XIV Homenaje a los luchadores antifascistas. Mazucu 2021
- Un año más volvemos al Alto de la Tornería, al XIV Homenaje a los luchadores antifascistas 1936-2021 que celebraremos el 11 de septiembre a las 13 h.
- Un acto de homenaje a las víctimas del franquismo, al antifascismo y, sobre todo, un acto de reivindicación de su lucha, de su compromiso político.
- Como todos los años será tambien un espacio para confraternizar en la comida popular posterior, tan necesario en estos tiempos. Os esperamos!
El tradicional acto de homenaje, incluyendo la entrega de galardones a los valores republicanos «María Jesús Suarez Rabanillo» que este año se han concedido a:
Laudelino Suarez Iglesias. Nacido el 5 Octubre del 36. Hijo de Mercedes y Laudelo, no llego a conocer a su padre pues este cayó herido de muerte en el frente defendiendo a la República.
Con cinco hijos y sin paga alguna su madre tuvo que tirar pa lante en las circunstancias más adversas y difíciles.
A los 11 años se incorpora a los trabajos de la mina. Son esas circunstancias, la mina y la gente como Aquilino Polio, los que marcan su actividad clandestina en el PCE.
Su paso por la cárcel en las huelgas del 60, desde el 16 febrero al 26 agosto. Ello ya marco en lo sucesivo con las huelgas del 62 y 63. Su actividad siempre estuvo ligada al Partido Comunista de España PCE.
Junto a Aquilino trabajaron también en el movimiento ciudadano (asociación de vecinos de Requejo), en el Sindicato CCOO, llevando los pensionistas del Caudal.
Formó parte de la Junta Directiva del Monumento de La Colladiella.
Carmina Garrido.
La primera mujer sindicalista de Ensidesa relata su lucha: del cristianismo de base a CC OO y el PCE.
Con ochenta y cuatro años andados, nada parece ensombrecer el fervor y el entusiasmo que han hecho de ella una pionera del sindicalismo democrático español, entre otras luchas y propósitos que siguen conduciendo su vida hacia la entrega a las causas sociales. La praviana Carmen Garrido González (Folgueras, 1934) demostró ayer en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón que su aleación ideológica no cede al paso del tiempo. Y que sigue encontrando motivos para no tirar la toalla de las propias convicciones en la lavadora de la indiferencia, del absentismo: «Todavía nos queda mucho camino que recorrer debido a la mentalidad patriarcal de la sociedad».
Por la derecha, Francisco Prado Alberdi, Carmen Garrido González y Enrique Antuña Gancedo, ayer. [Foto: Juan Plaza]
Unas palabras que pronunció en la presentación del libro «Compromiso inquebrantable: Carmen Garrido González, una vida de lucha», firmado por Enrique Antuña Gancedo y editado por la Fundación Juan Muñiz Zapico. Uno de esos volúmenes que tratan de rescatar las vidas y las obras de gentes que no están en los manuales de historia, pero sin los que sería difícil explicar la reconciliación de los españoles y la misma actual democracia. Ellos abrieron el camino. Y lo dejaron expedito.
«Su vida y su lucha es ejemplo de una generación», señaló el veterano sindicalista Francisco Prado Alberdi, presidente de la Fundación Juan Muñiz Zapico. Sabe de lo que habla. Él, al igual que Carmina (así la llaman aquí y allá), transitaron un camino similar en el antifranquismo más combativo: desde el cristianismo de base hasta las primeras Comisiones Obreras y el PCE. Escuelas de «rebeldes». Jefa de contabilidad de la estatalizada Ensidesa, Garrido González llegó a ser jurado de empresa. Una de aquellas tácticas de entrismo de CC OO en el entonces «único» Sindicato Vertical. Una mujer entre siderúrgicos sindicalizados: hay pocos precedentes. Para Alberdi, el «elemento guía» de Carmina, que fue concejala en Avilés desde 1991 a 1999, fue el sueño de una sociedad «más libre, justa e igualitaria». No han perdido la pizca utópica.
Pedro José Francés.
Escritor navarro nacido en Buñuel el 8 de octubre de 1957.
«Quiero que se sepa lo que pasó, pero también dignificar las ideas por las que los asesinaron»
Pedro José Francés Sayas es el alma máter del homenaje que tributó a las personas que fueron asesinadas en 1936 por oponerse al alzamiento de Franco. Autor de una veintena de publicaciones en las que siempre hay una referencia al horror vivido durante la Guerra Civil en Buñuel, Pedro José Francés, que no tiene antecedentes de represaliados «porque mi familia era de derechas», quiere que se sepa lo que ocurrió en este municipio donde fueron fusiladas 52 personas, entre ellas, el alcalde, el secretario y concejales, una realidad «que se ha ocultado durante años y años» y que no se ha reconocido por las autoridades ni en tiempos de la transición democrática. También quiere Francés «dignificar a estas personas y, sobre todo, que se dignifiquen las ideas que ellos defendieron y por las que fueron asesinados».
Pedro José Francés, que tiene su casa en el centro de la plaza, exhibe constantemente pancartas con la relación de los nombres de las personas asesinadas «para remover las conciencias» y se ha dirigido en numerosas ocasiones al alcalde de turno para que «el Ayuntamiento reconozca a estos vecinos». Y es que a Pedro José no le cabe en la cabeza que la historia se haya ocultado y que persista el miedo. «El año pasado, cuando hicimos el homenaje, no había nadie en la calle; cerraron los bares… es algo inexplicable». No obstante, al evento asistieron más de cuatrocientas personas.
Él conoció esta página negra de Buñuel cuando tenía 17 años. Desde entonces, el tema «me obsesiona. Tanto dolor, tanta injusticia silenciada». De ahí que escriba sobre esta cruda realidad. Se ha entrevistado con vecinos. Lamenta que haya gente que no quiere saber la verdad y que «entre mis enemigos haya nietos de asesinados». «Queda mucho por hacer porque en el tema de memoria histórica se ha hecho muy poco y nos han engañado».
Asociación Libres y Combativas.
Libres y Combativas ha demostrado en los últimos años un importante compromiso en la calle contra la violencia machista, muy en particular denunciando los feminicidios, apoyando a las víctimas y sus familias, y exigiendo medidas reales para acabar con dicha lacra.
Muy en particular ha encaminado su actividad a denunciar cualquier forma de impunidad de dicha violencia y en dotar de instrumentos a las mujeres para que no se dejen someter por las ideas reaccionarias que pretenden tratarlas como ciudadanas de segunda categoria.