Redacción •  Internacional •  28/06/2021

Declaración de la XIX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) concluyó la noche del pasado jueves su XIX Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Caracas, Venezuela, con motivo del Bicentenario de la Batalla de Carabobo.

Declaración de la XIX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP

Los Jefes de Estado y de Gobierno y los Jefes de Delegaciones de los países miembros e invitados de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), reunidos de forma presencial el día 24 de junio del año 2021, en el marco de la conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Carabobo de la República Bolivariana de Venezuela, al suscribir la presente Declaración, renovamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de la integración y la unidad de nuestros pueblos como ideario fundacional de los Comandantes Hugo Chávez Frías y Fidel Castro Ruz.

  1. Reivindicamos el ideario de Bolívar, Martí, San Martín, Sucre, O´ Higgins, Petión, Morazán, Sandino, Maurice Bishop, Garvey, Túpac Katari, Bartolina Sisa, Chatoyer y otros próceres de la independencia latinoamericana y caribeña, símbolo de unión histórica y cultural, de la lucha de nuestros pueblos originarios y la preservación del bien más preciado de la libertad.
  2. Reconocemos el significado histórico de la Batalla de Carabobo, hito que sella la independencia de Venezuela bajo la conducción del Libertador Simón Bolívar, lucha en la cual se forjó el carácter combativo del pueblo venezolano en defensa de su derecho a la libre determinación, el patrimonio moral y los valores de libertad, lo cual ha trascendido a Latinoamérica, el Caribe y el mundo.
  3. Ratificamos nuestro compromiso con la integración genuinamente latinoamericana y caribeña, que nos permita enfrentar unidos las pretensiones de dominación imperialista y las amenazas crecientes a la paz y la estabilidad regionales; con el multilateralismo y conforme a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, en consonancia con la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
  4. Resaltamos la necesidad de fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como mecanismo genuino de concertación política que reúne a los 33 Estados de Nuestra América, basado en el principio de unidad en la diversidad.
  5. Saludamos el retorno del orden constitucional en el Estado Plurinacional de Bolivia, que gracias a la conciencia y lucha de su pueblo pudo desarticular el golpe criminal y corrupto; y abrir un proceso de reconciliación nacional, basado en la justicia, la autodeterminación y la democracia. Nos complace, asimismo, su regreso a los legítimos foros regionales de concertación política y cooperación en pos del bienestar y el desarrollo de nuestros pueblos.
  6. Destacamos las excelentes gestiones e iniciativas del Presidente Luis Arce Catacora, tanto en el ámbito interno como internacional, para avanzar hacia la reactivación económica, incluido el financiamiento y alivio de la deuda y el manejo eficiente de la pandemia.
  7. Saludamos la instalación de la nueva Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela desarrollada con absoluto apego a la institucionalidad y en paz. A la vez, acogemos con beneplácito la celebración de las próximas elecciones regionales y municipales, siendo la 26 en los últimos 21 años de Revolución Bolivariana, expresión de la sólida democracia participativa y protagónica del hermano pueblo venezolano.
  8. Ratificamos el apoyo incondicional al gobierno sandinista, al presidente Daniel Ortega Saavedra y al pueblo de Nicaragua en su decisión de continuar defendiendo la soberanía, la paz y los notables avances sociales, económicos, de seguridad y de unidad nacional alcanzados.
  9. Condenamos los ataques y reiterados intentos desestabilizadores contra el gobierno legítimo de la hermana República de Nicaragua por parte de los Estados Unidos de América, promoviendo medidas coercitivas unilaterales entre otras acciones desestabilizadoras, para intentar interferir en sus asuntos internos.
  10. Saludamos la preparación del proceso electoral en la República de Nicaragua y exigimos la no intervención en dichos asuntos que son de la exclusiva competencia del pueblo y las instituciones nicaragüenses.
  11. Celebramos y respaldamos las fuerzas democráticas en los procesos de elección de gobierno en toda la región del ALBA-TCP y los esfuerzos realizados para lograr la igualdad de género y la eliminación de la discriminación de los pueblos indígenas.
  12. Acogemos con satisfacción la relación entre el ALBA-TCP y el sistema de la ONU, CELAC, CARICOM, AEC, SICA, Unión Africana, Liga Árabe, SELA, CEPAL, Comunidad Euroasiática y CEDEAO, bajo los principios de respeto y no intervención en los asuntos internos, para garantizar una mayor equidad y un mayor compromiso en materia de políticas sociales y económicas.
  13. Ratificamos el derecho de los países del Caribe a recibir un tratamiento justo, especial y diferenciado. Reafirmamos el apoyo incondicional y necesario para la defensa y promoción de sus justos reclamos y reparaciones. Rechazamos enérgicamente las medidas adoptadas contra los hermanos del CARICOM, considerados jurisdicciones no cooperativas.
  14. Exhortamos a revisar los llamados criterios de graduación que califican como “países de renta media” a la mayoría de los Estados Latinoamericanos y Caribeños, lo que dificulta nuestro acceso al crédito y a la cooperación internacional.
  15. Manifestamos nuestro profundo pesar por las víctimas mortales que la pandemia del COVID-19 ha causado en el mundo y en particular en nuestra región, a la vez que reconocemos el compromiso de los países del ALBA-TCP, para mitigar su propagación, así como, los extraordinarios esfuerzos del personal de salud para afrontar la crisis sanitaria, en especial la labor que realiza en la primera línea el contingente Henry Reeve de la República de Cuba, así como, el desarrollo de cinco candidatos vacunales, muestra de desarrollo, soberanía y solidaridad.
  16. Rechazamos la campaña de descrédito promovida por el gobierno de los Estados Unidos contra la cooperación médica cubana, que resulta ofensiva y particularmente inmoral en el actual contexto de crisis sanitaria global.
  17. Reconocemos el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el proceso de concientización, prevención y combate al COVID-19 y reiteramos el apoyo a la labor desempeñada por la OMS para dar respuestas de manera efectiva y eficaz a la comunidad internacional, ante los desafíos que supone la pandemia.
  18. Reafirmamos la necesidad de una urgente inmunización universal contra el COVID-19; así como, asegurar una distribución pronta, equitativa, solidaria, no discriminatoria y a precios asequibles, de vacunas y de insumos y equipamientos médicos, que permita proteger a todos. Reconocemoslos esfuerzos que lleva adelante la alianza de colaboración mundial COVAX, bajo el auspicio de la OMS.
  19. Nos unimos a los llamados a eliminar los obstáculos que dificulten el acceso y la distribución de las vacunas contra esta enfermedad, incluyendo cualquier medida coercitiva unilateral que impida, limite o encarezca el acceso a las mismas, para que puedan utilizarse todas las capacidades de producción con las que cuenta el planeta y satisfacer en el menor tiempo posible su demanda.
  20. Damos la bienvenida a la puesta en marcha del Banco de Vacunas ALBA-TCP, acordado en la XVIII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA- TCP; así como, del Banco de Medicinas, para contribuir a mejorar el acceso a insumos médicos, pruebas rápidas y pruebas PCR, en favor de todos los países de la Alianza.
  21. Reiteramos nuestro enérgico rechazo a la imposición de medidas coercitivas unilaterales que violan el Derecho Internacional ocasionando sufrimientos de forma indiscriminada a toda la población de los países objeto de las mismas. Condenamos el recrudecimiento de tales medidas impuestas por los Estados Unidos de América contra países de la Alianza, cuyos impactos se agravaban y resultan más crueles en el contexto de enfrentamiento a la pandemia.
  22. Expresamos nuestro compromiso con la promoción y la protección de todos los Derechos Humanos para todos, en especial el derecho a la vida y la salud; a la vez que denunciamos los intentos de manipularlos con fines políticos.  En ese sentido, llamamos a rechazar cualquier forma de discriminación, racismo o xenofobia, particularmente en la respuesta a la pandemia.
  23. Renovamos nuestra más enérgica condena al genocida bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América contra Cuba y las más de 240 medidas coercitivas unilaterales adoptadas por Trump, que mantiene intactas el actual gobierno y cuyos daños en el último quinquenio provocaron pérdidas por 17 mil millones de dólares.
  24. Agradecemos el histórico respaldo de todos los Estados miembros de la Alianza a la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, adoptada el pasado 23 de junio.
  25. Manifestamos nuestro enérgico rechazo a la absurda e injustificada inclusión de la República de Cuba en la espuria lista de Estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Esta acción unilateral, ampliamente rechazada dentro y fuera de los Estados Unidos, tiene un impacto negativo en cada esfera de la sociedad cubana e incrementa las dificultades del país para insertarse en el comercio internacional, realizar operaciones financieras y adquirir insumos básicos.
  26. Expresamos nuestra profunda preocupación por las violaciones masivas de los derechos humanos contra el pueblo colombiano y exigimos el respeto a la dignidad de las personas, así como su derecho a la manifestación pacífica.
  27. Rechazamos la repudiable actuación del secretario general de la Organización de Estados Americanos, que, extralimitándose de sus funciones, ha conducido a esa Organización por una senda interminable de despropósitos, legitimando acciones violentas, intervenciones en los asuntos internos y rupturas del orden constitucional en algunos países de la región.
  28. Reconocemos la encomiable labor de la Alianza durante los eventos ocasionados en San Vicente y las Granadinas tras la erupción del volcán La Soufrière, como símbolo de apoyo y solidaridad de los países del Alba-TCP con el pueblo y el Gobierno sanvicentino.
  29. Enfatizamos que el cambio climático es una de las principales amenazas a la humanidad, siendo América Latina y el Caribe uno de los territorios más vulnerables del planeta a los efectos adversos de este fenómeno, por lo que exigimos, la acción concertada y urgente contra el cambio climático y la plena implementación de los compromisos de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y su Acuerdo de Paris sobre la base de la equidad y el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas y subrayamos, en ese sentido, la necesidad de que los países desarrollados cumplan con su responsabilidad histórica en materia de mitigación y provisión de medios de implementación para los países en desarrollo.
  30. Reafirmamos el compromiso con el reconocimiento y la promoción de los derechos inquebrantables de la Madre Tierra y su interrelación con el ser humano, y saludamos las iniciativas emanadas del “Reencuentro con la Madre Tierra. Reflexiones globales para la defensa de la Pachamama” celebrada en La Paz, Bolivia, el pasado 22 y 23 de abril de 2021, a ser promovidas por los países de la Alianza en el ámbito de la diplomacia ambiental multilateral, tales como la convocatoria de una Asamblea al seno de la Organización de las Naciones Unidas sobre los derechos de la Madre Tierra y el derecho al agua para la vida.
  31. Reafirmamos el pleno apoyo a los países caribeños en su reclamo de compensación por el genocidio de la población nativa y los horrores de la esclavitud y la trata trasatlántica. Asimismo, manifestamos nuestro compromiso con la defensa y promoción de la cultura latinoamericana y caribeña y de la identidad de los pueblos de la región, con particular respeto y fomento de las culturas autóctonas e indígenas.
  32. Destacamos las acciones desarrolladas para revitalizar el ALBA -TCP como mecanismo de lucha por la paz, la democracia, la estabilidad y el bienestar de los pueblos de Nuestra América. En este sentido, reconocemos los resultados obtenidos en los diferentes encuentros realizados en el primer semestre de 2021, que contribuyeron a fortalecer la Alianza y sus valores compartidos de solidaridad, cooperación y complementariedad.
  33. Apoyamos potenciar el desarrollo de la zona económica complementaria ALBA-Petrocaribe, como un verdadero modelo de desarrollo productivo y tecnológico fundamentado en los valores de la Alianza y en los principios del Tratado de Comercio de los Pueblos.

Caracas, 24 de junio de 2021.

*Con información de Mppre


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