Rusia estrenará Nord Stream 2 en semanas, pese a trabas de EEUU
El embajador ruso en Alemania indica que la construcción del gasoducto Nord Stream 2 está en fase final, pese a los obstáculos interpuestos por EE.UU. en la obra.
El 21 de julio, Alemania y Estados Unidos anunciaron un acuerdo relativo al proyecto de Nord Stream 2, que se está construyendo bajo el mar Báltico para transportar gas desde la región rusa del Ártico hasta el país germano. Mediante este pacto, Berlín prometió “tomar medidas” a nivel nacional y convencer al país euroasiático para no utilizar la energía “como arma” o cometer “actos agresivos” contra Ucrania, mediante el plan.
En una entrevista publicada este lunes por el diario ruso Izvestia, el embajador de Rusia en Alemania, Serguéi Nechaev, ha asegurado que el proyecto se encuentra en las fases finales de construcción y la oposición de Estados Unidos no tendrá ningún efecto sobre el proceso o la fecha de finalización.
“Partimos del hecho de que el acuerdo germano-estadounidense no afectará al ritmo de construcción, ni a la fecha de finalización del Nord Stream 2. Los trabajos de construcción se encuentran en la fase final, se completarán en cuestión de semanas”, ha señalado.
Asimismo, Nechaev ha recalcado que tanto EE.UU. como Alemania “no concluyeron” el acuerdo sobre el Nord Stream 2, y lo anunciado es una declaración conjunta, empero, “no es un documento jurídicamente vinculante”. El comunicado conjunto Berlín-Washington, según el embajador ruso, “no conlleva ninguna obligación específica” para Moscú, dado que no participó en su elaboración.
¿Por qué EEUU se opone al avance de Nord Stream 2?
Nord Srtream 2, que es la segunda conexión de este tipo entre Rusia y Alemania —después de la inauguración de la primera en 2011—, tiene la capacidad de transportar unos 55 000 millones de metros cúbicos de gas al año.
La Casa Blanca se opone a dicho megaproyecto, afirmando que el gasoducto aumentaría la influencia de Rusia en Europa en un momento de creciente tensión entre ambas potencias. Rusia, a su vez, rechaza las presiones de EE.UU. y califica estas amenazas como un intento de obligar a los europeos a comprar gas licuado norteamericano.
Por otra parte, la oposición al Nord Stream 2 ha colocado a Alemania en un dilema diplomático, económico y con un trasfondo geopolítico, que viene a ser el motivo principal de la oposición estadounidense a la alianza germano-rusa que entraña el mencionado gasoducto.
El proyecto pone a Alemania como principal destinatario del gas ruso, pero cuya ramificación implica otros países europeos, que necesitan el gas ruso por la serie de ventajas frente al forzado ofrecimiento de gas licuado por parte de Estados Unidos, más costoso y contaminante frente a la decisión europea de cesar el uso de combustibles fósiles de aquí al año 2050.
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