Jafet Barreto •  Opinión •  15/05/2017

Después del 15-M, seguimos de culo

Después del 15-M, seguimos de culo

Es razonable que, con la que estaba cayendo, decenas de miles de jóvenes, estudiantes, trabajadores, parados y pensionistas, tomaran las calles de nuestro Estado, aquel 15 de mayo de 2011. Es razonable, hoy en día, que con precariedad laboral, salarios de miseria, recortes sociales y, una altísima tasa de desempleo, entre muchas cosas más… los sindicatos abandonaran el silencio perpetuo en el que están instalados.

Con el paso de los años y, lamentando que en algunos casos, el cambio ha supuesto simplemente pasar de «indignados» a «diputados acomodados»,  quedó, más o menos claro, algo muy elemental: si queríamos democracia real, necesitaríamos transformar la sociedad. Por ello, ya que si el Sr. del plasma no quiere que le pregunten todos los días sobre corrupción, la mejor solución sería dimitir o, en su defecto,  que dejaran de estar «salpicados», presuntamente, una de dos. Sin embargo, hasta para dimitir hay que tener clase y decencia, por lo que es más necesario que nunca, por higiene democrática, que se presente una moción de censura.

Ahora bien, «no comulgaré con ruedas de molino» pero, tampoco, me van a «dar gato por liebre» y, ni mucho menos, «callo y otorgo». Señores de Podemos, es un insulto a la inteligencia, es oportunismo puro y duro, trasladar la creencia de que la culpa de las crisis del capitalismo y la corrupción es de un partido de la «casta». No hagan que por culpa de su discurso la corrupción sea un mal menor. Rosa Luxemburgo, precisamente, advertía sobre el uso de este lenguaje.

El refranero es muy sabio y «tanta culpa tiene el que mata la vaca, como el que le agarra la pata», por supuesto. Y ya sabemos el papel que ha jugado el PSOE, un «partido obrero» con  barones y, Ciudadanos que ha venido a regenerar, ¿regenerar?, la hipocresía abunda en demasía. La RAE debería, desde luego, cambiar el significado de la palabra regeneración. Lo que está claro es que algunos se saltaron los episodios de Barrio Sésamo: «un plato es un plato, un vaso es un vaso».

P.D.: Yo me pregunto, en todo este momento político convulso que vive España ¿Dónde están los sindicatos de trabajadores? ¿Qué opinan? ¿Por qué tanto silencio?


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