COESPE •  Opinión •  12/02/2024

COESPE, ante la subida del salario mínimo interprofesional

Esta semana el gobierno ha publicado la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 1.323 € al mes en 12 pagas (1.134 euros en 14). Sin duda es una buena noticia para las y los trabajadores de todo el país. El incremento del SMI afecta a un millón y medio de personas empleadas (en gran parte del sector agrario y servicios), este incremento afecta a todas las personas trabajadoras (21 millones) indirectamente porque hay conceptos de las nóminas que se calculan sobre la base de dicha cifra (por ejemplo, la cantidad de salario protegida que no puede ser embargada).

Sin embargo, a nuestro criterio esta subida presenta deficiencias. COESPE y el colectivo pensionista, viene reivindicando que la pensión mínima se sitúe al nivel del salario mínimo, y ambos al nivel de 60% del salario medio del país, tal como establece la Carta Social Europea firmada por España

Esto supondría que el SMI para cumplir con lo establecido en la Carta Social Europea para 2024 debería ser de 1.463 € en 12 pagas (1.253 en 14 pagas). Con esta subida ahora, nos quedamos un 10,5% por debajo de lo que legítimamente correspondería, a las personas trabajadoras más desprotegidas.

Además, las pensiones mínimas fijadas este año para las diversas categorías de pensionistas, en su mayor parte quedan por debajo del SMI. En particular las personas en situación de viudedad o sin cónyuge, quedan según el último aumento de pensiones casi en la mitad de esa exigencia.

El gobierno plantea que no hay recursos suficientes. Es cierto que Europa exige devolver una deuda que se generó con el rescate a los bancos y las ayudas next generación que en su mayor parte han ido a parar a la grandes empresas y bancos. Pero no es verdad que «No haya plata». Nuestro país ha aumentado enormemente la riqueza que produce. Entre el 2013 y 2023 el PIB aumento un 42% (de 1226 a 1432 billones de €). Y los bancos que no devolvieron el rescate multimillonario, han obtenido este año unos beneficios récord, mientras que salarios y recaudación fiscal quedaron muy por detrás. ¡¡Hay plata!!, pero se la quedan muy pocos. Y además de lo que se recauda vemos como se malgasta con subcontrataciones privadas en sanidad, educación, dependencia y aún peor aumentando al doble los presupuestos militares.

En este mismo sentido, compartimos la angustia del sector agrícola y ganadero, afectados por la reducción brusca de las ayudas, la subida de los costes energéticos y la inundación de productos procedentes de zonas en guerra a precio de saldo. Todo ello provoca una caída de los precios de sus productos, que luego en forma alguna se refleja en los precios de los supermercados.

Son las grandes multinacionales de la alimentación y los fondos financieros quienes tratan de arruinar la agricultura tradicional para imponer su modelo agrario de grandes plantaciones (EEUU tiene de media explotaciones con 10 veces más tierra que nuestros campesinos, por no hablar de los grandes latifundios en Brasil, Argentina o África). Quieren imponer una agricultura mecanizada, de producción de baja calidad y gran cantidad (soja, maíz, etc.), que funcionan con muy poco empleo. Ellos saben que en toda Europa el campesinado se ha envejecido y arruinado (antes del 2030 se jubilan el 60% en España) y esperan poder quitarle la tierra a precio de saldo para imponer su modelo agrario, aprovechando la necesidad que genera que las pensiones sean también en el campo muy bajas.

Solo la presión ciudadana puede forzar un cambio es estos comportamientos. Solo nuestra movilización puede convencer a aquellos que nos gobiernan, que primero deben atender a las necesidades de la gente, por delante de lo que exigen los fondos de inversión y las grandes empresas, mediante sobornos y campañas de comunicación que desorientan a la gente.

COESPE ha convocado para mayo su 6ª Asamblea. La constancia de nuestra lucha ha permitido ciertos resultados, pero es necesario seguir trabajando, organizando, movilizando y estableciendo amplias alianzas sociales, para abrir las amplias alamedas de una sociedad más justa y sostenible.

¡Gobierne quien gobierne, las pensiones públicas se defienden!

Comisiones de Organización y Portavocía.


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