La ONU exige que Turquía frene los crímenes de guerra de sus grupos armados aliados en Siria
Un panel de investigadores de crímenes de guerra de las Naciones Unidas ha pedido a Turquía que controle a los militantes aliados en el norte de Siria, que pueden haber cometido una serie de crímenes de guerra contra civiles, incluida la toma de rehenes, violaciones y torturas.
En un informe que cubre la primera mitad del año en curso y fue publicado el martes, la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria dijo que militantes del llamado Ejército Nacional Sirio, también conocido como Ejército Sirio Libre, detienen a civiles y los transfieren a Turquía para enjuiciamiento, y agregó que tales actos podrían constituir un crimen de guerra de deportación ilegal.
El panel advirtió que los asesinatos y violaciones de civiles estaban aumentando en Siria.
En Afrin, Ras al Ayn y las áreas circundantes, el Ejército Nacional Sirio respaldado por Turquía puede haber cometido crímenes de guerra como tomas de rehenes, tratos crueles, torturas y violaciones”, dijo el presidente del panel, Paulo Pinheiro, en una rueda de prensa.
“Turquía debe actuar para prevenir estos abusos y garantizar la protección de los civiles en las áreas bajo su control”, añadió.
El panelista Hanny Megally dijo que Ankara ejerce influencia sobre los militantes afiliados al llamado Ejército Nacional Sirio, ya que los ha financiado y entrenado y ha permitido que los terroristas ingresen a Siria desde territorio turco.
“Si bien no podemos decir que Turquía esté a cargo de ellos y que emita órdenes y tenga un control de mando sobre ellos, creemos que podría usar su influencia mucho más y ciertamente presionarlos para que desistan de los crímenes que se están cometiendo e investigarlos”, agregó Megally.
Ankara ha estado brindando apoyo a los terroristas que operan para derrocar al gobierno de Damasco desde principios de 2011.
El año pasado, Turquía tomó el control de la ciudad fronteriza de Ras al Ain después de lanzar una invasión transfronteriza del noreste de Siria con la ayuda de sus grupos armados aliados para expulsar a los militantes kurdos afiliados a las llamadas Unidades de Protección del Pueblo (YPG) lejos de las zonas fronterizas.
Ankara ve a las YPG respaldadas por EEUU como una organización terrorista vinculada al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que lucha en favor de la independencia de las regiones kurdas de Turquía.