Redacción •  Cultura •  14/11/2017

El viernes 10 de noviembre, comenzó la XIII Edición del Festival Cinematográfico Internacional el Ojo cojo

Con toda la ilusión y la fuerza se celebró la inauguración de este festival que suma miradas y afectos. La sala Plató de Cineteca fue el ámbito perfecto para la presentación oficial e informal de este festival que construye fortalezas donde algunos podrian ver debilidades, y que comienza, un año más, sin confirmación de ni una sola fuente de financiación.

El viernes 10 de noviembre, comenzó la XIII Edición del Festival Cinematográfico Internacional el Ojo cojo

Este año se exhiben 38 películas de 19 países y 5 continentes, abordando temas como infancia, relaciones intergeneracionales, migraciones, refugiados, violencia, integración, gastronomía, etc. Las películas han sido seleccionadas entre 314 de 57 países y los directores continúan llegando para participar cada día de actividades en presentaciones, reuniones de directores, coloquios, talleres para centros de estudio.

El actor y penalista Manuel Gonzalo comenzó con un homenaje a Daniel Viglieti, artista y luchador cultural que nació en Uruguay pero cuya voz se proyectó por toda América Latina y que falleció hace solo unos días.

El festival es uno de los pocos que ha logrado sobrevivir a la crisis económica porque su objetivo no es otro que sensibilizar y propone una estructura novedosa donde participan personas de diferentes países en cada instancia, promoviendo especialmente la participación de la mujer, ya sea en la selección, calificación de inscripciones, o en los jurados y una competición, que cada año depende de la confirmación de inestables financiadores…

Es importante destacar que este año, cuando hemos vivido una y otra vez las consecuencias de la violencia, cuando las generalizaciones están servidas y disentir parece punible pienses lo que pienses, este festival es más que nunca una herramienta de reflexión y punto de encuentro.

Y así llegamos a esta decimotercera edición, para ver buen cine que de otra manera no llega a España, convocando la mayor cantidad de miradas posible sobre temas como las migraciones, refugiados pero también,  acercándonos al diálogo intergeneracional, violencia de género, juventud, encuentros intergeneracionales o hechos que afecten a nuestra memoria colectiva.

«Hace 2 días atacaron a una compañera de la organización, en un barrio del centro de Madrid, cuando venía de imprimir un guion. No queremos que pasen estas cosas. Las grandes ciudades deben desarrollar herramientas para que nadie, nadie sea extranjero o nacional, tenga necesidad de robar, que los vecinos puedan reaccionar solidariamente, sin selfies y sin miedo, que en el centro de salud te atiendan con inmediatez, luego de la agresión, en vez de obligarte a hacer fila. Porque antes de llegar a la policía hay una serie de procesos que se deben cumplir y derechos que se deben garantizar», afirma su coordinadora Amparo Gea. «Seguro alguno dirá que no es bueno generalizar a partir de un caso particular, así que me remito a las estadísticas. Mientras los cambios no traigan transparencia, seguirá sucediendo. Mientras los políticos de turno, cada vez mas envejecidos, o las nuevas generaciones, nos den portazos o menosprecien una y otra vez a quienes trabajamos cada día sin buscar rédito politico y mientras solo reciban amiguetes, seguirá sucediendo».

El festival, a pesar de comenzar en pleno puente de la Almudena (porque son las fechas que se le han otorgado por parte de la sala y con otro festival en la sala contigua) y de coincidir en las mismas fechas que el Festival de Cine de Huelva y que el Festival de Cine Europeo de Sevilla, está teniendo éxito de público.

El XIII Festival Cinematográfico Internacional el Ojo cojo continuará hasta el 19 de noviembre en Madrid con proyecciones en Cineteca Matadero (entrada gratuita) y Casa de América (4€).

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