Comité de Madrid del Frente Antiimperialista Internacionalista •  Opinión •  19/06/2018

Netta, escucha: Palestina no es un juguete

Un fantasma recorre Europa, pero esta vez infunde miedo y no esperanza. La gran victoria antifascista en Europa, que no habría sido posible sin los movimientos de resistencia partisana y los ingentes esfuerzos militares en el frente del Este, ha permitido que, durante décadas, bajo la bandera del antifascismo, se haya luchado simultáneamente contra todas las formas de desigualdad. Tanto las basadas en la diferencia de clase, como las derivadas de la discriminación por razón de género, raza u orientación sexual.

Nadie se atreverá a negar que, en muchas ocasiones, quienes han mantenido posiciones radicales en relación con el conflicto de clase o con la lógica imperialista también se han mostrado conservadores en relación con la posición social de las mujeres o con la libertad sexual. Los últimos cincuenta años de historia de la izquierda están marcados por la toma de conciencia acerca del modo en que el patriarcado, en alianza con la dominación capitalista, condiciona cómo actuamos, pensamos y sentimos.

Pero en los últimos años, al mismo tiempo que esa contradicción aún colea, gana creciente peso otra complementaria. Los problemas relacionados con la crisis del capitalismo, de las instituciones políticas, y de nuestra ecología totalmente predatoria son de tal calado que, en la “Europa fortaleza”, en un Occidente imperialista ensimismado, con frecuencia preferimos mirar para otro lado. Centramos nuestra atención en problemas que parece que sí podemos resolver porque, se supone, que son una cuestión de voluntad, de auto-educación. Convertimos formas de discriminación globales, complejas, enraizadas en las lógicas materiales de nuestras sociedades, en “problemas del Primer Mundo” para pijos europeos.

Ese es el diagnóstico general que permite explicar una decisión tan desafortunada como la de invitar a la cantante israelí Netta a actuar en las fiestas del Orgullo de este año. Es una decisión que entronca con la creciente despolitización de las fiestas oficiales del Orgullo, ante la cual se ha respondido ya con la iniciativa del Orgullo Crítico.

La sociedad israelí es una versión exacerbada de las sociedades europeas. Una sociedad cuya cohesión depende del racismo de Estado, la paranoia securitaria y el expansionismo militar. Una sociedad educada en mirar permanentemente a otro lado, y en la que es prácticamente imposible abrir espacios internos de resistencia y lucha contra la injusticia. Una sociedad fundada sobre el uso hipócrita de las víctimas de un genocidio como justificación perpetua de otro, el genocidio del pueblo palestino.

Netta canta “I’m not your toy” (no soy tu juguete) para alzar la voz contra el machismo y otras formas de acoso al diferente. Pero, qué casualidad, Netta no alza la voz contra la estratificación racial en Israel. Ni contra el hecho de que su Estado se comporte en Oriente Próximo como un matón en el patio de un colegio. Netta celebra su victoria en Eurovisión mientras el Ejército israelí asesina a manifestantes palestinos desarmados. En esto Netta no se distingue de la mayor parte de sus compatriotas israelíes. Ni de una gran parte de los ciudadanos europeos. Por eso la campaña BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) está plenamente justificada: los israelíes tienen que darse cuenta de la clase de Gobierno que tienen, y los europeos tenemos que darnos cuenta de la clase de Estado que estamos tolerando.

Netta no solo vive con indiferencia la naturaleza colonial, racista y autoritaria de su Estado sino que, cuando se le plantea la cuestión, cierra filas con las decisiones de su Gobierno, afirmando, por ejemplo, que “Jerusalén es la capital de Israel” y que la celebración de Eurovisión en dicha ciudad es “una gran oportunidad para cambiar las narrativas de la información de Israel”.

Como ya han hecho el Orgullo Crítico y otras organizaciones del movimiento LGTB+, exigimos a los organizadores de las fiestas del Orgullo de este año, la FELGTB y COGAM, que recapaciten y retiren su invitación, ya que de lo contrario incurrirán en el sinsentido de alzar la voz contra la discriminación por razón de orientación sexual, mientras se tolera a quien no tiene problemas con el racismo, el autoritarismo y el expansionismo militar de su propio Estado.

Llamamos al resto de asociaciones y organizaciones del movimiento LGTB+ y a todos los colectivos, entidades y organizaciones solidarizados con la causa palestina a denunciar la hipocresía y la connivencia con la barbarie que tiene lugar en el territorio ocupado de Palestina.

Pedimos a todas aquellas personas que van celebrar un año más, con orgullo y alegría, que ninguna forma de amar es inmoral, antinatural o patológica, que impidan que se manche de rojo sangre el arcoíris.

Ante la causa palestina no es posible la equidistancia. Quien no se posiciona en contra del apartheid y la ocupación israelíes está siendo cómplice de un crimen de lesa humanidad que dura ya setenta años.

PALESTINA NO ES UN JUGUETE POR UN ORGULLO LIBRE DE APARTHEID

BOICOT A NETTA

Madrid, a 19 de junio de 2018.

Comité de Madrid del Frente Antiimperialista Internacionalista Sitio web: https://frenteantiimperialista.org/


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