Naciones Unidas condena el indulto de Trump a mercenarios de Blackwater
Un grupo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tacha de “agravio a la Justicia” el indulto de Estados Unidos a mercenarios de Blackwater.
El saliente presidente estadounidense, Donald Trump, emitió recientemente varios indultos a favor de cuatro contratistas de la empresa militar norteamericana Blackwater, responsables del asesinato de 17 civiles en Bagdad (capital de Irak), en 2007. Los contratistas indultados fueron condenados a penas que oscilan entre los 12 años y cadena perpetua, con cargos que incluyen el asesinato en primer grado.
A través de un comunicado emitido el miércoles, los expertos del organismo internacional advirtieron que tal medida del inquilino de la Casa Blanca supone una violación del derecho internacional.
“Indultar a los contratistas de Blackwater supone una afrenta a la Justicia y a las víctimas de la masacre de Bagdad y sus familiares”, lamentó Jelena Aparac, relatora al frente del grupo de trabajo sobre el uso de mercenarios.
Aparac recordó también que la Convención de Ginebra obliga a los Estados a enjuiciar a aquellos que cometen crímenes de guerra, incluso aunque trabajen como contratistas de seguridad privada, razón por la cual, llamó a los firmantes de esta convención a condenar los indultos.
“Garantizar que no hay impunidad para este tipo de crímenes es fundamental para la humanidad y la comunidad de naciones. Los indultos, amnistías y otras formas de exculpación por la comisión de estos delitos abren la puerta a futuros abusos en el marco de la contratación de empresas militares y de seguridad”, sostuvo.
Ante tal coyuntura, los expertos de la ONU expresaron su preocupación por la posible impunidad de la que puedan gozar los contratistas de seguridad privada en sus operaciones en conflictos armados.
Blackwater, fundada en 1997 con el fin de apoyar a las tropas de EE.UU. durante sus guerras en Irak y Afganistán, recibe cientos de millones de dólares en virtud de contratos con Washington. Informes del Comité de Seguridad y Defensa del Parlamento iraquí indicaron que la compañía en cuestión entró con otro nombre en el territorio iraquí para reactivar al grupo terrorista Daesh.