Redacción •  Actualidad •  20/03/2017

CGT se opone a la reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña

 El Consejo de Seguridad Nuclear, junto con el apoyo del Partido Popular, pretende prolongar hasta los 60 años la vida útil de las centrales nucleares.

CGT se opone a la reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña

La Confederación General del Trabajo ha mostrado su disconformidad ante la decisión tomada por el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear el pasado 8 de febrero, por la que quedó aprobada la reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos.

Esta decisión se ha tomado pese a conocerse que la propietaria, Nuclenor (Iberdrola y Endesa), no ha realizado las inversiones necesarias en seguridad, obviando muchas medidas fijadas tras el accidente de Fukushima.

Para la CGT esta decisión vuelve a evidenciar el gran poder que tiene el lobby nuclear que, empeñado en continuar obteniendo grandes beneficios económicos, oculta a la opinión pública el gran riesgo que supone para la población esta fuente de energía y el potencial radioactivo de sus residuos.

El cese de la actividad de Garoña no repercute en el suministro eléctrico de la ciudadanía gracias al cambio estructural en el sector eléctrico por el desarrollo de las energías renovables, cuyo impacto medioambiental es mucho menor y es uno de los sectores que más empleo genera actualmente.

CGT insiste en que la central nuclear de Garoña es una tecnología obsoleta, mal mantenida y tan peligrosa como su gemela de Fukushima, cuyo accidente demostró cómo el medio ambiente, la salud pública y el interés general son sacrificados para beneficiar a las grandes compañías eléctricas. Es por ello que la CGT pide el cierre de todas las centrales nucleares de forma progresiva de aquí al 2020 y la sustitución de estas por energías renovables.


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