Lucía Berbeo •  Opinión •  05/03/2017

A cuatro años de la siembra del líder venezolano Hugo Chávez

Este cinco de marzo se conmemora los cuatro años de la siembre del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, quien en vida fue reconocido con el Premio Internacional José Martí de la UNESCO por su constante actuación a favor de la integración de los países de Latinoamérica y del Caribe, así como por su labor por preservar la identidad, las tradiciones culturales y los valores históricos de la región.

De la mano de Chávez nació la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y PetroCaribe, entre otros logros.

En vida implantó una política de programas sociales, muy atractiva llamada misiones, iniciando con Barrio Adentro, que nace para consolidar la atención primaria como prioridad de su política de salud, para dar respuestas a las necesidades de la población, especialmente la excluida.

Luego pone en marcha la Misión Barrio Adentro Deportivo, con el objetivo de elevar los niveles de salud y calidad de vida de la población, así como la promoción de la práctica de ejercicios físicos. Aunada a éstas, se implantaron las misiones Robinson, Ribas, Sucre, Ciencia, Árbol, Negra Hipólita, Alimentación, Cultura Corazón Adentro, José Gregorio Hernández (Milagro), Música (Fundación Simón Bolívar), Agro Venezuela, y Vivienda Venezuela.

Ante su legado, se entrevistó a la defensora de los derechos humanos y coordinadora del Frente de Mujeres Argelia Velázquez, Judith López Guevara, quien manifestó que a cuatro años de su siembra, Hugo Chávez sigue vivo y caminando por las calles de la capital de Caracas al lado de su pueblo batallador.

La también economista dijo, que fue un hombre autentico, nacionalista, antiimperialista, patriota y bolivariano, “su amor por su pueblo lo expresó en hechos, dándole participación protagónica en las actividades gubernamentales, creó espacios para el estudio y la formación, desde allí comenzó a construir la Revolución Bolivariana, evaluando las necesidades inmediatas, logró la participación del pueblo en la creación de una nueva Constitución”.

Junto a los estudiantes, el Comandante levantó la necesidad de crear nuevas universidades para la población flotante que no tenía acceso a la educación, motivándolas a retomar los estudios superiores para una mejor Venezuela, “un arma contra la ignorancia y la sumisión, impulsando la visión de la municipalización de la educación universitaria y la creación de aldeas universitarias”.

Manifestó López Guevara, que el oriundo de Sabaneta fue un hombre único en estos tiempos, se declaró feminista, apoyó las luchas de las mujeres, reconociéndolas en sus enormes valores y aportes a la sociedad, respetando sus espacios, en su gobierno la participación de las féminas fue notoria.

Puntualizó la analista, que en lo político “fue crudo y rudo, reconoció públicamente las limitaciones de su enfoque inicial ecléctico (lo bueno del capitalismo y del socialismo realmente existente) como lo plateaba el político británico Tony Blair y asumió el desafío de llamar a construir un nuevo socialismo, cuando hasta mucha de la llamada izquierda lo consideraba un perro muerto y enterrado. Con esto se coloca a la vanguardia política de los pobres del mundo”.

En cuanto a la primera vez que lo vio en persona, expresó López Guevara, que “tuve la experiencia de conocerle, de conversar, lo bueno es que a él no se le olvidaban los rostros y si me llegaba a ver en alguna marcha o desde un escenario me saluda a mi como a otros que reconocía en esos inolvidable eventos”.

Al tiempo puntualizó “lo vi muchas veces jugando en el Fuerte Tiuna entre los años 2002 y 2003, cuando yo hacía un postgrado en Gerencia y nos íbamos a estudiar para allá, por una compañera que vivía en las casitas de los militares, bajábamos a verlo jugar”.

Asimismo “con el tiempo me nombró miembro de la Junta Directiva de Cardiológico Infantil cuando se creó este hospital y sigo allí al lado de la Dra. Isabel Iturria, ex ministra de Salud”. 

Finalizó rememorando que el insigne revolucionario impulsó la construcción de los consejos comunales, los movimientos sociales, así como las fuerzas políticas y revolucionarias, logrando calar en la conciencia de los venezolanos, con sus ideas, y sus grandes sueños que hoy los continúa cristalizando el mandatario obrero, Nicolás Maduro Moros.


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