Marisa Ruiz Asensio •  Opinión •  21/04/2017

Suicidio en Tenerife como consecuencia de una orden de desahucio

En Tenerife ha sucedido un trágico acontecimiento que define la pésima gestión, por parte del gobierno y organismos competentes, que se está realizando en nuestro país y es que un hombre se ha suicidado tras recibir la orden de ejecución de desahucio de su hogar por parte del juzgado. El protagonista de este suceso tan dramático se suma a una larga lista de personas que han decidido acabar con su vida en nuestro país por culpa de un sistema corrupto que dio un poder a los bancos para que puedan controlar como meras marionetas a las personas decidiendo cuando las dejan sin hogar.

Esta es la cruda realidad de un país hundido en la miseria en el que el ciudadano no es más que un esclavo de un sistema que atenta contra los derechos civiles. Nos venden la idea de que vivimos en una democracia y hemos de respetar una Constitución que nos protege y cuyos artículos nos bridan una seguridad idónea para vivir, pero esto es una vulgar mentira. El Artículo 47 de esta Constitución que, se supone, nos defiende y representa dice que ´´Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación´´. Habiendo leído e intentado comprender haciendo uso del razonamiento lógico hasta que punto no cumplen con este artículo deduzco que de nada sirve que tengamos un «libro´´ que es la carta que representa a todos los españoles cuando se permite que muchos se quiten la vida por no recibir los derechos que se prometen; recordemos la famosa Ley del Desahucio Express que nos la presentaron como aquella « a través de la cual se pretende agilizar los trámites judiciales que versan sobre los impagos en el alquiler de una vivienda por parte de los inquilinos´´ y que fue una de  las vías por la que mucha gente se vio en la calle u optó por quitarse la vida.

El problema no es solo que no se cumpla la Constitución sino que en su día el estado proporcionó a los bancos un poder que para nada merecen y que se han encargado de utilizarlo para ejercer unas funciones que han llevado al ciudadano a la peor de las desdichas. Cuando firmas una hipoteca estás firmando una sentencia que te condena de por vida a solventar a unas entidades que no son más que usureros sin escrúpulos a los que le pagas en intereses el doble o triple del valor real de la vivienda que has adquirido. La situación laboral que acontece en nuestro país no ayuda a que la persona que se compromete a pagar una hipoteca pueda hacer frente a los pagos mensuales por lo que en muchas ocasiones ha de renunciar a la vivienda. Cuando se le entrega dicha vivienda al banco se piensa que no se seguirá pagando una cantidad que era imposible afrontar pero lo que no se sabe es que no desaparece la obligatoriedad de pago a pesar de no tener la propiedad. Para no seguir pagando las cuotas que se firmaron al inicio, y ya sin disfrutar la vivienda, la persona ha de declararse insolvente pero esto es algo que limita tu vida para siempre porque entonces ya no tienes la opción de tener una vida normal en el que un posible trabajo estable pueda ofrecerte el pago de una nómina mensual pues de recibir dicha cantidad de dinero se la quedaría el banco como seña de lo que debes, en resumen, te quedas sin casa pero con deuda.

Pero… ¿Cómo renuncias a la casa por la que has luchado tantos años contra viento y marea y has convertido en tu hogar? ¿Cómo le dices a tu familia que tenéis que abandonar el lugar donde habitáis? Cuando te ves solo, en la calle, derrotado, hundido, defraudado por todos los que parecían apoyarte a la firma de un contrato de compraventa es cuando crees que no hay salida y actúas como todos aquellos que se han quitado la vida a lo largo de estos años de penurias y crisis dejando un legado de dolor y amargura en todos sus seres queridos.  ¿Alguien cree que a los bancos o al gobierno le importa la muerte de estas personas que no han visto otra salida que el suicido? Pues no, a los que se encuentran en los despachos de los bancos vestidos de traje y corbata solo les importa el dinero, el poder, más ventas y que suba el índice de préstamos e hipotecas firmadas; a todos los que están en esas entidades y te reciben con su mejor sonrisa, que no es más que la mueca del mismísimo diablo, y un bolígrafo en la mano solo les interesa que firmes un contrato que te condene de por vida a pagarles un dinero que no merecen. Al gobierno no le importa en absoluto la gente que fallece suicidándose porque no ve otra salida que la muerte como antídoto a su agonía, al gobierno le da exactamente igual lo que le ocurra a los ciudadanos del país que lidera ya que no se preocupa por salvaguardar sus necesidades y vulnera con muchas de las acciones que ejecuta los derechos de éstos.

España tiene 3,4 millones de viviendas vacías en todo el país y nuestros gobernantes permiten que ciudadanos pierdan su casa, decidan suicidarse o vivan en la calle en vez de intentar implantar algún acuerdo que vele por la necesitad carente de muchos de tener un hogar. Según La reforma de la Ley Hipotecaria que ultima el Gobierno se tendrá en cuenta el porcentaje que representa un impago sobre el capital total prestado y no el número de cuotas que el hipotecado ha dejado de pagar y la cláusula de vencimiento anticipado se activará cuando el importe de las cuotas impagadas represente el 3% o el 5% del capital pendiente según sea la duración del crédito dando como resultado que El banco ya no podrá desahuciar por el impago de tres cuotas de la hipoteca. Ejemplo: Tenemos Una hipoteca de 180.000 euros y una cuota mensual de 600 euros. Ahora el banco puede iniciar la ejecución hipotecaria al tercer impago por parte del cliente, es decir, cuando éste le debe 1.800 euros, apenas un 1% del total de la deuda pendiente. Con esta reforma, el impago debería alcanzar los 5.400 euros, si el incumplimiento se produce dentro de los diez primeros años del préstamo, o de 9.000 euros, en los años siguientes.

Desde mi punto de vista, todas las reformas que se hagan a favor del ciudadano son correctas siempre y cuando se cumplan pero…. ¿Se cumplirá la reforma de una ley cuando no se cumple la propia Constitución? ¿Qué reformas darán la vida a todos los que la perdieron a la misma vez que sus hogares? Es realmente penoso que personas tengan que optar por quitarse la vida por culpa del pésimo funcionamiento de un país y lo más absurdo es que lejos de conseguir vislumbrar algún ápice de luz en toda esta tenebrosa situación estamos cada vez más inmersos en el agujero que se convertirá en nuestra tumba. Lo peor no solo es que alguien se quite la vida sino que se quiera esconder, que los medios de comunicación no hagan eco de la noticia porque no interesa, ni a los políticos ni a los bancos, que se conozca que la labor que desempeñan desemboca en lo que se conoce como terrorismo de estado.  A muchos no nos engañan con programas basura y partidos de fútbol ya que nos preocupamos por cómo funciona el país donde vivimos así que lejos de ocultar la realidad estos personajes políticos deberían dar la cara y afrontar las consecuencias de su pésima labor que tiene como finalidad la muerte de inocentes. 


Opinión /