Redacción •  Memoria Histórica •  25/12/2023

La ARMH critica el discurso navideño de Felipe de Borbón y califica de «lamentables» algunas de sus palabras

  • La entidad señala que aseguró que la división de la historia reciente de España «abrió heridas, fracturó afectos y distanció personas», cuando fueron consecuencias del golpe de estado y de una terrible dictadura que duró cuarenta años.
  • «No fue eso que llama la división la que sacó de sus casas y detuvo ilegalmente a miles de civiles que fueron asesinados por pistoleros falangistas y cuyos cadáveres en muchos casos siguen hoy desaparecidos».
La ARMH critica el discurso navideño de Felipe de Borbón y califica de «lamentables» algunas de sus palabras

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) considera tremendamente desafortunadas algunas de las afirmaciones hechas por Felipe de Borbón en su mensaje navideño.

Es lamentable que una institución que no se somete ni se funda en el voto de la ciudadanía haga una lectura de la historia reciente que blanquea la dictadura y responsabiliza de graves violaciones de derechos humanos, cuyas consecuencias en muchos casos siguen vigentes, a algo que denomina la división.

En su discurso, aseguró que la división ha sido la causa de muchos errores de nuestra historia que “abrió heridas, fracturó afectos y distanció a personas”

«No fue eso que llama la división la que sacó de sus casas y detuvo ilegalmente a miles de civiles que fueron asesinados por pistoleros falangistas y cuyos cadáveres en muchos casos siguen hoy desaparecidos», afirma Emilio Silva, presidente de la ARMH y nieto de un desaparecido por la represión franquista. Y añade: «Lo que en el discurso denomina la división fue un golpe de Estado, surgido de una alianza entre militares y monárquicos fascistas, y cuarenta años de dictadura en los que quienes asaltaron violentamente el poder decidieron quiénes podían pensar y no pensar libremente, quiénes podían tener derechos o no tenerlos, quiénes iban a ser perseguidos por el Estado o protegidos».

No fue la Constitución de mil novecientos setenta y ocho la que cerró esas heridas, porque todavía hay decenas de miles de desaparecidos, porque no ha sido juzgado ninguno de los responsables cincuenta años después y ninguna de las víctimas ha visto sentarse en un banquillo como acusado a un torturador, un asesino o un saqueador de bienes de las familias republicanas. Miles de familias de este país siguen usurpadas de sus bienes sin que esa Constitución les haya devuelto los bienes que les robaron a punta de pistola.

Habla en su discurso de que esa división distanció a personas y lo que realmente ocurrió es que medio millón de hombres y mujeres escaparon difícilmente de este país para salvar su seguridad y en muchos casos su vida.

Y no fracturó afectos porque quienes fueron capaces de torturar a miles de personas, quienes forzaron a miles de mujeres o crearon campos de concentración para homosexuales eran incapaces de sentir empatía alguna por lo diferente, por lo que no era nacional, católico y fascista.

Su afirmación de que la Constitución ha conseguido superar esos hechos vuelve a ser una forma de esconder la realidad por parte de una institución que más de 50 años después de muerto el dictador no ha condenado la dictadura franquista, expresión que todavía no ha pronunciado en ninguno de sus discursos navideños ni de otra índole Felipe de Borbón, utilizando eufemismos que responsabilizan de la guerra y la dictadura a una supuestadivisióncolectiva.

«En cuanto a su reiteración al hablar de valores democráticos y pluralidad de ideas a la que aludió repetidamente con respecto a la Constitución se trata de otra operación de blanqueamiento ya que oculta que en las papeletas de las elecciones de junio de 1977 no hubo ninguna que representara la defensa de las ideas republicanas puesto que la izquierda legalizada había aceptado que la legalización era un lote que incluía la aceptación de la monarquía y de la amnistía para los franquistas», concluye Silva.


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