Redacción •  Actualidad •  16/12/2016

Los vecinos de Opañel protestan ante el Arzobispado por bloquear la solución al conflicto con la parroquia de “los kikos”

El pasado 29 de noviembre estaba previsto que el Arzobispado y el Ayuntamiento firmaran un principio de acuerdo, pero la Iglesia no acudió a la cita. Parte del acuerdo debe recoger la renuncia de la Iglesia a levantar en la parcela de Opañel (Carabanchel) cualquier infraestructura funeraria. El vecindario siempre ha defendido la construcción de dotaciones o equipamientos públicos en la parcela anexa a la Parroquia Santa Catalina Laboure, que regenta el Camino Neocatecumenal. Los vecinos de Opañel protestan ante el Arzobispado por bloquear la solución al conflicto con la parroquia de “los kikos”. Manifestación. Domingo 18 de diciembre, 12:00. C/ Bailén, 8.

Los vecinos de Opañel protestan ante el Arzobispado por bloquear la solución al conflicto con la parroquia de “los kikos”

Después de más de dos años solicitando el uso social del terreno anexo a la Parroquia Santa Catalina Laboure (Carabanchel), el Arzobispado dejó plantados al Ayuntamiento de Madrid y a los vecinos de Opañel el pasado 29 de noviembre, día en el que estaba prevista la firma de un acuerdo para dar solución al problema. Y lo hizo con un argumento absolutamente peregrino, a tenor del vecindario: se excusó indicando que su parte de la parcela no está aún inscrita en el Registro de la Propiedad. Pero este dato “los vecinos ya lo conocíamos y sabemos que no es relevante, tal y como nos explicaron en el Ayuntamiento, ya que sí aparece en el Plan de Ordenación Urbana vigente. En cualquier caso la inscripción en el Registro de la Propiedad es voluntaria y es algo que deberían haber hecho ellos y que por supuesto ya sabían. Por lo que consideramos que esta excusa no es más que una maniobra dilatoria más por parte del Arzobispado”, indica la Plataforma Vecinal de Opañel en un comunicado. Ante esta actitud de bloqueo, que no ha variado desde hace un año, la red ciudadana de este barrio de Carabanchel ha decidido salir de nuevo a la calle y llevar su enfado hasta la misma puerta de la sede eclesiástica. Así, este domingo, 18 de diciembre, se concentrará a las 12:00 en el lugar, sito en el número 8 de la calle Bailén.

La plataforma recuerda en su nota que “en diciembre de 2015, en una asamblea abierta en el Centro Cultura de Oporto, Esther Gómez, concejala presidenta de la Junta Municipal de Carabanchel y José Manuel Calvo, delegado del Área de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid, presentaron a los vecinos un plan para dar solución al problema del terreno que movilizó al barrio de Opañel cuando la Parroquia Santa Catalina Laboure anunció, en marzo de 2014, su intención de hacer en él una cripta”. Un lugar donde años atrás había prometido construir un polideportivo, para lo cual “recogió donativos de feligreses y vecinos durante años”. El terreno de la discordia, que hoy sigue en desuso, tiene dos partes: una propiedad del Camino Neocatecumenal, que regenta la parroquia, y otra del Consistorio.

“En esa asamblea [los responsables municipales] explicaron que tenían un acuerdo verbal con el Arzobispado para reordenar urbanísticamente la zona, de manera que lo lógico era construir una dotación para Opañel en la parte municipal y además se conseguiría el compromiso por escrito de la Iglesia para no construir nunca nada de carácter funerario en el terreno”, informa la plataforma.

El plan complació a la red ciudadana, a pesar de que “ha reivindicado desde el principio que todo el terreno que faltaba por construir se revirtiera al barrio para su uso público”. Hoy la parte que pertenece a “los kikos” se encuentra vallada, y el vecindario espera que, cuanto antes, el Ayuntamiento levante algún equipamiento público en la zona de su propiedad.

Desde la citada asamblea hasta hoy, el Arzobispado “se ha negado rotundamente a que los vecinos estuviéramos presentes en las negociaciones, algo que solicitamos desde el principio. Por ese motivo el Arzobispado bloqueó meses la negociación”, asegura la plataforma. Tan solo concedió que uno de sus representantes, “ de manera únicamente testimonial”, acudiera al acto de firma del citado acuerdo, en el que supuestamente la Iglesia se iba a comprometer a no construir en su terreno la proyectada cripta o cualquier otra infraestructura funeraria.

Pero tras el plantón de los representantes eclesiásticos, los vecinos han optado, como tantas veces han hecho en los últimos años, por sacar su protesta a la calle, y así seguirán haciéndolo hasta que “haya una verdadera voluntad para solucionar el problema”.


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