“Acuíferos Vivos” supervisa el estado hídrico del levante almeriense
Miembros de esta plataforma provincial que defiende el agua como un derecho humano y ambiental universal, recorrieron el pasado domingo los municipios de Huercal Overa y Pulpi acompañados por vecinos de la zona, que les mostraron algunas de las causas de la importante contaminación que sufren los acuíferos de la comarca como consecuencia de la intensa actividad agro ganadera de tipo industrial generada en este territorio en las ultimas décadas.
La visita organizada por Acuíferos Vivos en colaboración con el grupo de Ecologistas en Acción Almanzora-Levante, se enmarca en los actos de celebración del Día Mundial del Agua, que todos los años organiza esta plataforma para concienciar a la ciudadanía y a las administraciones de la necesidad de realizar un uso racional de un bien tan básico para la vida y escaso en nuestra tierra, como es el agua. Actos que comenzaron el pasado 22 de marzo con una mesa redonda en la que personas expertas informaron sobre el avance de la desertización como consecuencia del cambio climático y los usos no sostenibles del suelo, las causas y posibles soluciones al colapso hídrico del Mar Menor o del entorno de Doñana; o en nuestra provincia, la afectación al suelo, a los cultivos y ganadería tradicionales, o a las fuentes y ramblas de la comarca de Huercal Overa y Pulpi de la proliferación de macro granjas porcinas y cultivos súper intensivos de regadío.
Como consecuencia de las lluvias de la semana pasada, esta visita que se aplazó hasta el día de ayer, comenzando en la pedanía de Las Norias para conocer los efectos contaminantes de las numerosas macro granjas porcinas existentes en la zona y comprobar el impacto ambiental de las balsas de purines en las que se vierten las heces de los cerdos mezcladas con el agua que se utiliza para limpiar las naves en las que se les engorda; lo que además de generar fuertes olores y desarrollo de plagas de moscas, permite la filtración hacia el interior del suelo (al no estar impermeabilizadas), y que estos lixiviados lleguen a las capas freáticas y contaminen las aguas subterráneas que alimentan los pozos y fuentes usadas para el consumo doméstico y para el riego de los campos. Para entender la magnitud del problema, hay que mencionar, que en el término municipal de Huercal Overa se engordan unos 800.000 cerdos anuales en régimen intensivo, y que cada explotación media de 5.500 cabezas, requiere más de 16.000 metros cúbicos de agua anuales para su limpieza. Lo que supone un enorme gasto de agua que está agotando los ya sobreexplotados acuíferos de la comarca.
Además, en esta visita también se acudió a la pedanía de Gacia, en la que sus vecinos luchan titánicamente para mantener sus huertas y cultivos tradicionales frente a las grandes explotaciones agroindustriales de monocultivos de lechugas, coles o brócolis; que acaparan la mayor parte del agua disponible al excavar pozos a grandes profundidades, que secan los manantiales de los que venían abasteciéndose los habitantes de esta y otras barriadas. Habitantes que también sufren las consecuencias en sus cosechas y en los acuíferos del exceso de fertilizantes y herbicidas con los que la agroindustria consigue multiplicar sus cosechas y eliminar las “malas hierbas” en sus cultivos; a costa de que la agricultura tradicional vea rechazada en los mercados parte de su producción agroecológica cuando se detectan sustancias prohibidas que han llegado de las parcelas limítrofes de agricultura industrial, a través del aire o disueltas en el agua de riego.
La visita termino con inspección de las aguas que discurren por la rambla Canalejas en Pulpi, y sobre todo las que lleva el rio Almanzora hasta su desembocadura junto a Villaricos, que muestra a las claras la dimensión del problema que genera la alta concentración de nitratos y fosfatos en las aguas superficiales (que con frecuencia origina la muerte masiva de peces y aves por falta de oxígeno); y que es una contaminación que también está presente en las aguas subterráneas, la mayoritaria en nuestros acuíferos, y que al no verse es más difícil de detectar y eliminar.
A modo de conclusión, Acuíferos Vivos considera que es necesario solidarizarse y apoyar a las comunidades rurales que luchan contra la degradación en su territorio ha generado este modelo insostenible de agricultura y ganadería industrial, y anima a los consumidores a ser más responsables al realizar sus compras adquiriendo productos ecológicos, de temporada y cercanía; frente a las verduras, hortalizas y carnes producidos de forma industrial. Y a la vez, lanza una llamada desesperada a las administraciones provinciales, autonómicas y nacionales para que pongan coto a la expansión de nuevas macro granjas y a las roturaciones del suelo destinadas a cultivos de regadío súper intensivo; exigiendo que se supervisen y controlen todas las irregularidades que grandes empresas, particulares y hasta corporaciones municipales vienen cometiendo impunemente a pesar de las numerosas denuncias presentadas por una sociedad civil, cada vez más preocupada por la conservación y sostenibilidad de sus territorios y de sus formas de vida.