Chicas Prepago, un corto basado en testimonios de trabajadoras sexuales, se presenta en Barcelona

El próximo jueves, 31 de marzo, se presentará en Barcelona Chicas prepago, un corto basado en entrevistas a dos trabajadoras sexuales que quiere acercarse al tema de la prostitución “desde una mirada de igual a igual, fuera de las etiquetas y los estereotipos”. En el coloquio que acompañará a la proyección participarán la directora del corto, Isabel Sáez Pérez, y las activistas Laura Labiano, de la Asociación Genera –cuyo trabajo se centra en la lucha contra la trata y la explotación sexual– y Aura, de Putas Libertarias del Raval –una asamblea de trabajadoras sexuales que se organizan entre ellas para frenar la persecución institucional y policial a las que aseguran que están sometidas—.

Chicas Prepago se ha presentado ya en Iruña/Pamplona, y llegará también a Madrid una semana más tarde, el día 7 de abril. Las entradas para la presentación de Barcelona se pueden comprar online en los cines Gerona, pero existe también la opción de apoyar al proyecto del corto adquiriendo la entrada o un bono de apoyo a través de la web del cortometraje (https://chicasprepagocorto.wixsite.com/docu). Asimismo, durante estas semanas, en sus redes sociales se están publicando entrevistas al equipo implicado y otros materiales complementarios que profundizan en la perspectiva que plantea este trabajo.

Chicas Prepago es el quinto trabajo de la directora feminista Isabel Sáez Pérez. Se trata de una recreación ficcionada a partir de testimonios reales, con historias que tocan desde la vivencia en mazmorras de sadomasoquismo hasta la crianza de un bebé o el naufragio por varios cursos del INEM. Este trabajo surge de una investigación más amplia sobre la erótica desde una perspectiva de género, en cuyo marco surgió la conversación que ahora recrean en pantalla las actrices Liuda Motes y Nerea Mariezkurrena. Completa el reparto Nerea Saenz, que interpreta el papel de la propia Isabel. “Utilizar actrices y ficcionar esos encuentros resultaba ser el trampolín perfecto para hacer que su testimonio pudiese conocerse”, afirma la directora.

El corto fue financiado por el Gobierno de Navarra, a través del programa Generazinema, de apoyo a cortometrajes; así como mediante un crowdfunding en el que participaron 152 personas, y que se realizó en pleno confinamiento –entre el 20 de mayo y el 4 de julio de 2020–. Ha contado además con la colaboración del Ayuntamiento del Valle de Imotz y Ayuntamiento de Etxauri. El rodaje se ha realizado íntegramente en Navarra, utilizando localizaciones en Iruña, Valle de Imotz e Irurtzun. Para la directora también ha sido fundamental llevarlo a cabo aplicando la perspectiva feminista no solo al tema sino también a las prácticas y la composición del equipo, en el que 32 de las 40 personas integrantes son mujeres.