Libardo García Gallego •  Opinión •  19/12/2017

Interrogantes sobre la evolución humana

Hace 2000 años no existía la imprenta, ni el telégrafo, ni la radio, ni el revólver, mucho menos la bomba nuclear, las naves espaciales, el ordenador, el celular, la Neurociencia. Los viejos de hoy vivimos realidades físicas, no virtuales: jugamos a las canicas, la lleva, a las escondidas y otros juegos divertidos. Dos nietos de 11 y 12 años me escribieron hoy este resumen: “Lo más usado en los dispositivos actuales son videos en Youtube del tipo <Si te ríes pierdes> y juegos como Roblox, o en consolas, Mortal Combat, Halof Duti y UFC; lo más importante de los juegos de video es que tengan buenos gráficos y animaciones. También hay series animes antiguas aún populares como Yu-Gi-OH y POKEMON. Finger Spinners, los illuminatti y el signo Tree Fuerza, fueron lo más usados por nosotros este 2017”. Otros jóvenes prefieren el reggaeton, el rap y metal al folclor colombiano y latinoamericano o a la música vieja; tampoco gustan de la literatura costumbrista ni de la clásica, y no cambian a Harry Potter por esos ladrillos aburridos.

De modo que las personas tenemos experiencias acordes con el progreso humano y las imposiciones mediáticas de cada momento histórico. Esta afirmación tan obvia es para invitar a repasar la historia de la humanidad con todos sus avances, estancamientos y retrocesos. De los adultos, en particular los mayores, al observar las conductas de los niños y jóvenes, se escucha con nostalgia que “todo tiempo pasado fue mejor”; seguramente lo mismo exclamarán esos niños y jóvenes cuando vean los robots invadiendo las calles y los vehículos volando por autopistas espaciales.

De acuerdo con Marx: “El ser social determina la conciencia social”, es decir, se piensa como se vive. Así, para quienes nadan en abundantes riquezas todo es fácil: la salud, la educación, los viajes, adquirir las cosas que desean y su percepción de la vida es contraria a la de quienes subsisten en medio de sus necesidades básicas insatisfechas. Es el odio de clase que muchos llaman envidia. El sistema socioeconómico es determinante en esta diferenciación, al igual que los inventos y descubrimientos. A los ricos les parece humillante y ausencia de libertad que en Cuba las familias reciban del Estado raciones alimenticias cada cierto tiempo, según el tamaño familiar y que se ponga freno al excesivo consumismo.

Vivimos en el neoliberalismo, ideología según la cual los pilares del progreso social son la privatización de las entidades estatales, el estímulo al individualismo competitivo y la desigualdad social como manifestación de la justicia social (la de ellos). Para ello se crean innumerables necesidades artificiales: modas pasajeras, tatuajes, cortes de cabello, cirugías para lograr mejor apariencia física. Los amigos del neoliberalismo justifican esto como necesidad de distinción individual, de romper la monotonía, de creación de empleos, de emprenderismo; sin embargo, simultáneamente los científicos expertos en Neurociencia están fabricando robots y desarrollando métodos para robotizar a los humanos, con el fin de establecer un esclavismo moderno que no necesite de la fuerza de trabajo humano.

Con el cuento que los movimientos de la Ilustración y el Racionalismo son obsoletos, ideales del S. XVIII ya superados, nos están arrebatando nuestra capacidad innata de razonar, dizque porque los humanos no somos sólo razón y que es preciso desarrollar capacidades y competencias que sirvan para satisfacer otras necesidades individuales, tales como el desarrollo emocional, las pasiones.

Entre muchas preguntas al respecto: ¿Estamos en proceso de humanización o de deshumanización? ¿O la humanización es para unos pocos privilegiados y la robotización para el resto? Una contradicción fundamental es el trueque de los valores humanos. ¿Por qué la solidaridad, la verdad, la justicia, la rectitud, etc., valores que deberían imponerse y refinarse, después de miles de años de evolución, están siendo sustituidos rápidamente por sus respectivos antivalores: egoísmo, mentira, injusticia, falsedad, corrupción, etc.?

Cada día cobran mayor validez los dichos: “El vivo vive del bobo”, “Medio mundo vive del otro medio”, aunque ya el primer medio se redujo al 1% de los humanos y el otro medio ascendió al 99%. Hay quienes piensan que los avanzados son quienes aceptan la ideología neoliberal sin críticarla. mientras que en el lado opuesto estamos los atrasados, enemigos de esa concepción antihumanista, luchamos por la priorización de la razón humana, por la igualdad social como expresión de la justicia social, por la democratización de la sociedad sin ventajismos, somos revolucionarios, pero los que se creen modernos nos tratan de terroristas. ¿De qué lado está Ud.?

Santos Discépolo retrató fielmente estas contradicciones en la letra del tango “Cambalache”, bastaría cambiar algunos vocablos para adaptarlo a esta época de Informática, Electrónica, Mecatrónica.

Armenia, 15 de diciembre de 2017

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