Una estrategia política para recuperar la iniciativa

Retomar la iniciativa política, hacer de Podemos una fuerza de gobierno y concretar las prioridades de la formación para el nuevo ciclo político son los ejes que articulan ”Desplegar las velas: un Podemos para gobernar”, el borrador político de la iniciativa Recuperar la Ilusión, que se presenta este viernes, abierto al debate en las asambleas territoriales con círculos que se inician este fin de semana y que contarán con la participación de los principales portavoces de la iniciativa.

El borrador publicado cuenta con tres partes fundamentales: un análisis desde las elecciones europeas, cuando irrumpió Podemos, hasta la conocida campaña de “la remontada” del 20D; seguido de una reflexión y autocrítica sobre el periodo abierto posteriormente y la situación actual tras la investidura de Rajoy, y la coyuntura europea actual con el auge de las fuerzas de extrema derecha. El documento se acompaña del plan estratégico “Hacer patria: ser útiles hoy para gobernar mañana”, que concreta las políticas públicas que Podemos debería asumir como prioritarias para su gestión en los municipios, las autonomías y el país.

Un exhaustivo balance de Vistalegre I y del Gobierno de Rajoy es el inicio del análisis que asume que el nuevo ciclo político necesita un Podemos democrático, feminista, popular, patriótico y plurinacional, que no se repliegue porque no es momento de resistencia y cuyo objetivo sea recuperar la iniciativa política, abrirse a los que faltan y avanzar posiciones hasta convertirse en fuerza de gobierno. Es decir, “recuperar la iniciativa demostrando que somos capaces de presionar al Gobierno, de liderar acuerdos o instalar temas en la agenda nacional que nos muestren como una fuerza política de futuro”.

Para ello, es imprescindible ganar credibilidad y confianza en la sociedad porque hacer de Podemos una fuerza de gobierno no es una tarea para campañas electorales, es una prioridad del día a día que se demuestra siendo útiles ya, en el mientras tanto, con el trabajo institucional, apostando y apoyando a los Ayuntamientos del cambio, que no pueden volver a estar solos, y trabajando en las comunidades autónomas para revertir las políticas del PP y arrastrar al resto de fuerzas políticas hacia el proyecto del cambio, que mejore las condiciones de vida de la gente. Podemos debe ser la locomotora de esa transformación, el garante de estas ‘tareas moradas’, y para ello debe seguir siendo una fuerza autónoma e independiente porque para cambiar España no basta con refundar o unir la izquierda, sino alcanzar una meta más ambiciosa: la unidad popular.

La construcción de una mayoría nueva solo puede ser un trabajo en positivo, con un discurso audaz que sume y que no expulse. Los Ayuntamientos del cambio y, especialmente, referentes como Ada Colau, Manuela Carmena o Mónica Oltra demuestran que la radicalidad se basa en los contenidos y en la capacidad de transformar las condiciones de vida de la gente corriente. Para conseguir esto, es imprescindible hacer una autocrítica honesta y sincera del camino de Podemos desde el 20D hasta hoy, en el que es inevitable reconocer cierta desconexión de la organización con una parte significativa de nuestro país, y un recorrido no exento de bandazos. Para corregir estas dinámicas, es imprescindible construir un Podemos más democrático, más amplio y plural, también más feminista.

Para este nuevo ciclo, hay que concretar las tareas de Podemos y, por ello, el borrador cuenta con un plan estratégico, “Hacer patria: ser útiles hoy para gobernar mañana”, cuyas principales medidas son: asegurar la autonomía de los municipios, derogando la conocida como ley Montoro; pasar del techo de gasto a asegurar un suelo de ingresos en las comunidades autónomas blindando el gasto social en los estatutos; reconocer la plurinacionalidad del Estado, transformando el actual y fallido modelo territorial; priorizar el cambio de modelo energético y productivo para salir de la crisis mirando siempre al futuro; o asegurar que España sea el baluarte de los derechos humanos en Europa frente al avance de la extrema derecha; entre otras muchas medidas concretas en las que también se asume que el cambio económico y productivo no será posible sin contemplar los límites ecológicos del planeta y que cualquier solución al modelo territorial no puede seguir ignorando la realidad rural de nuestro país.