Concentración contra el cierre del centro de salud de Abrantes y en defensa de la Atención Primaria en Carabanchel

Como puede constatar cualquier persona que requiera atención médica, nos encontramos en estos momentos con unos Centros de Salud colapsados en los que conseguir cita es difícil. En determinados barrios de la zona sur de Madrid-capital como Carabanchel, Orcasitas, Villaverde o Usera, la listas de espera para ser atendido telefónicamente por el Médico de familia o Pediatra puede oscilar entre tres semanas y un mes,y en algunas ocasiones los tiempos de espera son superiores. Y la perspectiva es de que esto empeore en los próximos meses con el cierre de Centros, ya sea completa o parcialmente, durante el verano.

Y esta situación de colapso no se limita a la Atención primaria. Existen además muy importantes listas de espera para las consultas hospitalarias: según los datos que ha hecho públicos la Comunidad de Madrid, hay más de 90.000 pacientes pendientes de una cita quirúrgica, casi 13.000 más que antes de la pandemia. Sin embargo, el Gobierno regional ha autorizado ya el cierre de 2.140 camas en 21 hospitales madrileños, entre el 30 de junio y el 1 de octubre.

Y todo este deterioro de la atención en los Centros de Salud, y en el conjunto del SERMAS , es una política deliberada para favorecer una remodelación del sistema sanitario para su generalizada privatización. El gobierno regional quiere acabar con la sanidad pública madrileña.

Por eso es imprescindible la defensa de nuestra sanidad pública y no hay muchas más formas de hacerlo que a través de la movilización vecinal y popular.

Esto lo sabemos bien en el barrio de Abrantes, en Carabanchel. El pasado septiembre en la puerta de su centro de salud apareció un cartel indicando “No hay médicos ni de mañana ni de tarde”. Pero para la administración el centro seguía ‘abierto’.

Pero el barrio no se dejó engañar: desde entonces, salvo un breve parón durante la Navidad cada jueves cientos de vecinos y vecinas nos hemos movilizado ante nuestro centro de atención primaria para exigir que este no se cerrara y en defensa de una sanidad pública. Y aunque el ambulatorio ha recuperado algunos facultativos y facultativas -su número varía cada día-, el CS Abrantes está en una situación muy difícil. De los 16 médic@s que tenía en febrero de 2020, al inicio de la pandemia, este centro de salud que atiende un área con una población de cerca de 30.000 personas se ha quedado con menos de una quinta parte de sus profesionales médic@s.

La protesta semanal de Abrantes cobra así un nuevo sentido. Ya no solo se reclama por una mejora de la atención primaria y mayor personal sanitario, ahora debemos exigir que los centros de salud no estén cerrados durante el verano (ni nunca). Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud.

Por ello, y por mucho más, reclamamos que se aumente el personal sanitario y la inversión en la atención primaria, pilar fundamental en la prevención de enfermedades y en nuestra sanidad pública.

Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no sólo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!