Paco Jiménez •  Opinión •  27/06/2017

La revolución soviética: una gran enseñanza

Hace cien años se produjo un acontecimiento que marcó toda la historia del siglo xx y que seguirá marcando el futuro: me refiero a la REVOLUCIÓN SOVIÉTICA DE OCTUBRE de 1917. Era la primera vez que el pueblo, encabezado por la clase obrera y el campesinado,  no solamente tomaban el poder, sino que introducían un nuevo modelo de producción,  el socialismo,  acabando con  el capitalismo , lo que parecía imposible.

Hoy   nos quieren seguir convenciendo  de esa imposibilidad, y por ello los poderes económicos y políticos intentan que pase desapercibido este centenario. O en todo caso minusvalóralo o considerarlo simplemente un fracaso.  

La Revolución  de Octubre se produjo en un país de 140 millones de habitantes, analfabetos en su mayoría,  con un sistema de propiedad agraria prácticamente feudal.   En febrero de 1.917 las grandes manifestaciones obreras, que por cierto empezaron  por la huelga de las mujeres, a las que se sumaron los soldados hartos de la guerra imperialista, derrocaron a la monarquía autocrática que representaban los  zares. En ese momento  volvieron a reaparecer los Soviets, que habían surgido en 1905, que eran asambleas donde se decidían las acciones y se elegían delegados revocables. Controlaban la administración, paralelamente a un gobierno  compuesto por la burguesía y el socialismo reformista. En ese momento los bolcheviques, que eran el sector revolucionario del partido socialdemócrata, eran una minoría en los soviets. Fue la  incapacidad de la burguesía para repartir la tierra, parar la guerra y controlar la producción las fábricas, lo que hizo que los soviets fueran teniendo cada vez más poder, y que los bolcheviques, , que propugnaban la paz , el reparto de la tierra y el poder para los soviets, tuvieran al final la inmensa mayoría de los votos en esa democracia directa.

El triunfo de la revolución tuvo implicaciones internas y externas.

En lo interno los trabajadores tomaron el control de las fábricas, se expropiaron  las tierras a los terratenientes,  a la iglesia,  a la nobleza y al Zar, repartiéndolas entre los campesinos pobres. Inmediatamente el imperialismo montó una guerra ayudando a los restos del zarismo y de la burguesía, que costó una gran hambruna, pero que fue  capaz de ganar el ejército controlado por los obreros y los soldados que elegían a sus oficiales.

De las primeras leyes que el Consejo de los Soviets realizó además de las anteriores que hemos explicado, fue implantar la educación y la la sanidad gratuita, garantizar la vivienda  y sobre todo la igualdad de las mujeres en salarios y en derechos.  Se les otorgó el mismo derecho a ser cabeza de familia y recibir igual salario. Se prohibía el trabajo nocturno,  se hicieron guarderías, se legalizó el aborto en 1920  y se simplificó el divorcio. Como dijo Lenin «En el sentido literal, no dejamos un solo ladrillo de las leyes despreciables que colocaban a las mujeres en un estado de inferioridad en comparación con los hombres…».

A pesar de ser un país atrasado y de la segunda guerra mundial donde murieron 27 millones de personas, en 1950, el PIB de la URSS era sólo el 33% del de los EEUU. Y  a finales de la década de los 70, la Unión Soviética se había convertido en una  gran potencia industrial, siendo la producción industrial de la URSS la segunda a nivel mundial después de EEUU. Además  puso el primer satélite y el primer astronauta en órbita. Y tenía tantos científicos como Estados Unidos , Alemania,  Inglaterra y Japón juntos.

Pero la superioridad del socialismo y de la planificación de la economía no solo se reflejaba en los grandes datos macroeconómicos. A diferencia de los países capitalistas,  en la Unión Soviética no existía paro ni inflación. No estaba  expuesta a los vaivenes cíclicos del capitalismo. El analfabetismo se acabo a los pocos años de la Revolución, y los alimentos y la vivienda eran extremadamente baratos. Se hicieron grandes mejoras en la  salud, que se reflejó  en la duplicación de la esperanza de vida de las mujeres pasando de 30 a 74 años y en la reducción de la mortalidad infantil en un 90%

En lo externo, el ejemplo de la Revolución de Octubre se expandió por todos los países , y se lograron revoluciones en China, Vietnam Cuba etc.. La existencia de la URSS ayudó a que los países bajo el colonialismo se pudieran independizar. Logró acabar con el fascismo , con la victoria del Ejército Rojo sobre Hitler.  E incluso la subida de las condiciones de vida de los trabajadores en los países occidentales,  tuvo mucho que ver con una burguesía atemorizada ante el ejemplo de la URSS,   prefiriendo  hacer un pacto social con la clase obrera. Los trabajadores sintieron por primera vez que era posible otro mundo en el cual no hubiera explotadores ni explotados.

Es verdad que la URSS se hundió, entre otras múltiples razones, porque se colapsó la  democracia directa de los soviets.

También la Revolución Francesa parecía que había fracasado porque se instauró el imperio napoleónico, e incluso volvieron  los Borbones en una etapa. Pero la ola de libertad , igualdad y fraternidad volvió a renacer en todos los países de la tierra.  La Revolución de Octubre  demostró al mundo que existe otro modelo de economía, que es posible acabar con  el capitalismo con sus  secuelas de guerras, hambre y miserias en la mayor parte de la población mundial. Que la democracia no consiste sólo en elegir de manera formal a nuestros representantes cada cuatro años y delegar en ellos, sino que se puede hacer de forma directa,  y que la clase trabajadora pueda controlar y administrar las empresas con delegados revocables.  Y esa experiencia y esos valores han quedado en la conciencia en millones de trabajadores y trabajadoras, como quedaron los de la Revolución Francesa .El  socialismo es posible y necesario.

Paco Jiménez PCE-EPK 


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