Foro Contra la Guerra Imperialista y la OTAN •  Opinión •  11/04/2017

Estados Unidos busca la guerra

1. La guerra en Siria es el caso más álgido de una ofensiva y de la injerencia imperialista a escala planetaria.

En la mañana del 7 de abril, dos destructores de la armada norteamericana, -con base en Rota y desplazados al Mediterráneo oriental- lanzaron por sorpresa un bombardeo masivo con misiles de crucero sobre la base militar Siria de Shayrat, en la provincia de Homs.

El gobierno norteamericano justificó el ataque como una represalia contra el gobierno de Siria por el supuesto uso de armas químicas días antes en la localidad de Jan Sheijun (provincia de Idlib).

El asunto estaba en manos del Consejo de Seguridad del ONU pero no se esperó a una resolución para realizar el ataque.

2. La legalidad internacional, a la que permanentemente se apela, fue vulnerada por la coalición occidental. La ONU, una vez más, ninguneada por sus mas ardientes defensores.

Todos los gobiernos occidentales aplaudieron la agresión norteamericana y participaron activamente en la campaña política, mediática y diplomática que acusa al gobierno y al ejército sirios del ataque químico criminal. De allí que los famosos “Cascos Blancos” fueran usados una vez más en esta campaña de los medios occidentales. Nadie ha prestado atención a lo evidente:

El gobierno de Siria negó rotundamente el uso de armas químicas y pidió en la ONU que se realizara una investigación independiente.

El gobierno Sirio destruyó su arsenal de armas químicas bajo supervisión internacional en 2014. Las razones para disponer del arsenal eran la disuasión frente a las armas químicas y nucleares con que la entidad sionista amenaza al estado Sirio y a los demás países de la región.

A pesar de la intensa campaña mediática, hasta ahora sólo se han documentado ataques con armas químicas perpetrados por los grupos terroristas islámicos. Los síntomas observados en las víctimas son similares a los que presentaban las que resultaron de los ataques químicos perpetrados en Alepo por los terroristas en 2016. El mismo día 9 de abril atacaron con bombas de cloro un barrio de Mosul, en Irak. Nada ha aparecido en los medios occidentales.

Toda la información disponible muestra que los terroristas reciben suministros de armas químicas (junto con munición, víveres y armamento pesado) desde Turquía con el beneplácito, si no suministro directo, de los países de la OTAN, que también facilitan la comercialización del petróleo robado en Irak por los terroristas con lo que pagan los suministros.

Frente a la propaganda, el gobierno y el ejercito de Siria han demostrado en el transcurso de la guerra un extremo cuidado para proteger a la población civil, alargado las batallas lo suficiente para minimizar los daños y en muchos casos, como el la batalla de Alepo, aceptando la evacuación los terroristas de la ciudad, portando incluso sus armas, bajo supervisión internacional. También ha realizado numerosos y muy generosos acuerdos de rendición de grupos de insurgentes y reintegración de sus miembros en la sociedad civil.

En los últimos meses y bajo supervisión internacional, se llevan a cabo negociaciones de paz con numerosos grupos insurgentes en Astana, Kazakstán. Estas negociaciones están siendo saboteadas por los grupos terroristas, que no han respetado el alto el fuego y por los países occidentales que acuden como observadores y justifican la actitud de los terroristas.

3. La potencia hegemónica, EEUU, actúa en función de sus intereses geoestratégicos y de desposesión: realiza esta agresión en defensa de sus intereses corporativos, del complejo industrial militar y de su aparato político en crisis.

Hoy el Imperialismo Euro-Norteamericano tiene abiertos tres frentes bélicos, con sus puntos más calientes en Rusia y oriente medio, China y Corea del Norte y Latinoamérica y Venezuela.

La crisis económica del capitalismo, incapaz (tras la deslocalización promovida por la globalización y por los ajustes de precios consecuencia del desplome de la demanda en occidente) de extraer beneficios a la producción industrial y agotados los recursos saqueadores de los movimientos especulativos masivos de las últimas décadas, no tiene otra salida que la reanudación de la actividad productiva basada en la industria de la guerra, que necesita, sin lugar a dudas, ocasiones para consumir lo que produce. La destrucción inherente a la guerra proporcionará más adelante oportunidades de reconstrucción y con ello un nuevo ciclo de reproducción de capital y generación de beneficios.

Por sus características, el bombardeo de la base Shayrat es más que un ataque a Siria: es un ataque frontal contra Rusia, que apoya al gobierno de Siria y combate activamente a su lado en esta guerra. El estado mayor norteamericano no ignoraba que aviones y helicópteros rusos utilizan la base con frecuencia.

A esto hay que añadir la instalación del escudo antimisiles en Polonia, la continua acumulación de tropas de los países de la OTAN en la frontera occidental rusa y la frecuente realización de maniobras militares allí, con provocadoras incursiones en el espacio aéreo ruso para probar sus sistemas de defensa.

La propia situación de Ucrania, con un gobierno nazi impulsado y apoyado por los países de la UE, que masacra a su población en Donbas y el resto del país y que está permitiendo el despliegue de barcos y tropas de la OTAN en el Mar Negro, o la situación en Georgia o Armenia, o el despliegue de sistemas anti-misil en Corea del Sur, hacen ver a las claras que se busca bien una confrontación directa con Rusia o su desestabilización interna por la agudización de sus propias dificultades en un contexto de aislamiento internacional y de desgaste bélico.

La combinación de atentados a Rusia, este ataque y los demás actos brutales de agresión, dejan muy claro que estamos en guerra. Y no solo con Rusia, pues hay que añadir a ello las continuas provocaciones a China, buscando su desestabilización(a través del acoso a Corea del Norte y la obstaculización de su comercio por mar, dificultando tanto la importación de materias primas como la exportación de productos industriales con continuas incursiones de la armada norteamericana en sus aguas territoriales) o la operación de acoso a Venezuela, financiando y apoyando a los grupos involucionistas violentos en el interior, la brutal campaña de intoxicación mediática y la permanente vigilancia de la 4ª Flota.

Rusia ha demostrado una gran eficacia militar contra los ejércitos terroristas y un comportamiento que no cae en la provocación occidental.

Rusia ha solicitado una nueva reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU denunciándolo como una grave violación del derecho internacional y ha suspendido el protocolo de coordinación que tenia establecido con EEUU para evitar incidentes y ha cerrado las líneas telefónicas directas.

No es desde luego la primera vez que países de la OTAN o su aliado sionista atacan Siria, tanto de forma directa con ataques aéreos sobre su ejército, como prestando asesores militares clandestinos a las tropas terroristas. En días recientes, fuerzas especiales de ejercito Norteamericano han ocupado y se han establecido en el noreste del territorio Sirio, en las proximidades de Raqqa, con la excusa de apoyar la ofensiva Kurda sobre esta ciudad, un acto de guerra contra Siria y una violación del derecho internacional. Estos actos se han realizado en coordinación con los ataques del ejercito terrorista sobre varias zonas del país que han obligado al ejercito sirio a distraer tropas de Raqqa.

4. – El papel del estado español es de sumisión y entrega incondicional a las políticas imperiales, sumándose a la vulneración del derecho internacional y negando la institucionalidad de NNUU. Por lo tanto, es cómplice directo de estos crímenes de guerra, al ceder su territorio como base de los ataques ilegales. Por eso se suma a la escalada belicista, aceptando el mandato imperial de aumentar los gastos militares y pone en riesgo la seguridad nacional al ser participe de una confrontación bélica de imprevisibles consecuencias.

Por todo ello, la lucha contra el imperialismo cobra ahora más sentido que nunca. Resulta de vital importancia que la población pueda visibilizar la relación de sus problemas cotidianos con estas políticas criminales del imperialismo e impregnar así cualquier lucha de contenido social de solidaridad internacionalista y de denuncia y de lucha contra el imperialismo allí donde ataque.

Hoy Rusia, China y Latinoamérica tratan de escapar de la hegemonía del Imperialismo Euro-Norteamericano. Hoy los campos de batalla contra el imperialismo están en Siria, mañana en Venezuela, Cuba o la propia Rusia.

Luchar contra las agresiones imperialistas se den donde se den, por la salida de nuestros países de la OTAN, por el cierre de las bases norteamericanas en Europa y por la cancelación de los tratados bilaterales, por el cese de los actos de agresión bélica y propagandística a los demás países por parte de nuestros gobiernos, debe ser una prioridad.

Esta lucha debe contar con nuestro apoyo más decidido y en ella debemos implicar a todos los colectivos que de una u otra manera luchan contra el capitalismo y sus consecuencias en distintos ámbitos sectoriales. La lucha será internacionalista y anti-imperialista o no será.

Foro Contra la Guerra Imperialista y la OTAN, 11 de abril de 2017.


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