Cuba rechaza inclusión de su Policía en “listas espurias” de EEUU

El ministro de Asuntos Exteriores cubano expresó el viernes su rechazo enérgico a la inclusión de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Cuba y sus dos principales jefes “en listas espurias de Estados Unidos”.

Rodríguez puso de relieve que “estas medidas arbitrarias se suman a la desinformación y agresión para justificar bloqueo inhumano contra Cuba”, que ejerce permanentemente el Gobierno estadounidense desde hace seis décadas, y que ha recrudecido en medio de la pandemia de la COVID-19.

El pronunciamiento del canciller cubano se produjo inmediatamente después de que el Departamento del Tesoro estadounidense emitiera dichas sanciones por supuestos abusos durante los disturbios del pasado 11 de julio y días siguientes en Cuba. Sin embargo, vídeos muestran actos vandálicos y atentados contra los agentes del orden y la propiedad estatal.

Estas sanciones son las segundas que ha impuesto el Gobierno de Biden en relación con las protestas por mejoras económicas. La Habana asegura que las movilizaciones están relacionadas con el bloqueo estadounidense, que ha devastado la economía de los cubanos, exponiendo sus vidas al no permitir importaciones ni exportaciones de productos de primera necesidad.

En otro tuit, Rodríguez dijo que a la Administración estadounidense no le interesa el pueblo cubano, sino la maquinaria electoral de la Florida; de ahí que ignore el reclamo de quienes viven en la mayor de las Antillas, de sus electores y del mundo.

En este sentido, el canciller cubano se refirió a la reunión que mantuvo el presidente estadounidense, Joe Biden, con opositores cubano-norteamericanos que han incitado al caos y la subversión a través de las redes sociales.

“La reunión del Pdte. Biden con anexionistas cubanos es una farsa para justificar operación de cambio de régimen vs Cuba”, escribió Rodríguez sobre el encuentro en que Biden aseguró que su Administración amenazó con tomar otras medidas contra Cuba, si no ocurren cambios drásticos.

La Habana denuncia que desde el exterior se lanzan llamados para provocar caos y desobediencia civil en el país en el contexto de las protestas y acusa a Estados Unidos de planificar las marchas a través de los medios y la prensa, auspiciados desde Miami.