Grupo de Puebla hace un llamado al FMI para que estructure una moratoria temporal de la deuda de los países de ingreso emergente
La carta propone que el FMI, respaldado por el Tesoro norteamericano y la Unión Europea, en coordinación con la banca privada y multilateral, estructure una moratoria temporal de la deuda pública (y privada) de los países de ingreso medio y emergentes.
El Grupo de Puebla -organización iberoamericana y del Caribe que cuenta con 52 líderes de 16 países- envió una misiva dirigida a la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. En la carta plantean que en la actualidad se está pasando de un problema de liquidez a uno de insolvencia en algunos países, destacando la situación de Argentina, que logró una reestructuración de la deuda en vísperas del cambio de circunstancias generado por la pandemia, una nueva fuerza mayor que amenaza con hacer insostenible el cumplimiento de los nuevos compromisos adquiridos.
Así, plantean que si se permite que un país tras otro entre en insolvencia, el perjuicio para el conjunto de la economía mundial será peor y, desde luego, el sufrimiento humano indescriptible. Por eso el Grupo de Puebla, propone que lo que verdaderamente evitará una recesión global prolongada o incluso una depresión de impredecibles proporciones, es conseguir que el FMI, estructure una moratoria temporal de la deuda pública (y privada) de los países de ingreso medio y emergentes. En el caso de los países más pobres esta propuesta incluye la cancelación de la deuda soberana.
Explican que su propuesta de moratoria consensuada y temporal para los países que la soliciten, a excepción hecha de las economías fuertes (AAA+), sería un cambio de paradigma y la única vía disponible para evitar una crisis de la deuda generalizada con otra década perdida, no solo en América Latina, sino en el mundo entero. La iniciativa incluiría la deuda pública externa tanto con acreedores institucionales como con tenedores de bonos. Al lanzar este salvavidas el FMI y el Banco Mundial cumplirían el papel de ejecutores de una propuesta de cooperación humanitaria mundial sin precedentes.
La carta propone que el FMI, respaldado por el Tesoro norteamericano y la Unión Europea, en coordinación con la banca privada y multilateral, estructure una moratoria temporal de la deuda pública (y privada) de los países de ingreso medio y emergentes.
Esta medida va en concordancia con lo expuesto por el Grupo de Puebla en una carta enviada previamente al G20, que llama a que la suspensión del servicio de deuda (DSSI) sea extendida a los países de ingreso medio para impedir que la acumulación de la deuda en el corto plazo, genere una crisis de la deuda que profundice el retroceso social y la crisis económica producida por la pandemia del Covid-19. Esto, también, considerando las reciente proyecciones del FMI, que calculan que la deuda total de las economías emergentes como porcentaje del PIB se habrá incrementado en 10% este año, sobre los niveles ya elevados previos a la pandemia.