Azerbaiyán: La primera República Parlamentaria en el Oriente Musulmán

Hace 99 años atrás, el 28 de mayo del 1918 Azerbaiyán comunicó al mundo el establecimiento de la República Democrática de Azerbaiyán. Un Estado independiente, democrático y laico.

Azerbaiyán, con su rica herencia cultural y antigua historia es conocido como el fundador del primer teatro (1873), la primera ópera (1908) y el primer ballet (1940) en el Oriente musulmán- logros históricos que enriquecen su patrimonio cultural. En el siglo XIV Marco Polo, el famoso viajero veneciano describe a Azerbaiyán como un país petrolero, pocos siglos después, el país fue el primero en el mundo en realizar la extracción del petróleo con método industrial (1873) y a principios del siglo XX ya estaba produciendo más de la mitad del petróleo del mundo.

El progreso público, político y cultural en Azerbaiyán durante el siglo XIX allanó su camino a la libertad. Hace 99 años atrás, el 28 de mayo del 1918 Azerbaiyán comunicó al mundo el establecimiento de la República Democrática de Azerbaiyán: un Estado independiente, democrático y laico.

La independencia creó la oportunidad de establecer el primer parlamento en el Oriente musulmán y de aprobar muchas leyes democráticas garantizando libertades a su pueblo. Por primera vez en el Oriente musulmán, incluso mucho antes que en muchos países, se garantizó el derecho de sufragio a las mujeres. Asimismo, la representación de las minorías nacionales, incluso de los armenios, en el parlamento. Lamentablemente, la independencia de la República Democrática de Azerbaiyán duró solo 23 meses, hasta el 28 de abril del 1920 debido, sobre todo, a una situación geopolítica compleja de la región.

Sin embargo, en el año 1991, el pueblo de Azerbaiyán logró la recuperación de la independencia como resultado de una fuerte lucha por la libertad. Bajo la dirección política del líder nacional Heydar Aliyev, Azerbaiyán logró fortalecer su independencia efectuando las reformas democráticas y los proyectos económicos de una importancia global que fortalecerían al país durante los años siguientes. El país ha aportado mucho al desarrollo, paz y estabilidad regional. La continuidad de la misma visión y estrategia por el Presidente Ilham Aliyev, permitió a Azerbaiyán a convertirse en un líder regional.

Con una economía fuerte, en la región del Cáucaso Sur Azerbaiyán es el iniciador e ejecutor de los importantes proyectos de energía, transporte y telecomunicación. Entre ellos, se destacan los corredores de transporte de Norte-Sur, Este-Oeste, el ferrocarril Bakú-Tbilisi-Kars, lo cual unirá la región del Caspio con Turquía y Europa planificado a realizarse durante el año 2017.

Los gasoductos TANAP (Trans-Anatolian Pipeline) y TAP (Trans-Adriatic Pipeline). Proyectos de gran importancia que garantizan la seguridad energética de Europa al transportar el gas desde Shah Deniz, el mayor yacimiento de Azerbaiyán hasta Europa.

Hoy en el mundo, Azerbaiyán se distingue como un país tolerante y multicultural. No es una coincidencia que durante su visita al país, el Papa Francisco afirmara que hay un buen ambiente de tolerancia y multiculturalismo en Azerbaiyán. Es este contexto de hospitalidad y tolerancia, una economía fuerte y la confianza en mi país, han facilitado que Azerbaiyán sea el anfitrión de prestigiosos eventos internacionales del ámbito económico, humanitario, cultural y deportivo. 

Podemos mencionar entre otros: Foro Económico Mundial de Davos, el Foro Humanitario Internacional de Bakú, el Foro Mundial de Dialogo Intercultural, el Festival de la Canción de Eurovisión entre otros importantes acontecimientos. Además, se han organizado aquí los Primeros Juegos Europeos de Bakúa 2015, la Olimpiada Mundial de Ajedrez, el Gran Premio de Bakú de la Formula 1 en 2016. En estos días nuestra capital, Bakú albergaba los Juegos de Solidaridad Islámica. Es más, los días 23-25 de junio próximo se llevará a cabo por segunda vez el Gran Premio de Bakú Formula 1.

Las iniciativas llevadas a cabo por mi país, en múltiples planos, contribuyen positivamente a la paz, la estabilidad y el desarrollo sostenible en la región del Cáucaso Sur. Azerbaiyán ha logrado cumplir estos proyectos, a pesar de que el 20% de su territorio se mantiene bajo la ocupación militar de Armenia desde hace más de 25 años. Sin embargo, el fin de la ocupación y la lógica y anhelada devolución de los  territorios ocupados por Armenia a Azerbaiyán estimularía el desarrollo e integración regional y convertiría a la región en un centro de multiculturalismo y tolerancia del mundo.