Silvia Cambel •  Opinión •  22/11/2017

Cómo alguien sin interés político acaba siendo independentista

Os voy a contar cómo he acabado queriendo la independencia de Cataluña.

Nunca me había planteado qué significaba ser española o catalana, nunca había sido independentista, no me interesaban esos “rollos”. Simplemente crecí estudiando en escuelas públicas intentando labrarme un futuro. Nunca me he sentido adoctrinada y me duele ver como los políticos se meten con esa educación que me ha enseñado tanto. No me enseñaron a ser independentista, ni a ser españolista, simplemente aprendía los temarios de los libros lo mejor que podía.

Cuando empezó la crisis, allá por 2008, yo estudiaba auxiliar veterinaria. Me encontraba realizando las prácticas para terminar el curso mientras veía cómo iban despidiendo a compañeros y compañeras y yo pasaba a realizar su trabajo. Terminé mis horas de prácticas obligatorias, y así sin más, me vi en casa sin trabajo y con un título, que no servía para nada. Cuando el dinero falta, los animales pasan a ser secundarios.

Empecé a preguntarme el por qué de mi situación, por qué estábamos inmersos en esa crisis y qué hacían esos políticos que habían sido votados para cambiarlo. Descubrí que esa crisis había sido provocada por avaricia pura y dura, avaricia a la que nadie había querido poner freno y como tenía que pasar, al final explotó. En Cataluña empezamos a notar la falta de trabajo, los recortes de los derechos de los trabajadores, recortes en sanidad y todo eso que se prometió mejorar pero que a día de hoy, acabando 2017, no ha cambiado. Hemos votado infinidad de veces en elecciones nacionales, autonómicas, locales… no se, ni cuantas veces he ido a las urnas a depositar un voto, que viendo la situación actual, no ha servido para nada.

Ahora, estamos en que unos quieren la independencia, y otros no… Yo la quiero, y os cuento porqué; veo el gobierno de España, y se me cae la cara de vergüenza, nos gobierna el partido más corrupto de Europa y aún así, seguiría ganando en otras supuestas elecciones, no entiendo por qué gran parte de la sociedad española lo volvería a votar. Veo a españoles “de bien” gritando “a por ellos” a policía nacional y guardia civil, cuando salen de sus cuarteles hacía Catalunya, y no lo entiendo. ¿No se supone, que quieren que formemos parte de España?

Vi el 1 de Octubre horrorizada. Aún hoy no consigo entender cómo la policía, que se supone que se debe al pueblo la emprende a palos contra él. Seguían ordenes nos dicen, como si eso cambiara en algo el hecho de que ellos provocaron la violencia en las calles. Quiero la independencia por que esa España que veo en las calles con banderas “preconstitucionales” no es el país que yo quiero, no quiero esa España que recuerda más a los años de Franco que al siglo en el que vivimos.

Me avergüenza que España esté por detrás de Rumanía en independencia judicial. Me entristece ver cómo el PP y el PSOE en una noche nos cambian la constitución, para pagar una deuda ilegitima por encima de todo lo demás, y negando un referéndum porque no lo contempla. Cuando oigo “la constitución” me dan escalofríos. Pienso que en ella pone que todos tenemos derecho a trabajo y a un techo digno, y precisamente eso es lo que más falta nos hace. Quiero una constitución hecha para y por el pueblo, un pueblo que no sea herencia de esa España “atada y bien atada”.

Ahora mismo la única vía que veo para un futuro mejor, más social, más progresista, más solidario y, en definitiva, mejor es el que he visto muchos 11 de septiembre en las calles de Cataluña. La independencia para poder hacer una Cataluña más justa, mas progresista, y sobretodo menos facha. Y tengo la impresión de que si seguimos formando parte de España es imposible.


Opinión /