Redacción •  Internacional •  16/04/2018

La cadena Sky News corta la entrevista a Jonathan Shaw, un comandante británico de las Fuerzas Armadas cuando cuestionaba la veracidad de los supuestos ataques químicos en Siria

La pregunta que se hizo el comandante es la que se hacen otros muchos analistas: "lo que falta en este debate, y es algo que ya dijo el embajador, es... ¿qué motivos podría tener Siria para lanzar un ataque químico en este momento y en este lugar?".

La cadena Sky News corta la entrevista a Jonathan Shaw, un comandante británico de las Fuerzas Armadas cuando cuestionaba la veracidad de los supuestos ataques químicos en Siria

La respuesta al comienzo de su alocución por parte de la presentadora fue la censura sin contemplaciones, quien recibió instrucciones de interrumpir al entrevistado y cortar la entrevista con estas palabras: «De acuerdo, he sido muy paciente pero tenemos que dejarlo ahí. Lo siento mucho, muchas gracias».

El ataque por parte de EE.UU., Reino Unido y Francia está recibiendo numerosas críticas por parte de la opinión pública no alineada con los intereses del establishment y políticos que denuncian la ilegalidad de obviar los tres Parlamentos de estos países y pasar por encima de la Carta de Naciones Unidas, y todo sin esperar la llegada de los inspectores de la «Organización para la Prohibición de las Armas Químicas», prevista para el 14 de abril, pero que tuvo que posponerse al día 15.

El secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, descartó nuevos ataques más allá de los ya conocidos y dio la operación por terminada: “Nos hemos limitado a los objetivos relacionados con las armas químicas. No íbamos a ampliarlos, fuimos muy precisos y proporcionados”.

Tanto Rusia como Siria desmiente el supuesto ataque químico, y presentan testimonios de testigos en Duma desmintiendo que tal ataque se produjera. Los heridos fueron atendidos con síntomas de afixia «por humo», según los médicos, que pueden identificarse en el vídeo en el que se atendían a los heridos.

Los investigadores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) con sede en La Haya comienzan a investigar este domingo el presunto ataque químico cerca de Damasco que motivó unos bombardeos occidentales sin precedentes contra el régimen sirio. Llegaron a Damasco unas horas después de los bombardeos con el objetivo de indagar sobre lo ocurrido el 7 de abril en Duma, al este de la capital.
Las potencias occidentales mantienen que hubo un ataque en el que se emplearon cloro y gas sarín y mató a decenas de personas.

Después de que misiles estadounidenses, franceses y británicos destruyeran la madrugada del sábado sitios sospechosos de almacenar y desarrollar armas químicas sin que apareciera ninguna nube toxica a posteriori, Trump pronunció la esperada frase «¡Misión cumplida!», desde su cuenta de Twitter.

La propia OPAQ había declarado que las reservas de armas químicas del gobierno sirio se habían retirado en 2014, aunque luego confirmaron que en el ataque de 2017 en Jan Sheijun se había empleado gas sarín.

Los inspectores de la OPAQ tienen por delante una ardua tarea, ya que todos los actores importantes anticiparon sus resultados. Las potencias occidentales justificaron sus ataques afirmando que ya disponían de pruebas del uso de armas químicas, aunque no se han mostrado áun tales «pruebas».

El equipo de la OPAQ también tendrá que lidiar con el riesgo de que se hayan podido eliminar pruebas del lugar, situado en una zona que la semana pasada estuvo controlada por la policía militar rusa y las fuerzas sirias. «Siempre hay que tener en cuenta esa posibilidad y los investigadores buscarán pruebas que muestren si el lugar del incidente fue alterado», señaló Ralf Trapp, consultor y miembro de una misión anterior de la OPAQ a Siria.

Según funcionarios estadounidenses, en la operación del sábado participaron tres destructores estadounidenses, una fragata francesa y un submarino estadounidense localizados en el mar Rojo, el Golfo y el Mediterráneo oriental; así como aviones de combate de las tres potencias.

Según el Pentágono no hay previstas más acciones militares, pero la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, advirtió que su país «está cargado y listo» si hubiera otro ataque químico.

El Consejo de Seguridad de la ONU, que se reunió de emergencia el sábado, solicita la entrega de ayuda humanitaria sin obstáculos y la aplicación de un alto el fuego, además de pedir que Siria se comprometa en las conversaciones de paz apadrinadas por la ONU.

El presidente francés, Emmanuel Macron, y otros líderes occidentales, pidieron que tras los ataques se persiga una ofensiva diplomática para terminar con la guerra en Siria, que en siete años dejó más de 350 mil muertos y millones de desplazados.

Rusia ha bloqueado innumerables resoluciones en el Consejo de Seguridad contra el régimen de Damasco, al que respalda y el cual sigue determinado a reconquistar toda Siria.

La noche del sábado, el ejército sirio anunció la reconquista total de Guta Oriental, un antiguo bastión rebelde al este de Damasco en el que se encuentra Duma.

El régimen y las fuerzas aliadas apuntan ahora a otros distritos del sur de Damasco aún controlados por el grupo yihadista Estado Islámico y probablemente a Deraa, donde comenzaron las protestas contra Al Asad en marzo de 2011.

La opinión de varios ciudadanos sirios a pie de calle;

* Con información de AFP.


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