Nechi Dorado •  Opinión •  10/12/2017

Argentina: Participamos del entierro del Estado de Derecho

La política argentina está inserta en lo que se puede llamar “democracia
burguesa”, con todas sus falencias, errores o como quiera mencionarse se
dice democracia. O mejor dicho, era, ya que en este preciso momento estamos
viendo la persecución política extrema que ejerce el gobierno del ingeniero
Mauricio Macri contra el kirchnerismo (sumado esto a otros hechos tan
repugnantes como inviables)

Sin estar encolumnada en ninguna de estas dos vertientes – PRO o K- y quede
este concepto bien marcado, tan firme como inamovible, bajo ningún concepto
puedo dejar de elevar mi voz contra la medida que aniquila las libertades
democráticas. En el día de hoy y en un operativo rayano en la enajenación
, propio de un ejército que iría a una guerra con una superpotencia
extraterrestre, acaban de detener al militante político social Luis
D’Elía y a Carlos Zanini, quien fuera secretario legal y técnico de la
presidencia durante los  gobiernos de los doctores Néstor y Cristina
Kirchner. Otro de los detenidos es “Yussuf” Khalil y la misma suerte
corrió el dirigente de Quebracho, Fernando Esteche.

Tambíen está  detenido en su domicilio, por encontrarse enfermo, Héctor
Timerman, político y periodista que fuera ministro de Relaciones Exteriores,
Comercio Internacional y Culto luego de haber sido embajador de Argentina en
los EEUU, en los mismos gobiernos.

No voy a entrar en el debate sobre si es o no justo que estos dirigentes
pasen un tiempo en la cárcel, pero lo que sí repruebo y terminantemente, es
que toda esta gente está detenida sin sentencia firme. Se anuló de un
irresponsable plumazo la presunción de inocencia que sugiere la ley, hasta
que juicio mediante se demuestre lo contrario.

Acá de ninguna manera hace falta ser siquiera simpatizante K, lo que urge es
denunciar nacional e internacionalmente este avasallamiento a la justicia que
por otra parte deja un precedente peligrosísimo.

Estamos en condiciones de asegurar que este gobierno está asestando
puñaladas de muerte al llamado Estado de Derecho,  aunque bien sepamos que
en una democracia burguesa este derecho es manejado al antojo de las
instituciones, también burguesas.

Tal como expresé cuando la detención de Amado Boudou, si esta gente es
culpable tendría que estar presa como corresponde, pero la justicia no puede
-ni debería permitirse- atropellarse a sí misma, bajo el capricho de
fuerzas oscurantistas que con estas medidas pretenden tapar otros desastres
que se están cometiendo contra el pueblo.

Tarifazos impagables en los servicios; despidos; aniquilamiento de la
educación y la salud pública; recorte a los miserables sueldos de los
jubilados; amenazas de cierres de más empresas con lo que se engrosaría
desmedidamente la cifra de desocupados, etc.

Muchos irresponsables festejan estas detenciones, yo creo que más allá de
simpatías políticas lo que debe prevalecer es la coherencia. De ninguna
manera podemos aplaudir la irrupción en escena de una dictadura cívico
empresarial que se viene anunciando hace unos cuántos días, cuando la
propia ministro de Seguridad Patricia Bulrich hablara sobre la posibilidad
inminente de ordenar allanamientos sin orden judicial contra comunidades
mapuches en el sur argentino. Allí donde desaparecieran a Santiago Maldonado
y donde fuerzas del “orden” asestaran un tiro por la espalda a Rafael
Nahuel causando su muerte estando ¡de-sar-ma-do!

Respecto a estos dos jóvenes asesinados, la vicepresidente Gabriela
Michetti, justificando el accionar policial y de gendarmería y en encuentro
televisivo argumentara: “Se supone que hay armas  ~del lado mapuche~ de
todo tipo, lanzas… piedras y también hay armas de fuego …”

Mientras todo este descalabro político se viene desarrollando, rige un
silencio que estalla los tímpanos respecto al submarino ARA San Juan y sus
44 tripulantes, al punto tal que hasta la Armada salió a decir que “muy
probablemente jamás se sepa qué pasó con el submarino desaparecido”.

Las detenciones ofician de “tapa rabo” a situaciones inadmisibles, el
macrismo cruzó la zona fronteriza dando sus primeros pasos hacia una
dictadura, cosa que de ninguna manera podemos aprobar.

Urge que el campo popular se proclame contra todas estas aberraciones.

Ya no hay mucho tiempo, el gobierno tiene las patas más largas y está dando
zancadas, ojo, hoy están detenidos supuestos delincuentes sin juicio previo,
mañana podrías ser vos cuándo salgas a reclamar porque la soga te está
asfixiando demasiado o porque te niegues a asistir a las exequias del Estado
de Derecho…


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