Alejandro Floría Cortés •  Opinión •  06/04/2018

¿Quién quiere cambiar el sistema?

Si ciertas formas de negacionismo estructuran la interpretación de un problema, también condicionarán el pensamiento acerca de la solución – Clive Hamilton

Cada cosa depende de una infinidad de otras que cambian sin cesar; esta verdad es peligrosa para las dictaduras –B. Bretch, «Las cinco dificultades para decir la verdad»

La wikipedia define la homeostasis (del griego ὅμοιος [homoios], «igual, similar», y στάσις [stásis], «estado, estabilidad») como una propiedad de los organismos que consiste en su capacidad de mantener una condición interna estable compensando los cambios en su entorno mediante el intercambio regulado de materia y energía con el exterior (metabolismo). Se trata de una forma de equilibrio dinámico que se hace posible gracias a una red de sistemas de control realimentados que constituyen los mecanismos de autorregulación de los seres vivos.

Cualquier sistema complejo, no obstante, tiene un propósito implícito en torno al cual trata de mantener un equilibrio. Esta afirmación, que en el fondo es una obviedad, resultará para alguien intrigante y conspiranoica, mas no dejemos que nos roben el lenguaje más elemental: si los sistemas «naturales» tiene como propósito la vida, los «artificiales» tendrán el propósito para el que han sido construidos.

La resistencia al cambio es una respuesta del sistema, que intenta mantener un objetivo sistémico implícito. Hasta que este objetivo no sea reconocido por nuestra parte, no solo de forma general sino a nivel de subsistemas, los esfuerzos de cambio estarán condenados al fracaso. Tendremos que atender no solo a las causas raíces sistémicas que entran en conflicto con el cambio (p.e. intereses particulares de los grupos de poder), sino también, y necesariamente, a aquellas que materializan la resistencia al cambio (p.e. las vías institucionales, las leyes, la propaganda, la justicia y sus tiempos, los símbolos… ) para impedir la adopción de las prácticas adecuadas para el cambio (p.e. las que permitan la emancipación – democracia directa, libre asociación, cuidados, soberanía alimentaria y energética (suelo, autoconsumo, medios de producción),… )

En el siguiente esquema que he traducido y adaptado del estudio de J. Harich«Change resistance as the crux of the environmental sustainability problem», el autor razona cómo el procedimiento tradicional del activismo clásico (bucle fuerzas favoreciendo el cambio) obvia la existencia del bucle que opone el sistema. «En general,- indica el autor -los lazos de compensación [los de realimentación negativa] son más difíciles de percibir que los lazos de autorrefuerzo [los de realimentación positiva], porque parece que no ocurra nad … [la resistencia al cambio] es una respuesta del sistema, que intenta mantener un objetivo sistémico implícito. Hasta que este objetivo no sea reconocido, los esfuerzos de cambio están condenados al fracaso «. Se dice, se rumorea y se comenta, que Pedro Arriola (asesor del Partido Popular) sabe algo de dinámica de sistemas. Ahora se preguntarán ustedes por Ciudadanos y por Podemos, y los asimilarán a los lazos prefabricados,… el recambio naranja y el recambio morado,…

 

Y, de nuevo, habrá quien encuentre aquí una obviedad, que la hay, y habré de felicitarle por su comprensión de la dinámica de sistemas, pero, para poner un ejemplo, la resistencia al cambio del sistema no es solo, ni tanto, la aplicación de un 155, las manifestaciones nacionalistas españolas o las distintas velocidades y criterios para la aplicación de la justicia… Debemos mirar más allá y analizar qué es lo que en el marco del sistema educativo y de las relaciones laborales propicia la división, el individualismo, la adhesión a los esencialismos, la competición, el miedo,… y posibilita la aceptación y la adhesión a tales hechos.

Donella Meadows reproduce en «Los puntos de apalancamiento: lugares para intervenir en un sistema» (1999) una tabla reveladora con el mismo nombre (Tabla 1. Lugares para intervenir en un sistema). El orden de la tabla es el que sigue «en orden creciente de efectividad»:

12. Constantes, parámetros, números (como subsidios, impuestos, estándares)

11. El tamaño de los amortiguadores y otras reservas estabilizadoras, en relación con sus flujos

10. La estructura de las existencias y flujos de materiales (como la red de transporte, las estructuras de edad de la población)

9. La duración de los retrasos, en relación con la tasa de cambios en el sistema

8. La fuerza de los bucles de retroalimentación negativa, en relación con el efecto que están tratando de corregir

7. La ganancia en torno a la conducción de circuitos de retroalimentación positiva

6. La estructura del flujo de información (quién tiene y no tiene acceso a qué tipos de información)

5. Las reglas del sistema (como incentivos, castigo, restricciones)

4. El poder de agregar, cambiar, evolucionar o autoorganizar la estructura del sistema

3. El objetivo del sistema

2. La mentalidad o paradigma de la que surge el sistema -sus objetivos, estructura, reglas, retrasos, parámetros

1. El poder de trascender paradigmas

Aunque esta tabla merece muchos textos adicionales y muchas reflexiones, parece claro que la zona vistosa de la democracia representativa, la de la falsa ilusión de elección, se alberga en los puntos 12, 11 y 10 (CIUDADANISMO, REFORMISMO, DEMOCRATISMO); la tecnocracia se mueve en los puntos 9, 8, 7, 6 (GOBIERNO.CORRUPCIÓN, INSTITUCIONES); en el punto 5 se encuentran los mecanismos de coerción(CENSURA, MORDAZA REPRESIÓN); el punto 4 no se encuentra en las instituciones por razones evidentes (ese poder es, en general, externo a ellas: ÉLITES) y emana del punto 3; efectivamente, insistimos en que todo sistema tiene un objetivo implícito; pero, atención, dicho objetivo emana, a su vez, de la mentalidad o paradigma de la que surge el sistema (punto 2): por eso tanto interés de los gobiernos en la des-memoria, en la separación, en la des-humanización,… de sus ciudadanos y ciudadanas, en sus etapas más tempranas, mediante la EDUCACION, primero, y mediante una estructura muy concreta de RELACIONES LABORALES, después,…no vaya a ser que una masa crítica alcance el poder de trascender paradigmas (punto 1). No tan obvio, al fin y al cabo. ¿Será que no hay opción de cambiar el sistema sino saliendo del sistema?.


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