¿Qué sigue al triunfo preliminar de Xiomara Castro en Honduras?
El Consejo Nacional Electoral (CNE) reconoció a la candidata Xiomara Castro, representante del partido Libertad y Refundación (Libre), a la cabeza de los resultados preliminares, tras el escrutinio de 29.87 por ciento del total de las actas.
La aspirante por la alianza opositora acumuló 554 mil votos, lo que representa un 53.61 por ciento y, hasta el momento, 205 mil votos de ventaja por encima del segundo puesto en estos comicios: el candidato del gobernante partido Nacional, Nasry Asfura, con alrededor de 350 mil boletas a su favor, un 33.95 por ciento.
De acuerdo con esa entidad estatal, tras el cómputo de poco más de cinco mil 396 actas presidenciales, de las 18 mil 293 existentes, el tercer lugar correspondió al postulante por la corriente Liberal, Yani Rosenthal, con poco más de 95 mil votos, apenas nueve por ciento y la participación histórica de 68.81 por ciento de los ciudadanos.
La abogada Doris Gutiérrez, diputada por el Partido Innovación y Unidad, una de las organizaciones integrantes de la alianza opositora, refirió a Prensa Latina que, tras los comicios, cumplieron con una de las metas propuestas: derrotar a la fuerza política en el gobierno, «la única manera de vencerlos era mediante la unidad».
«Enfrentamos monstruos de mil cabezas», afirmó, y respecto al establecimiento de lazos con países de la región, de resultar ganadora Castro, reconoció que Honduras tiene la libertad para concretar relaciones diplomáticas y económicas, «ya Xiomara y Libre tienen su plan de gobierno, con el mantenimiento de vínculos armónicos».
Gutiérrez reconoció que, a lo interno, los retos son enormes respecto al endeudamiento de más de 10 mil millones de dólares, numerosos casos de corrupción a sus más altos niveles, impunidad, condiciones deplorables en el sistema educativo y sanitario y una pobreza superior a 70 por ciento.
«Las escuelas están en condiciones de desaparecer, no solo por la ausencia de cambios en la infraestructura, sino por el agravamiento como consecuencia del mal manejo de la pandemia Covid-19. Es decir, prácticamente, debemos refundar la nación y levantarla de las cenizas», indicó.
Para el analista Jaime Pineda, el triunfo de Xiomara representa la esperanza de una sociedad víctima, durante 12 años, de la pobreza y el miedo y del golpe de una administración corrupta y criminal, presidida actualmente por Juan Orlando Hernández.
«Tememos incluso por la ocurrencia de apagones, como sucedió en las elecciones de 2017 y el Partido Nacional se robe el resultado de los comicios. Fue un proceso de sufragio con mayor participación de los ciudadanos, por ese deseo de votar con la ilusión de un cambio, que necesitamos con urgencia», puntualizó.
Según Katia Cooper, integrante del movimiento de Mujeres Socialistas de Honduras, el resultado simboliza la unidad del pueblo en su objetivo de deshacerse del narco-gobierno y su voluntad de comenzar el apremiante proceso encaminado a la refundación del territorio centroamericano con la primera mujer presidenta.
«Le tocará enfrentar una situación económica y social desastrosa, además de la furia de la ultraderecha nacional e internacional que se opone a los cambios sociales requeridos para sacar al país de la miseria y el atraso en beneficio de las grandes mayorías», aseguró.
A su juicio, los comicios para la selección de los máximos cargos del país, las diputaciones y alcaldías municipales transcurrieron en un estado de incertidumbre y desconfianza por los antecedentes de fraudes de 2013 y 2017, si bien todo transcurrió en calma, paz y tranquilidad.
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