Piden al Congreso de los Diputados que cuelgue en su fachada una reproducción de la pancarta de los republicanos españoles liberados en Mauthausen

Familiares de republicanos que se agrupan en torno al colectivo Triángulo Azul, que forma parte de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, han registrado una petición a la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, y a todos los grupos parlamentario, que se les permita colgar de la fachada del Parlamento una copia de la pancarta que hicieron los republicanos españoles deportados a campos nazis.

La intención de Triángulo Azul es colocarla el 8 de mayo, para conmemorar la liberación del campo y recordar a los 9700 republicanos deportados a los campos nazis, que después de luchar contra los ejércitos fascistas de Franco, Hitler y Mussolini, y lo siguieron combatiendo al norte de los Pirineos.

El 8 de mayo se conmemora en Europa la victoria sobre el nazismo, que se produjo en ese día de 1945. España tuvo que esperar treinta años más para ver morir al dictador Francisco Franco, recuperar la democracia, por la que había transitado en los años de la Segunda República, y permitir el regreso de miles de exiliados que no habían vuelto a su tierra desde que la abandonaron para salvar sus vidas.

Fotografía de la liberación de Mauthausen con la pancarta de los republicanos españoles. 

Muchos de los hombres y mujeres que lucharon contra el fascismo en España lo siguieron haciendo más allá de las fronteras. Sus cuerpos se encuentran enterrados desde los países nórdicos hasta los del sur, dando testimonio de que su compromiso con la democracia formaba parte de su identidad y fue para ellos y ellas una condición irrenunciable.
Casi diez mil luchadores y luchadoras antifascistas españoles fueron deportados a los campos de concentración del nazismo: Gusen, Mauthausen, Dachau,… Cerca de la mitad murieron asesinados por los nazis y el resto sobrevivieron. Fueron liberados de los campos de exterminio, pero no pudieron regresar a su tierra. Sus testimonios y las pruebas que recogieron del horror nazi fueron fundamentales para contarle al mundo lo que había sucedido.

Cuando las fuerzas de liberación llegaron al campo de concentración de Mauthausen, los prisioneros españoles hicieron una pancarta en la que agradecían haber sido liberados. En una de las fotografías icónicas de la derrota del nazismo podía leerse. “Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas liberadoras”. Con ella quisieron afirmar su recorrido en la lucha contra el fascismo, iniciado en julio de 1936 y su resistencia, nueve años después permanecían en pie, cuando el campo fue liberado y ellos explicaban las razones por las que habían sido un colectivo deportado por el nazismo, destacando su identidad antifascista.

Familiares frente al Congreso con las peticiones registradas a la presidenta, Meritxell Batet y a los grupos parlamentarios

En una democracia como la española, interrumpida por cuarenta años de dictadura y lastrada por la cultura política de la autarquía franquista, la pancarta de los españoles liberados en Mauthausen debería ser un símbolo colectivo de defensa de la democracia y de rechazo de cualquier persecución del diferente.

Por eso, desde el colectivo Triángulo Azul, que agrupa a familiares y activistas unidos por el reconocimiento y el deber de memoria de los republicanos y de las republicanas deportados a los campos de concentración del nazismo, queremos solicitar al Congreso de los Diputados autorización para que el próximo 8 de mayo una reproducción de esa pancarta sea desplegada en la fachada del Parlamento, que recuerde a quienes tanto se sacrificaron y sufrieron en defensa de la libertad y rechace cualquier forma pasada o presente de intolerancia.

Momento en el que una familiar registra la petición dentro del Congreso de los Diputados