Cancillería siria considera “crimen de guerra” la corte de agua a Damasco
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria ha declarado que la corte de agua potable a los residentes de Damasco, la capital, es “un crimen de guerra” y “un crimen contra la humanidad”.
En dos cartas idénticas dirigidas al Secretario General de la ONU y el presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), la Cancillería siria ha denunciado que este crimen perpetrado por los terroristas del Frente Al-Nusra que viola las leyes internacionales.
Además ha llamado al CSNU condenar inmediatamente estos crímenes que apuntan de manera flagrante contra los civiles en Siria y le ha instado a tomar las medidas necesarias para restablecer el suministro de agua a la ciudad de Damasco, así como castigar a los patrocinadores de los terroristas en este caso.
La Cancillería siria también advirtió de las nefastas consecuencias de este acto criminal sobre la alimentación, salud e higiene de más de 7 millones de personas de los habitantes de Damasco.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó el jueves que sólo en Damasco, 5,5 millones de personas han visto su abastecimiento cortado o reducido, por estar las fuentes de Wadi Barada inutilizables a causa de combates y actos de sabotaje, entre otros.
El asesor especial del enviado de la ONU en Siria, Jan Egeland, subrayó que sabotear y negar el agua es un crimen de guerra y advirtió de que la población civil se verá afectada por enfermedades transmitidas por el agua contaminada.
El pasado 24 de diciembre, las autoridades sirias se vieron obligadas a cortar el suministro de agua potable a la ciudad y suburbios después de que los terroristas la contaminaran con diésel. Esto se produjo en medio de enfrentamientos entre el Ejército sirio y los terroristas en los pueblos de Wadi Barada y Ain al-Fiyeh, controlados por rebeldes de Jaysh al Islam (Ejército del Islam).
Aparentemente los enfrentamientos en Wadi Barada han abierto una nueva fase de conflictos en este país, lo que se puede llamar como “guerra de agua”; Ciertamente, los civiles serán los más afectados.
Todo esto se produce tras la victoria del Ejército sirio en la provincia noroccidental de Alepo. Las tropas sirias liberaron el pasado 13 de diciembre la provincia de Alepo que desde 2012, está dividida; de manera que el Gobierno de Damasco controla el oeste y los grupos armados controlan el este de la urbe que desde hace varios meses están sitiados por las tropas sirias.