Resumen Latinoamericano •  Internacional •  22/05/2017

Colombianos denuncian represión por paro cívico en Buenaventura

En los anteriores tres días de paro cívico en la ciudad puerto no se habían desarrollado tales hechos.

Colombianos denuncian represión por paro cívico en Buenaventura
“La situación se desbordó y es necesario un puente internacional que sirva como intermediarios entre fuerza pública y comunidad”, sostuvo el Consejo Nacional Afrocolombiano de Paz (Conpaz).

Cuatro días de paro cívico se cuentan en la ciudad puerto de Buenaventura, al oeste de Colombia, donde los ciudadanos denunciaron una fuerte represión este viernes por parte del Escuadrón Móvil Antidisturbio (Esmad).

En dos de los ocho puntos de concentración, puente del Piñal y La Delfina, los agentes del Esmad usaron gases lacrimógenos para dispersar a los protestantes, pero también recurrieron a la violencia por primera vez desde el inicio del paro.

Las autoridades optaron por utilizar gases lacrimógenos, a pesar de que en el sitio se encontraban personas de la tercera edad y niños. El diario El País de Cali informó que hay al menos tres menores de edad lesionados.

“La situación se desbordó y es necesario un puente internacional que sirva como intermediarios entre fuerza pública y comunidad”, aseguró el Consejo Nacional Afrocolombiano de Paz (Conpaz) en un comunicado.

Por lo cual, el Conpaz pidió una “acción urgente” para resolver la situación de manera que no haya más represión.

Diversas personalidades, entre ellas la activista por los derechos humanos, Piedad Córdoba, se han pronunciado en contra de los hechos sucedidos en Buenaventura.

El paro cívico fue convocado para que el Estado colombiano atienda necesidades apremiantes en lo social, económico y ecológico.

Principalmente, la comunidad exige que se restablezca el servicio en el hospital de Buenaventura, mejoras en la seguridad y solución a la problemática del agua potable en esta ciudad.

DISPAROS, SAQUEOS Y CAOS EN FOTOS: DECRETAN TOQUE DE QUEDA EN BUENAVENTURA
20 de mayo 2017

El alcalde de Buenaventura, Eliécer Arboleda, decretó en la noche de este viernes toque de queda en la ciudad, luego de una jornada de caos en la que se registraron disparos, saqueos a supermercados y múltiples daños a la infraestructura pública.

El toque de queda fue decretado en todo el perímetro urbano del distrito de Buenaventura, desde la media noche del viernes y “hasta que el orden público esté totalmente restablecido, inclusive solicitando apoyo de las fuerzas armadas y la policía”.

Con la expedición de ese decreto la Alcaldía Distrital prohíbe las manifestaciones públicas que obstruyan las vías de la ciudad.

La crítica situación fue evidenciada en videos difundidos a través de redes sociales, que muestran el panorama de vandalismo que se apoderó de la ciudad en horas de la noche.

En uno de los videos se muestra a miembros de la Fuerza Pública corriendo por las calles del centro de la ciudad, mientras de fondo se escuchan detonaciones de disparos y se observa a personas resguardándose.

Fuentes confirmaron a El País que se trató de infantes de la Segunda Brigada de Infantería de Marina que dispararon para frenar el saqueo a establecimientos comerciales.

También se han conocido videos que dan cuenta de grandes saqueos a almacenes de supermercados como La 14, Éxito y Olímpica. En ellos se percibe como muchas ciudadanos salieron con neveras, electrodomésticos, alimentos y demás de los establecimientos.

Por otra parte, El País confirmó que durante los hechos vandálicos fue saqueada la casa de uno de los hijos del alcalde Arboleda.

Hasta el momento no hay un balance de personas afectadas por el caos registrado en la ciudad con el puerto más importante del país en el Pacífico.

La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, hizo un llamado en su cuenta de Twitter al procurador general Fernando Carrillo, y al defensor del Pueblo, Carlos Negret, para que acompañen a velar por el diálogo y respeto de los derechos humanos en Buenaventura.

“Rechazo los actos vandálicos que nada tienen que ver con el derecho a la protesta. Hago llamado a la cordura para poder volver al diálogo”, manifestó.

En otro tuit, la mandataria regional dijo “la legítima protesta no puede ceder el paso a la violencia y a la delincuencia. Hago un llamado a la compostura y civilidad”.

La situación de orden público en Buenaventura se complicó luego de la llegada de centenares de policías del Esmad a varios puntos de concentración, lo que desencadenó la furia de los manifestantes que quemaron llantas y se enfrentaron con palos y piedras contra los uniformados.

Uniformados del Esmad ingresaron al sector de La Delfina, donde se encontraba un punto de concentración del paro cívico, para despejar las barricadas que impedían la circulación de vehículos.

La intervención de la Policía se presentó una hora después de que la comisión del Gobierno se levantó de la mesa y pidió un receso para comunicarle al presidente Juan Manuel Santos la solicitud del comité, que exigía su presencia o la del Ministro del Interior.

Comité del paro pide proteger a la población civil

Tras los disturbios registrados en la noche del viernes, el comité del paro cívico emitió un comunicado en el que rechazan el vandalismo y piden a las autoridades proteger a la población civil.

“El comité del paro cívico para vivir con dignidad y paz en el territorio, lamenta y rechaza rotundamente la desmedida e injustificada dosis de violencia de Estado que desató hoy el gobierno nacional sobre la población de Buenaventura, mediante el ataque del Emad, que inició en la comunidad de La Delfina y se extendió hasta distintos puntos de encuentro ubicados en la ciudad. La fuerza desmedida aplicada sobre la población causó varios heridos e incluso niños lesionados por efectos de gases lacrimógenos.

La furia de Buenaventura

En el cuarto día del paro cívico que tiene paralizado al puerto más importante de Colombia y por donde se mueve la mitad de las exportaciones del país quedaron claras dos cosas: que los bonaverenses están dispuestos a no ceder en sus reclamaciones y que la protesta, en esencia pacífica, podría convertirse en una bomba social.

Así quedó demostrado en la noche de este viernes 19 de mayo cuando el paro cívico se convirtió en una batalla campal entre manifestantes y miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), que dejó como saldo decenas de heridos, varios almacenes de cadena saqueados, sedes bancarias asaltadas, cajeros electrónicos vandalizados, el mobiliario urbano público destruido y hasta la casa del hijo del alcalde atacada.

Los promotores del paro han sido claros en rechazar cualquier acto de violencia, pero también denuncian que los desmanes fueron una reacción “al ataque y provocación del Esmad”. Ellos aseguran que la fuerza pública quiso dispersarlos con gases lacrimógenos y la gente reaccionó con furia, entre otras cosas, porque en el punto de concentración había niños.

La realidad es que ya los ánimos estaban caldeados porque un par de horas antes se levantó la mesa de diálogo en la que promotores del paro y Gobierno intentaban llegar a un acuerdo. Como si fuera poco, días antes el ministro de Ambiente, Gilberto Murillo, le hizo saber a los manifestantes que a su exigencia de declarar la Emergencia Social, “le encontramos serias objeciones sobre la viabilidad jurídica y constitucional(…)”.

El propio alcalde Eliécer Arboleda atizó la ira de los manifestantes cuando en una declaración pública concluyó que el paro no duraría mucho porque quienes lo lideran “son rebuscadores”.

En conclusión, la protesta completó cuatro días en medio de la indignación general y una ciudad paralizada, con pérdidas superiores a los 30.000 millones de pesos. Es tan evidente la crisis económica, que desde varios sectores gremiales del Valle gestionan para que las partes sigan en la mesa de diálogo


 

Sin embargo, lo que no estaba entre las cuentas de los manifestantes y mucho menos de las autoridades, es que la protesta se convirtiera en una olla a presión donde se cocina la presencia e influencia de grupos armados ilegales que siguen al acecho en ese puerto.

En varios videos se escucha a la gente gritar por los disparos y en algunas fotografías se aprecia a uniformados apuntando sus armas en posición de disparo y en otras quedó la evidencia gráfica de la confrontación cuyas balas impactaron en carros y viviendas.

Pero entre ese material que refleja la magnitud del caos que se armó por varias horas en Buenaventura, este portal tuvo acceso a decenas de audios que demostrarían que en esos disturbios hubo un ataque premeditado liderado por hombres con fusiles y pistolas, posiblemente pertenecientes al paramilitarismo.

Los audios son de distintas fuentes. En algunos es evidente que se trata de civiles atemorizados y que denuncian la presencia de “sujetos enfusilados” y relatan sus disparos. (Escuche “Se escuchan disparon repetidos”)

En otros audios es claro que corresponden a las conversaciones internas entre miembros de la fuerza pública, en este caso policía, que además de pedir ayuda a la Armada, relatan la forma como fueron rodeados, emboscados y atacados desde el mar. Muchos de los testimonios en caliente, reflejan la zozobra que padecieron durante varias horas los bonaverenses.

Antes de la media noche el alcalde Arboleda decretó el toque de queda y lo mantendrá hasta que se restablezca el orden público y la tranquilidad ciudadana. A su vez, en un video hizo una corta declaración explicando que “no he autorizado al Esmad para que vaya a atropellar a la comunidad”.

Por su parte, la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, se pronunció a través de Twitter: “Rechazo los actos vandálicos que nada tienen que ver con el derecho a la protesta. Hago llamado a la cordura para poder volver al diálogo”.

Lo preocupante es que mientras promotores del paro y Gobierno se sientan a dialogar, hombres armados con fusiles y pistolas, siguen aprovechando la furia de los bonaverenses para infiltrar su protesta social.


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