El ejercicio de transparencia que hizo la Casa Real forzada por el procesamiento de Iñaki Urdangarín es insuficiente. Los españoles tenemos derecho a conocer el presupuesto total que el Estado dedica a mantener al rey y a su familia. Y ese es un dato que por desgracia desconocemos. No tengo la menor duda de que algo así nunca pasaría en una república.

Estoy seguro de que se le exigiría más ejemplaridad a un presidente republicano, que no gozaría de la protección del temor reverencial que algunos experimentan ante la figura real. En una república los medios de comunicación tendrían menos miramientos al criticar al jefe del Estado. En España una parte importante de la prensa prefiere callar o silenciar cualquier noticia negativa que afecte al rey. Eso ha sido así durante décadas, pero por suerte esta impunidad se está acabando. El control mediático es fundamental en toda democracia. Es una manera muy eficaz de vigilar al poder.

Ayudaría a reforzar los valores democráticos la instauración de una república en España. Me gustaría vivir en un país donde cualquier persona pudiera aspirar a cualquier cargo político. Hoy en día esto no es posible, ya que la jefatura del Estado se hereda igual que un piso o cualquier otra propiedad.

Y la neutralidad que se supone al rey también se podría lograr exigiendo un perfil no político en un cargo con un valor simbólico tan importante. Es bueno que el árbitro del partido no sea un miembro de los equipos que compiten entre sí. Para lograr ese objetivo solo hace falta buscar a la persona adecuada. En la sociedad civil española seguro que muchos podrían cumplir esa tarea a la perfección.

La legitimidad política de una república sin duda sería mayor que la de la actual monarquía española. El rey Juan Carlos fue puesto en la jefatura del Estado por Franco después de jurar lealtad a los principios del Movimiento Nacional. Y la Constitución de 1978 consagra definitivamente al rey en su puesto. Sin embargo, mucha gente cree que en un referéndum sobre la forma de Estado hecho poco después de morir el dictador hubiera ganado la opción republicana. Una parte importante de españoles tenemos la sensación de que la monarquía ha sido impuesta por el franquismo. Todo este debate no existiría en un régimen republicano. Sin duda la actual familia real saldría reforzada si fuera respaldada por un referéndum, pero no creo que ningún gobierno se arriesgue a convocar una consulta que quizás podría obligarles a hacer un cambio político profundo que parece incomodar a nuestra clase dirigente.

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