El Mirador Global •  Opinión •  30/03/2017

El Gran Kurdistán y la balcanización de Siria

¿Cómo es posible que cuando más debilitados están los grupos yihadistas en Siria más se incrementa la escalada terrorista y militar de las fuerzas invasoras en el país? ¿Cómo es posible que, si todas las potencias intervinientes en Siria dicen estar “luchando contra el Estado Islámico”, esta organización criminal tan rudimentaria todavía no haya sido derrotada por los ejércitos más potentes del mundo?

Parece una contradicción, pero no lo es. La explicación, como es bien sabido y se ha documentado en tantas ocasiones, es que la OTAN y las dictaduras del Golfo crearon al Estado Islámico (EI) para invadir Siria y derrocar al gobierno secular de Bashar Al Assad, en el marco de una agenda imperialista de más largo alcance (“primaveras árabes”), con Irán como la pieza regional más deseada. Estos terroristas actuales son los nietos de los “muyahidines” que la CIA envió a Afganistán en 1979 bajo la dirección del ideólogo Zbigniew Brzezinski para tratar de empantanar allí a la Unión Soviética. Desde entonces han sido utilizados para desestabilizar países y regiones en función de sus intereses económicos y geopolíticos. Por lo tanto, los terroristas del EI y del resto de grupos takfiríes (los “rebeldes moderados”) son los aliados de la OTAN y del Consejo de Cooperación del Golfo en Siria. Son sus soldados de infantería, sus mercenarios sobre el terreno, pero además, su propia existencia sirve como excusa a la OTAN para justificar sus intervenciones directas en Siria e Irak y todo Oriente Medio y norte de África (en el marco de la llamada guerra global contra el terrorismo). Desde el año 2011 hemos visto cómo cada vez que estos terroristas wahabíes que actúan en Siria – bajo diversas siglas y denominaciones – se encuentran acorralados por parte de las fuerzas sirias y de sus aliados antimperialistas, los patrocinadores de los terroristas salen a su rescate. Sin su financiación y su apoyo militar y logístico el EI en Irak y Siria sería historia desde hace mucho tiempo.

Hago este pequeño preámbulo – que para aquellos lectores mejor informados sonará reiterativo – para poner en contexto la escalada de terror que estamos viendo en Siria en los últimos días. Los recientes ataques del régimen sionista israelí contra el Ejército Árabe Sirio [1], así como los bombardeos de Estados Unidos (EU) contra la población civil (incluida una escuela en Al Mansur) y el despliegue de sus tropas en Siria [2], o los atentados terroristas provocados en Damasco y sus alrededores durante los últimos días evidencian la desesperación de las potencias occidentales y sus criminales aliados porque están perdiendo la guerra de invasión que iniciaron hace ahora seis años. Y son un nuevo intento de hacer fracasar las conversaciones de Astaná (Siria-Rusia-Turquía-Irán) para alcanzar un acuerdo político en el que estas potencias occidentales tienen poco o nada que decir sobre el futuro de Siria.

En paralelo también debemos prestar atención al peligroso doble juego que están interpretando algunos de los actores que intervienen en esta guerra de invasión. Y no me refiero únicamente a Turquía, sino también a la alianza entre EU y los kurdos sirios. Esta alianza supuestamente “antiterrorista” esconde otros intereses que nada tienen que ver con mantener y respetar la integridad y la soberanía de la República Árabe Siria. Más bien todo lo contrario.

El Gran Kurdistán de Siria e Irak

La destrucción de Siria como Estado independiente y su posterior balcanización forma parte de los planes de Washington desde hace muchos años. De hecho la creación de “zonas de seguridad” o “zonas de exclusión aérea” bajo la excusa de “proteger a la población civil”, algo que reclaman insistentemente los gobiernos de la OTAN y las grandes ONGs a su servicio, oculta realmente la intención de ir arrebatando partes del territorio sirio al gobierno de Damasco hasta fracturarlo definitivamente como hicieron, por ejemplo, en Yugoslavia bajo el mandato del español Javier Solana (PSOE) o posteriormente en Irak tras la invasión en 2003.

En esta línea, actualmente Estados Unidos está utilizando las reivindicaciones de los kurdos sirios para crear un Kurdistán en Siria, que se uniría estratégicamente al ya existente Kurdistán iraquí que dirige el títere criminal Masud Barzani. Según informaciones publicadas recientemente en la página Inside Syria Media Center, Estados Unidos y los kurdos sirios habrían llegado a un acuerdo sobre los límites geográficos del futuro Kurdistán sirio, que unido al Kurdistán iraquí formarían el llamado Gran Kurdistán entre Siria e Irak [3]. Según los planes de Washington la creación del Kurdistán sirio se llevaría a cabo después de liberar Al-Raqa y de expulsar al Estado Islámico tanto de Siria como de Irak.

Ya en septiembre de 2016 el líder kurdo del Partido de la Unión Democrática (PYD), Salim Muslim, anunció desde la ciudad de Kobane un acuerdo de colaboración en materia militar y política de los kurdos sirios con los kurdos iraquíes, después de que varios miembros del PYD se reunieran con el presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani. Estos acuerdos se realizaron bajo la supervisión de funcionarios y militares de Estados Unidos [4].

Sobre el terreno Rusia, al igual que Estados Unidos, ha movilizado a sus tropas en Afrin y Mabij en lo que Turquía considera un movimiento para proteger a los kurdos sirios. Rusia colabora con los kurdos en la medida en que éstos luchan contra el EI. Pero está por ver hasta qué punto Rusia está dispuesta a defender los intereses kurdos en cuanto a la creación de un Kurdistán en Siria. Moscú siempre ha defendido que la soberanía y la integridad territorial de Siria no son negociables. Pero todos sabemos la “volatilidad” de la situación en Oriente Medio y lo rápido que pueden cambiar las alianzas estratégicas entre las diferentes fuerzas intervinientes en la región. En cualquier caso, ya sea contra EU, ya sea contra Rusia, o contra ambos a la vez, la situación del régimen de Erdogan en Siria terminará por colapsar en algún momento [5].

También es importante señalar aquí dos asuntos a tener en cuenta: a principios del mes de marzo los líderes de los 6 partidos kurdos más importantes de Irán se reunieron para organizar acciones conjuntas en contra la República Islámica de Irán. Varios días después, el 20 de marzo, dos miembros de la Guardia Revolucionaria iraní fueron asesinados (algunas fuentes hablan de seis muertos) y varios más resultaron heridos en la ciudad de Mariwan tras un ataque lanzado por el grupo las Águilas de Zagros (Zagros Eagles), compuesto por militantes del llamado Kurdistán oriental (Irán) y del Kurdistán iraquí del clan Barzani.

Por otro lado, en febrero de este año el Partido Democrático del Kurdistán de Irán (KDP-I) – alineado con los intereses de Washington, Londres, Israel, Arabia Saudí y el clan Barzani – exigió al presidente estadounidense Donald Trump que incluyera a la Guardia Revolucionaria de Irán en la lista de “organizaciones terroristas” [6].

Los kurdos están jugando en Siria el papel de peones del imperialismo anglosajón en el “gran tablero de ajedrez” geopolítico. La “izquierda” debería tener un poco más de cuidado a la hora de hacer bandera de sus reivindicaciones “soberanistas” en Oriente Medio.

La OTAN moverá a sus terroristas en Siria para golpear desde adentro a Rusia, China e Irán 

En buena medida la resolución de la guerra de invasión contra la República Árabe Siria depende del resultado de otra guerra soterrada que se está disputando en el corazón político de Estados Unidos. Si Donald Trump se impone al Estado Profundo que pretende derrocarlo y logra imponer su agenda, es probable que su deseado acercamiento a Rusia termine con un acuerdo sobre Siria y con el consecuente cese de su apoyo a los terroristas de Al Qaeda y sus filiales en Siria e Irak. Pero, a la vista de los acontecimientos que están ocurriendo en EU y de algunas peligrosas maniobras por parte del gobierno estadounidense, pensar que el presidente Trump vaya a imponerse a los golpistas y a dar un giro drástico a la política imperialista de Washington – tal y como prometió en campaña – supone ser demasiado ingenuo. De momento, mientras la guerra civil entre las elites sigue en marcha en Washington, sobre el terreno la política exterior estadounidense sigue avanzando por la misma senda y dirigida por los mismos criminales de antaño.

En un plano más amplio del análisis, en Siria no sólo se están disputando los grandes recursos energéticos del país, o la construcción de los gasoductos y oleoductos que permitirían a Arabia Saudí y Catar conquistar el mercado europeo en detrimento de Irán, o incluso la intención por parte de Occidente de eliminar a un gobierno soberano, antimperialista, anti-sionista y aliado de Hezbolá y de una potencia regional “enemiga” de la OTAN como es Irán. Sino que en Siria se está disputando el nuevo equilibrio de poder entre las principales potencias capitalistas del mundo. O si lo prefieren lo que algunos analistas definen como el Nuevo Orden Mundial, o el paso del “mundo unipolar” caracterizado por el dominio absoluto de Estados Unidos, a un “mundo multipolar” donde la hegemonía y el centro del poder se distribuye entre varios actores y lugares, básicamente China, Rusia y EU (aunque también entre países como India o Irán en un segundo plano).

Como consecuencia de este cambio geopolítico de primer nivel, Rusia y China están en el punto de mira de los globalizadores occidentales que intentan conservar su hegemonía política, militar, financiera, económica y cultural, impuesta al resto del mundo desde la Segunda Guerra Mundial y acelerada e intensificada tras la caída de su único contrapeso, la Unión Soviética.

Siria y Ucrania, así como las maniobras militares en el Mar Meridional de China, son algunos de los escenarios principales donde Occidente trata de frenar la influencia y el crecimiento del eje estratégico Moscú-Pekín-Teherán que, entre otras cosas, amenaza con dominar Eurasia, “el corazón del mundo”. Es por ello que ante la imposibilidad de imponerse en Siria y debilitar a Irán, con una Rusia impermeable a las sanciones y cada vez más influyente en Oriente Medio, y con una China cada vez más fuerte en todo África, Asia y Latinoamérica, es más que probable que las potencias de la OTAN traten de incendiar y desestabilizar a Rusia, China e Irán desde lugares más cercanos a sus fronteras o incluso desde su propio territorio utilizando para ello al terrorismo yihadista que ahora opera en Siria y en otros países de Oriente Medio y del sudeste y centro de Asia [7]. Tengamos en cuenta que en Siria e Irak están operando miles de yihadistas rusos procedentes de la región del Cáucaso, así como también miles de yihadistas uigures procedentes de la región de Xinjiang, en el noroeste de China. Estos terroristas, ahora con experiencia de combate y entrenamiento militar servido por la OTAN, suponen un potencial peligro para la estabilidad y seguridad interna de Rusia y China, algo no van a desaprovechar sus enemigos, los patrocinadores del terrorismo internacional.

Sin olvidar, claro está, el patrocinio occidental de grupos “opositores” y “ONGs” dentro de estos países con el fin de implementar nuevas “revoluciones de colores” o “primaveras árabes” que tantos réditos les dieron en el pasado.

Todo esto, obviamente, es una hipótesis que con el tiempo veremos si es acertada o no. Pero lo que es ya un hecho objetivo es que Estados Unidos y sus aliados llevan décadas utilizando a los grupos terroristas wahabíes que crearon (como Al Qaeda o ahora el Estado Islámico) para derrocar gobiernos, desestabilizar regiones y alcanzar así sus espurios intereses económicos y geopolíticos. De esto no cabe ninguna duda.

REFERENCIAS – NOTAS

[1] Regional, World War Possible As Israel Continues To Provoke Full-Scale Confrontation With Syria,- artículo de Brandon Turbeville (Activist Post, 23/3/2017) http://www.activistpost.com/2017/03/regional-world-war-possible-as-israel-continues-to-provoke-full-scale-confrontation-with-syria.html

[2] US Expands Defacto Syrian Invasión,- artículo de Tony Cartalucci (Land Destroyer, 25/3/2017) http://landdestroyer.blogspot.com.es/2017/03/us-expands-defacto-syrian-invasion.html

[3] BREAKING: State of Great Kurdistan to be Created in Syria and Iraq,- Inside Syria Media Center (24/3/2017) https://en.insidesyriamc.com/2017/03/24/breaking-news-state-of-great-kurdistan-to-be-created-in-syria-and-iraq/

[4] Is the U.S. Ready to Back a Kurdistán?,- información de Mariam Al-Hijab (International Policy Digest, 7/10/2015)  https://intpolicydigest.org/2015/10/07/is-the-u-s-ready-to-back-a-kurdistan/

[5] Checkmate in Syria: Erdogan’s gambit with Putin is not paying off,- David Barchard (Middle East Eye, 24/3/2017) http://www.middleeasteye.net/columns/checkmate-syria-erdogan-s-gambit-putin-not-paying-159544833

[6] Iranian Kurds Attack Revolutionary Guards in New Year Offensive,- análisis de Christof Lehmann (NSNBC, 20/3/2017)  https://nsnbc.me/2017/03/20/iranian-kurds-attack-revolutionary-guards-in-new-year-offensive/

[7] Keeping The “Counter-terrorism” Myth And The Islamic State Alive,- artículo de Toni Cartalucci publicado en NEO (Global Research, 24/3/2017) http://www.globalresearch.ca/keeping-the-counter-terrorism-myth-and-the-islamic-state-alive/5581565

Fuente: https://adolfoferrera.wordpress.com/2017/03/27/el-gran-kurdistan-y-la-balcanizacion-de-siria/


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