oportunidad de participar en su presupuesto participativo: realizando propuestas en su asamblea de barrio, en la asamblea joven, o a través de la página web del ayuntamiento. Las propuestas fueron estudiadas en una comisión de viabilidad compuesta por ciudadanía, personal técnico y responsables políticos. Y de ahí resultaron veinte propuestas, de las vecinas y los vecinos de Peligros, que se votaron en la segunda semana de noviembre. Las diez propuestas más votadas se incorporan de manera vinculante en el presupuesto municipal de 2017 y se llevarán a cabo. Porque en Peligros las decisiones ciudadanas del presupuesto participativo son de obligado cumplimiento… Tan sencillo como la democracia misma.

El presupuesto participativo es un proceso por el que las vecinas y vecinos podemos decidir en qué y cómo nos gastamos el dinero público del Ayuntamiento (nuestro dinero). Su principal objetivo es el beneficio colectivo de la comunidad, introduciendo el debate sobre un concepto más real de ciudadanía y derechos políticos. Construir y reforzar mecanismos de control, seguimiento y comunicación sobre la gestión pública, facilitando un diálogo permanente entre el pueblo y sus responsables políticos.

Modificar formas de gobierno pasando de las necesidades a las propuestas, desde la incorporación de cuantas más personas mejor en las decisiones. Limitando a su vez, el control duro y centralización del poder en la figura del político al que nos tenían habituado anteriores gobernantes (“yo ya sé lo que la gente quiere”).

Planes de formación para personas desempleadas, especialmente para jóvenes, ampliación de presupuesto en la bolsa social de empleo y en el banco de alimentos municipal, 45 huertos sociales y agroecológicos, mejoras en equipamientos y actividades juveniles gestionadas desde los propios colectivos, libros subvencionados para el bachillerato, arreglos y mejora de distintas plazas y parques, etc. Nombrando algunas de las propuestas más votadas con las que el ayuntamiento se comprometió en su desarrollo, se demuestra que Peligros mejora a nivel social y crece en democracia. Un PUEBLO que sí DECIDE en su gestión municipal.

Tanto la transparencia como la participación van en el ADN de Ganemos Peligros. Que las vecinas y vecinos tengan la posibilidad de decidir el destino de los recursos públicos es un componente esencial de los presupuestos participativos, generando espacios ciudadanos de encuentro, debate, propuestas y decisión sobre la gestión pública de los recursos, abriendo la posibilidad de extender y visibilizar esta práctica de apuesta por la democracia participativa desde lo local.

Mientras tanto, los ayuntamientos seguimos siendo los grandes perjudicados por las políticas de austeridad llevadas a cabo en los últimos años por el Gobierno central del Partido Popular, con el respaldo del PSOE en numerosas ocasiones tal como pudimos comprobar en la última votación en el Congreso. Particularmente, los municipios de menos de 20.000 habitantes sufrimos un vacío de recursos y competencias, limitando la capacidad de actuación en el desarrollo de políticas sociales y de empleo, obligándonos a pagar la deuda a los bancos antes que a mirar y atender las necesidades de nuestro pueblo.

Es necesario apoyar la derogación y modificación de la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local. Sentar las bases del nuevo municipalismo del Siglo XXI, que tenga como bases la elaboración de una nueva Ley de Bases de Régimen Local, para clarificar y aumentar las competencias de los Entes Locales; garantizar un nuevo sistema de financiación local que asegure derechos y la prestación de servicios esenciales; y garantizar la transparencia y la participación directa y vinculante de la ciudadanía.

En definitiva se trata de construir municipios con derechos, y recuperar los derechos de las personas que las habitan. Y es evidente que esta realidad que estamos viviendo hay que cambiarla.

* Pani Guzmán, Concejal de Participación y Comunicación en el Ayuntamiento de Peligros.


Opinión /