Resumen Latinoamericano •  Internacional •  02/05/2018

El combate del Black Block contra la policía paralizó París el 1 de Mayo

Fue un 1 de mayo particular, en la que los sindicatos y la Policía pronto se vieron desbordados. Pese al deseo de la CGT, la central más combativa contra las reformas, no hubo manifestación unitaria, algo que en realidad sólo ha ocurrido excepcionalmente, como en 2009, en plena crisis.

El combate del Black Block contra la policía paralizó París el 1 de Mayo

La marcha más multitudinaria en la capital, la de la CGT, acabó interrumpida por acto de fuerte protesta de miles de encapuchados. Destrozaron un restaurante de la cadena McDonald’s, un concesionario de automóviles, así como vehículos y mobiliario urbano. Las fuerzas represivas detuvieron a unos 200. Hubo cuatro heridos leves, incluido un policía, según los primeros datos. Los incidentes bloquearon la manifestación, que había comenzado en la plaza de la Bastilla, e impidieron su llega al punto final, en la plaza de Italia.

Las imágenes del llamado ‘black block’, o ‘bloque negro’, han conmocionado a los poderosos de Francia, y amenazan con convertirse en un problema político. Laurent Wauquiez, jefe de Los Republicanos, el partido de la derecha tradicional, dijo que se trataba de una “quiebra” del poder coercitivo del Estado,para mantener el orden público.

Fue un 1 de mayo particular, en la que los sindicatos y la Policía pronto se vieron desbordados. Pese al deseo de la CGT, la central más combativa contra las reformas, no hubo manifestación unitaria, algo que en realidad sólo ha ocurrido excepcionalmente, como en 2009, en plena crisis. Este año, con las huelgas y protestas en multitud de sectores desde hace semanas, y un malestar de fondo en amplios sectores de la sociedad con las políticas del presidente, podría haber sido distinto. No lo fue.

Manifestantes encapuchados, este martes en París.
Manifestantes encapuchados, este martes en París. Jeff J Mitchell Getty Images

La izquierda, como los sindicatos, tampoco es capaz de cerrar filas ante un jefe de Estado al que califican de “presidente de los ricos” y cuyas políticas consideran “neoliberales”. Esta semana se habrán celebrado dos protestas, una el lunes convocada por grupos de extrema izquierda, a la que acudieron unos centenares de personas, y otra el sábado próximo, organizada por La Francia Insumisa, el partido del exsocialista Jean-Luc Mélenchon. Ninguna fue unitaria. Y a ninguna prevé acudir el Partido Socialista, que intenta buscar su espacio entre la izquierda radical y el centrismo de Macron.

El resultado: un 1 de mayo que, más allá de la violencia, y pese a coincidir con la ‘primavera caliente’ anti-Macron y pese a la conmemoración histórica del 50 aniversario de la revuelta de 1968, habrá servido para constatar el poco margen de maniobra de la oposición a Macron.

A las divisiones sindicales y políticas, se añade “la indiferencia, incluso el desprecio”, como escribe el diario Libération, del presidente, de viaje a Australia coincidiendo con las movilizaciones. Allí reiteró que continuará con las reformas y justificó su ausencia de Francia en esta fecha. “No hay día de vacaciones para el presidente”, dijo.

 

Manifestantes se enfrentan a la policía durante una marcha por el Día Internacional de los Trabajadores, en París (Francia). Foto: EFE/ Yoan Valat
El presidente Emmanuel Macron está enfrentado con los sindicatos por sus planes de flexibilizar las leyes laborales (REUTERS/Philippe Wojazer)
La policía antidisturbios de Francia usó camiones hidrantes y gases lacrimógenos contra cientos de encapuchados que rompieron vidrieras y lanzaron bombas molotov (Reuters)
REUTERS/Christian Hartmann
REUTERS/Philippe Wojazer
REUTERS/Philippe Wojazer
REUTERS/Philippe Wojazer
REUTERS/Christian Hartmann TEMPLATE OUT
REUTERS/Christian Hartmann
 

REUTERS/Philippe Wojazer

REUTERS/Philippe Wojazer

REUTERS/Philippe Wojazer

REUTERS/Philippe Wojazer

REUTERS/Philippe Wojazer

REUTERS/Philippe Wojazer

REUTERS/Philippe Wojazer

REUTERS/Philippe Wojazer

 


Francia /