Ante el desahucio del exnarcopiso de Riereta 3 (Barcelona) por BBVA, CERBERUS y DIAVRIAN

 La lista de entidades financieras que poseen inmuebles vinculados al tráfico de drogas es larga, pero mucho más larga es la cantidad de consecuencias que dejan tras de sí sus prácticas especulativas, que derivan en caldo de cultivo para las mafias.

Sin embargo, en los últimos años la lucha vecinal ha logrado reducir el problema, parece que vamos ganado e incluso que las mafias están abandonando el barrio, pero es un mero espejismo a pesar que se ha logrado reducir el problema y la impunidad con la que actuaban las mafias, pero la realidad es que están ganando terreno, cambiando las dinámicas y copando un oscuro negocio con los inmuebles paralelo al del narco tráfico.

La entidad financiera BBVA, junto a sus inmobiliarias, y el gestor inmobiliario DIVARIAN, perteneciente al fondo de inversión CERBERUS, disponen de varios puntos de venta de drogas activos y otros inactivos pero todos ellos en manos de las mafias, para su uso disfrute y siendo los mayores proveedores de locales y viviendas para estas mafias.

 Las entidades financieras poco o nada han venido haciendo para que estas prácticas no se sucedan en el tiempo, sin poner denuncias o asegurar las viviendas o locales para que las mafias no se hagan con ellas. Lejos de reaccionar ante este problema, la entidad no ha vacilado a la hora de desahuciar familias, pero se desentiende de las propiedades en las que se delinque, permitiendo su continuidad. Por otro lado, cuando se ha tratado de una familia o vecinos que han defendido el inmueble de las ocupaciones delictivas, tampoco han dudado en emitir una denuncia por ocupación en tiempo récord.

Ese es el caso del local de la calle Riereta n º 3, que ahora se enfrenta a una nueva fecha de lanzamiento, tras tres intentos de desahucio y la poca disponibilidad de la propiedad por negociar un alquiler social para las jóvenes que defendieron el inmueble, pese a las amenazas reiteradas de los traficantes por recuperar el espacio que les fue arrebatado por las vecinas y vecinos de la zona ante la pasividad de la propiedad.

Hay que poner en valor que desde que estas vecinas llegaron al barrio y se establecieron en el inmueble la zona se pacificó por sí sola, pero también que han participado en innumerables luchas contra los desahucios, el CAP Raval nord, manifestaciones o las Xarxas de Suport en la pandemia de la cavid-19. Su contribución es impagable, sin embargo, volvemos a la no tan nueva normalidad y ahora la propiedad quiere volver a echarles sin opción a un alquiler social. Estas entidades, como muchas otras prefieren un barrio degradado para seguir con la especulación.

 Las vecinas y vecinos del Raval no podemos permitir que nos expulsen, por este motivo vamos a defender el inmueble para que nuestras vecinas continúen en su casa y para que no vuelva a ser un foco de venta de drogas. Por otro lado, estamos preocupados por los últimos dispositivos policiales frente a estas ocupaciones como hemos vivido el pasado 14 de enero en el desahucio del n.º 13 de la misma calle y propiedad de la SAREB. Sin embargo, ni en Riereta nº 3 ni en Riereta nº 13 jamás apareció la policía para desalojar a los traficantes siendo las vecinas y vecinos quienes hemos puesto nuestros cuerpos y jugándonos la vida para recuperar una normalidad que se nos está siendo negada.